Al menos dos fusiles dispararon el día en que Pablo Marchant murió durante un enfrentamiento con Carabineros, en una faena de Forestal Mininco de Carahue, región de La Araucanía. Uno fue encontrado ese mismo día en manos del fallecido miembro de la CAM, mientras que del otro no se supo más. Hasta ahora.
A un año y siete meses de ese viernes 9 de julio de 2021, Pelentaro Llaitul fue detenido. El hijo de Héctor Llaitul, el histórico vocero de la CAM, cayó este martes en un procedimiento policial efectuado tras ataques incendiarios en La Araucanía.
Cinco personas fueron detenidas por el atentado adjudicado por la Coordinadora Arauco Malleco: uno de ellos, el joven Llaitul de 19 años. Precisamente en ese operativo es que Carabineros logró incautar tres armas.
De acuerdo a información recabada por la Unidad de Investigación de BioBioChile, se trata de dos escopetas y un fusil, marca HK, serie 073110, calibre 7.62 con cargador.
Fuentes de este medio apuntan a que tras peritajes balísticos, la Policía de Investigaciones logró determinar que el fusil incautado corresponde al mismo utilizado durante la noche que murió Marchant en un enfrentamiento. El arma del cual se perdió su rastro.
El peritaje
La munición hallada en el Fundo San Luis de Galvarino, fue contrastada con las encontradas en el Fundo Santa Ana Tres Palos, donde murió Pablo Marchant. Con esto, la PDI estableció que el fusil percutido fue el mismo.
El antecedente lo presentó el Ministerio Público este viernes, en la audiencia de formalización de cargos contra Pelentaro y los otros cuatro detenidos: Luis Menares Chanilao, Luis Fuenzalida Eneros, Jorge Caniupil Coña y Juan Mardones Sáez.
Sumado a determinar responsabilidades en el ataque incendiario de este martes, la indagatoria liderada por los fiscales Enrique Vásquez, Miguel Ángel Rojas y Carlos Cornejo busca, precisamente, esclarecer si es que algunos de los imputados participó en el enfrentamiento con Carabineros donde murió Marchant.
Se cierra el círculo
El deceso del estudiante de Antropología de la Universidad de Concepción no sólo fue una dura pérdida para la CAM, sino que también significó la incautación de piezas claves para identificar los nexos de la Coordinadora con otros hechos acaecidos en el Bío Bío y La Araucanía.
Ejemplo de ello, además del fusil, es el teléfono de Marchant que, tras su muerte, cayó en manos de la fiscalía y la PDI.
Del dispositivo celular marca Samsung, el Ministerio Público extrajo una agenda telefónica con 50 contactos.
Según pudo comprobar este medio, tras cruzar esa información con investigaciones paralelas a la CAM, se logró establecer vínculos de cercanía entre Toño Marchant y la familia Llaitul. Específicamente a través de Ernesto Llaitul Pezoa, líder de una de las ORT de la organización, de acuerdo a lo establecido por el Ministerio Público.
Entre los contactos también figuraban otros tres imputados en la causa por un ataque incendiario registrado en el Fundo Punta Arenas de Los Ángeles, causa por la que Ernesto -hermano de Pelentaro- se encuentra actualmente en prisión preventiva.
El tour
Durante la audiencia de este viernes, el Ministerio Público detalló los hechos por los que le comunicó cargos a Pelentaro. En buenas cuentas, el Llaitul más joven en ser detenido participó de al menos dos ataques incendiarios el día de su arresto, expuso la fiscalía. ¿El resultado? Al menos cuatro camiones, un campamento forestal y maquinaria terminaron quemados.
El tour comenzó a eso de 08:20 horas del 22 de noviembre recién pasado. Los imputados llegaron al predio San Luis de la comuna de Lautaro, propiedad de la empresa FHO. Allí, con disparos, intimidaron a los trabajadores y rápidamente prendieron fuego a tres camiones Mercedes Benz y a una excavadora. Cuando la faena estuvo completa desplegaron un lienzo que justamente rememoraba a Pablo Marchant:
“25 AÑOS DE LUCHA / CATRILEO EN LA LUCHA SIEMPRE RECORDADO / TOÑO EN LA MEMORIA DE CADA WEICHAFE / LIBERTAD A HECTOR LLAITUL / RICARDO D REINAO / ESTEBAN HENRIQUEZ / ERNESTO LLAITUL / DANIEL CANIO / LUIS V TRAMOLAO / CON SABOTAJES REIVINDICAMOS A NUESTROS PRESOS / NUESTROS CAIDOS EN EL WEICHAN / LA LUCHA SIGUE Y AVANZA”.
El ataque no terminó ahí. Según la fiscalía los imputados también robaron una camioneta Maxus y amenazaron a su dueño, un trabajador forestal, para que les revelara en qué sectores del predio habían más máquinas.
Las intimidaciones rindieron fruto: de acuerdo a la indagatoria la víctima se vio forzada a cumplir los requerimientos de sus captores y los debió guiar hasta otro punto de la empresa, donde prendieron fuego a una camioneta JMC, una maquinaria forestal tipo trineumático marca Bell y un bulldozer marca John Deere.
Pasó cerca de media hora para que liberaran al trabajador en un camino forestal.
“FUEGO y BALA”
Hay más. Una hora después del primer hecho, los imputados llegaron a bordo de la camioneta robada hasta un campamento forestal de la empresa Hancoock Chilean Plantations, emplazado en el sector La Colonia de Temuco.
Allí dispararon y obligaron a los trabajadores a tenderse en el suelo. Rociaron con combustible un camión y las dependencias del campamento que estaban destinadas como comedor, casino y dormitorios, para prenderles fuego. El inmueble resultó totalmente destruido.
Según las pesquisas, antes de huir, los implicados sustrajeron tres motosierras, un equipo radial y una desbrozadora. Allí no dejaron un lienzo, pero sí escribieron -con spray y en una pared- una breve consigna:
“FUEGO Y BALA, LIBERTAD A LOS PPM CAM COORDINADORA ARAUCO MALLECO, ART ANGANOMUN…”.
El tour concluyó con los imputados prendiendo fuego a la camioneta robada en la que se desplazaban. Desde ahí, el camino lo siguieron a pie, trayecto donde fueron sorprendidos por Carabineros. Intentaron huir por una quebrada y ocultarse entre la vegetación, pero uno a uno cayeron detenidos.
Para eso de las 15:30 horas ya todos habían sido arrestados.