A una semana del plebiscito de salida, en el que el Rechazo superó de forma categórica al Apruebo, diversas figuras que se la jugaron por la propuesta de nueva Constitución analizaron las causas del holgado triunfo del Rechazo. La Unidad de Investigación de Radio Bío Bío le formuló tres preguntas a figuras políticas que promovieron e hicieron campaña por el texto rechazado.
A) ¿Por qué perdió el Apruebo?
B) ¿Perdió conexión la Convención Constitucional con el país?
C) En el nuevo proceso que se inicia ¿qué temas deben mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Aquí la reflexión de parlamentarios, alcaldes, figuras políticas, una exconstituyente -entre varios consultados- y un gobernador regional.
Daniel Jadue, alcalde de Recoleta (Partido Comunista)
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
El Apruebo -creo- pierde porque hay un malestar social tremendamente difundido en nuestra sociedad, que tiene que ver con la desilusión que genera que a cuatro años del inicio de la revuelta de octubre las condiciones materiales del pueblo de Chile no hayan mejorado. Este malestar, por supuesto, estuvo asistido de manera bastante poco ética por una campaña del terror y de mentiras que logró permear a una parte significativamente importante de la población. (…) Por supuesto el resultado tiene múltiples factores, hay una crítica al gobierno y a su gestión, hay efectivamente un déficit sustancial de lo que fue el comando del Apruebo, hay un problema también con las expectativas de la ciudadanía, y hay un problema también de los partidos, que efectivamente estuvieron bastante ausentes de esta disputa, y no se contactaron con la ciudadanía y mantienen hasta el día de hoy una distancia que lejos de irse achicando se va acrecentando en el tiempo.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Creo que no. Cuando uno mira la propuesta constitucional de manera seria y rigurosa, se da cuenta que la atiende las demandas que existen hoy día en nuestro país, y les da solución adecuada. Por lo tanto, no creo que la convención haya estado desconectada. Sí creo que en el proceso faltó más participación popular y faltó más tiempo para que la convención pudiera comunicar de manera adecuada los resultados y la propuesta definitiva. Nunca estaré de acuerdo con que la convención hizo un mal trabajo, o que la propuesta no era adecuada. Le puedo asegurar que tuvimos una propuesta de gran calidad, y tuvimos una convención de gran calidad que sufrió y trabajó bajo asedio permanente.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Todo debe mantenerse, ningún tema debe dejarse de lado. Puede que alguno merezca un ajuste, puede que alguno merezca pequeñas modificaciones o precisiones, pero no creo que ninguno de los temas que planteó la propuesta de nueva Constitución pueda dejarse de lado. Ahora, quizás, en términos de proceso, lo que habría que considerar, y esto es un error del proyecto y del acuerdo del 15 de noviembre, es que el plebiscito de salida podría contemplar un plebiscito dirimente de tal manera de que pudiéramos terminar de todas formas con un proyecto aprobado y que no se sometiera a consideración en una sola pregunta un texto tremendamente complejo.
Isabel Godoy, exconvencional representante del Pueblo Colla
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Esta convención estaba diseñada para que perdiera. La clase política abre o anuncia esta convención constitucional solamente para aplacar el estallido social y, por lo tanto, diseña algo que se asemejara a la asamblea constituyente que la gente exigía. Primero, para que no resultara, pero como seguimos avanzando buscó otras estrategias para poder llevarla al Rechazo o al fracaso y eso fue, primero, desacreditar la convención y a los convencionales, que la gente perdiera credibilidad, y luego ir instalando fake news, mentiras, que fueron calando hondo en la gente, y para nosotros fue muy difícil revertir. Y cuál fue nuestro error, fue habernos confiado de aquello y no haber mirado cuánto iba a calar ese descrédito que nos hizo la derecha, que la gente después, tal vez, perdió la credibilidad en la convención y en algunos de nosotros. Nosotros cometimos el error de no haber fortalecido las organizaciones territoriales, creo que ese fue el grave error nuestro. (…) Entonces, eso fue no haber estado en los territorios, habernos desconectado de los territorios, pero no nos desconectamos porque no nos interesara, sino que nos desconectamos porque no había tiempo, porque el diseño no lo permitía, el diseño estaba hecho para que fracasara.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Creo que sí, perdió conexión, pero no por voluntad, sino que por un diseño que fue hecho para eso, porque nosotros tuvimos semanas territoriales solamente hasta el mes de enero, de ahí no pudimos venir más a los territorios, nos quedamos encerrados en Santiago, y eso por cierto que nos pasó la cuenta, porque no tuvimos conexión con la gente, no tuvimos organizaciones de base fuerte en los territorios que pudieran continuar el trabajo que nosotros ya no podíamos hacer.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Qué cosas deberían mantenerse, por supuesto esa frase que dice que ‘el poder radica en el pueblo’, eso principalmente. Lo otro, que el Estado sea un Estado social y democrático de derechos, porque es la demanda más sentida de la población, de la ciudadanía, de la gente. Además, la renacionalización del cobre, también un nuevo sistema de seguridad social que atienda las demandas de la gente, es decir, terminar con las AFP, y el agua que sea un derecho humano, porque es una de las demandas que más hemos reclamado los últimos años, por la enorme sequía agudizada porque el agua es un bien de mercado, nosotros como pueblo originario hemos dado esa lucha desde siempre. (…) Y obviamente el reconocimiento de los pueblos originarios, que nosotros podamos tener participación real, efectiva, y que seamos nosotros quienes podamos decidir cómo nos organizamos social, cultural, y políticamente, y no que el Estado, de forma paternalista y patriarcal, nos esté diseñando la forma en la cual nosotros nos relacionamos en los territorios.
Claudio Orrego, gobernador de la R.Metropolitana (Democracia Cristiana)
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Por la mala situación del país en términos de delincuencia, migración e inflación; por una convención llena de excesos y sectarismo; por un texto que tuvo normas o vacíos que simplemente no le hicieron sentido a la mayoría abrumadora del país, y por una mala campaña del Apruebo que no asumió desde el inicio la necesidad de reformas.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Absolutamente. Estaban en una burbuja y la mayoría fue sorda a todos los llamados pidiendo moderación, diálogo y acuerdos transversales.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
El nuevo texto es muy potente en paridad de género, regionalización, participación y protección de medio ambiente; además, por cierto, del Estado social y democrático de derecho y una serie de derechos garantizados. Ahora, es imprescindible reponer el estado de excepción, la iniciativa exclusiva del Presidente en gasto, el Senado, eliminar el consentimiento y justicia indígena y cambiar la composición del consejo de Justicia.
Karina Oliva, ex militante del Partido Comunes
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Podemos identificar ciertos factores que ayudan a entender lo que pasó. Primero, al proyecto que defendía el proceso constituyente le faltó capacidad para hacer converger un momento de cambio histórico constitucional con las urgencias contingentes de la ciudadanía en la agenda de políticas públicas. Nos faltó comunicar mejor y comprender que la cancha en la que nos jugábamos aprobar una nueva constitución no era la nuestra y, por tanto, el esfuerzo debía ser mucho más colectivo, unitario y ciudadano. Por otra parte, es efectivo que existió una campaña de desinformación, creo que no supimos responder adecuadamente. A mí me llama la atención que el gobierno no haya puesto más fuerza en que el canal público, que TVN cumpliera un rol mucho más activo de información y que al final se comportara como un canal privado cualquiera.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
La política viene perdiendo conexión con la ciudadanía hace mucho y me parece que la convención partió marcando una diferencia, pero con el tiempo fue perdiendo esa conexión que había alcanzado en un principio. ,Otro factor determinante, es que a la élite de nuestro país nunca les gustó la convención, nunca quisieron cambiar la constitución del 80 y, por tanto, aprovecharon los gustitos identitarios que se fueron dando en el proceso, que evidentemente afectaron en la conexión con el pueblo. También es importante decir que el cambio constitucional significaba dejar en el pasado el legado del consenso neoliberal de la transición, ello significaba un cambio de paradigma en la sociedad chilena.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Lo primero, es que el debate no sea secuestrado por los partidos y la élite económica de Chile; el protagonismo lo debe tener la ciudadanía, y el nuevo proceso debe ser democrático y con protagonismo popular. Respecto a los temas que deben mantenerse, me parece que hay un consenso sobre el Estado Social de Derechos que proponía la nueva constitución, para poner fin al Estado subsidiario de la constitución del 80. Otros ejes que son de vital importancia sostener, es el carácter feminista, desentralizador y ecologista que tenia el texto rechazado. Sin embargo, debemos ser más audaces en construir instituciones públicas con mayor protagonismo ciudadano, tanto en el sistema electoral y político. Creo que estos ejes son el piso mínimo para el debate constitucional que el país merece.
Juan Luis Castro, senador del Partido Socialista
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
El Apruebo perdió, en primer lugar, por culpa de los constituyentes que se divorciaron de la realidad social y política del país. Tuvieron posiciones, a veces, extremas o confusas y terminaron ofreciendo un mal producto al país. En segundo lugar, la conducta de los constituyentes les hizo perder la gran confianza soberana que tuvieron en su origen. Tercero, el gobierno también tuvo un castigo, que es inevitable endosárselo, por el rol protagónico que tuvo el propio Presidente Boric defendiendo el Apruebo.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Perdió al poco andar la conexión con el país. Los signos, el himno nacional, la mentira que instaló Rojas Vade, la votación en la ducha, las condiciones en las cuales se excluyó a muchos sectores, el ninguneo a los expresidente de la República. Todo eso fue un cóctel mortífero, porque demostró un nivel de autonomismo enajenante, ajeno a la realidad del país.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Debe mantenerse el Estado social de derecho, el cuidado del medio ambiente. Mejorarse todo lo que es la propiedad del agua y las garantías hacia la ciudadanía. Debieran corregirse los sistemas de justicia que están planteados, los niveles de autonomía que tienen las regiones y las comunas. Obviamente el consentimiento indígena debe revisarse, no debería quedar en la Constitución, sino en una ley, y también revisar la interrupción del embarazo. Solo por mencionar algunos tópicos inevitables que tienen que ser totalmente corregidos, porque son los que generaron más controversia e hizo que muchos no aceptarán el conjunto del texto por aspectos específicos que les resultaban inaceptables.
Emilia Schneider, diputada del Partido Comunes
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Hay muchos factores, uno de ellos sin duda tiene que ver con los errores de algunos constituyentes, como el caso Rojas Vade. La confianza en el proceso fue decayendo y hubo un voto castigo al sistema político por parte de personas que nunca habían votado y lo hicieron de forma obligatoria. Sería muy simplista quedarse con que solo es culpa de la convención, hay un voto rechazo muy relacionado al malestar y la falta de atención a urgencias sociales, como la seguridad y el alza del costo de la vida, todo esto agudizado con la pandemia y la crisis económica mundial. No supimos transmitir a los sectores populares que la nueva Constitución iba a traer consigo una mejora concreta en sus vidas, que se debe, en parte, a incapacidad propia y también a una campaña con muchas mentiras y noticias falsas a lo cual no hay que bajarle el perfil.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
El resultado significa que la propuesta de la convención no pudo construir mayorías, y al igual que la Constitución actual no representa al pueblo chileno. Eso sin duda es una evaluación negativa del trabajo de las y los constituyentes, pero creo que la mayoría hizo un trabajo serio, a pesar de errores y excesos puntuales que terminaron por restarle legitimidad al proceso.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Hay un consenso mayoritario en que Chile debe ser un Estado social que garantice derechos como la educación, la seguridad social, la vivienda y la salud. Hay que recoger otras innovaciones que nos ponían a la altura de los desafíos del futuro: el cuidado del medioambiente, los derechos de mujeres y diversidades sexuales, la paridad, el reconocimiento de pueblos indígenas y una democracia más participativa.
Claudia Pascual, senadora del Partido Comunista
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Creo que hay muchos factores, y tengo la impresión que todavía nos falta poder aquilatar de mejor manera la totalidad de elementos que pueden haber influido en esta realidad. Hay que remontarnos desde lo que tendrá que implicar un análisis de la propia Convención, también (de) la campaña furibunda de mentiras, de descrédito de la Convención que hubo durante todo el tiempo sostenido, y en ese marco también indudablemente nos tiene que haber afectado que las fuerzas del Apruebo trabajamos esperando que la Convención terminara su trabajo. (…) Creo que otro ámbito importante va a tener que ser el análisis que podamos hacer de cómo se puede llegar en tan corto tiempo con tantos mensajes de las buenas noticias que tenía el texto constitucional. (…) Entonces, en definitiva faltó tiempo para poder explicitar más, y quiero ser muy responsable y respetuosa, pero creo también que los medios de comunicación masivos, sobre todo la televisión, no aportó mucho en materia de poder hacer una explicación. (…) Y no estoy para nada restando en ningún caso las responsabilidades que pudiéramos tener nosotros, en términos de si partimos a tiempo o no nuestra campaña, si nos desplegamos todos de igual manera, parece que hubo algunos actores que del Apruebo que decían que aprobaban, pero no hicieron mucha campaña.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Me cuesta llegar a una conclusión tan categórica como la que usted expone, porque creo que la Convención, el texto entrega, revisiones más, revisiones menos, precisiones más que se le pudieran hacer, refleja muy bien una gran cantidad de inquietudes que la diversidad de formas de pensar nuestro país tiene. (…) No creo que haya perdido conexión desde el punto de vista de las demandas. Distinto es evaluar si acaso los convencionales tuvieron que estar mucho más concentrados en la Convención, perdiendo la posibilidad de devolverse a sus territorios de forma constante para poder seguir trabajando, anunciando lo que iban avanzando, pero también recogiendo de los propios territorios y las comunidades esas conversaciones.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Las temáticas en materia de derechos sociales son fundamentales que se mantengan. Yo creo que habrá que buscar la formulación de un Estado social de derechos y democrático, porque eso permite construir un país mucho más justo y solidario. (…) Me parece que no se podría retroceder en materias de reconocimiento del lugar que tenemos que tener las mujeres y el respeto a las diversidades sexo-genéricas. (…) También hay que tener un reconocimiento de la plurinacionalidad. (…) En materia de descentralización, de arquitectura institucional, hay muchas cosas que rescatar del texto de la nueva Constitución. Soy de la opinión, que no va a ser muy compartida por mis colegas senadores y senadoras, que hay que cambiar el sistema de cámaras, pero creo que al menos tendrán que revisarse las facultades del senado si es que no se permite cambiar el senado.
Diego Ibáñez, diputado de Convergencia Social
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Primero, creo que todos los resultados hay que tomarlos con humildad, con autocrítica. El Apruebo no fue capaz de ganar porque no pudo entregar la certidumbre de que ese otro mundo posible que representaba la nueva Constitución daba más seguridad para vivir mejor. Hoy la gente vive con miedos y con la tensión de que lo poco que tiene puede perderlo. También contribuyó una campaña del rechazo que alimentó esos miedos y nosotros no fuimos capaz de contrarrestarlo con un lenguaje sencillo que hiciera sentido.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Lamentablemente la convención se vio atrapada en la dinámica política, que no conversa sobre sus urgencias. Se le pidió algo que no podía dar y entregar, eso es muy sintomático de la crisis de las instituciones, que hoy se sostienen en un hilo muy delgado ante una ciudadanía cada vez más refractaria a las dinámicas del poder.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
El nuevo proceso de catálogo de derechos sociales, la participación ciudadana, la descentralización, son elementos que son valorados transversalmente. Es evidente que hubo una complejidad de materia, de participación de pueblos indígenas que estuvo permeada de una campaña de contra información que no se pudo revertir, a propósito de la división del Estado de Chile, y esos van a ser temas que habrá que trabajar de una manera más coordinada con el resto de las fuerzas.
Felipe Delpín, alcalde de La Granja y expresidente de la Democracia Cristiana
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Siempre es difícil llevar adelante los cambios, sobre todos cuando estos son profundos y buscan una nueva relación de nuestra sociedad. Los intereses en juego son muy grandes y por lo mismo son poderosas las fuerzas que se oponen, y que no le quepa la menor duda, se van a seguir oponiendo a estos cambios. Si a esto agregamos un sinnúmero de acciones y elementos que durante más de un año fueron instalando en la opinión pública una percepción negativa, primero de la discusión, luego del borrador y por último del texto constitucional, llegamos a un resultado impensado para todos. Hay que reconocer que la campaña en contra de una nueva constitución tuvo un desempeño notable, incluso más allá de lo que la misma derecha esperaba.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Cuando elegimos democráticamente a los convencionales, elegimos a personas comunes y corrientes que en su vida no tenían incorporadas costumbres protocolares ni nada de eso. Por otra parte hubo episodios desagradables que fueron ampliamente difundidos y causaron molestia en la opinión pública. El proceso de discusión también fue tortuoso y se destacaron aquellos temas más controversiales (que finalmente no estuvieron incluidos en las propuestas) y, además, como lo han reconocido varios convencionales, también hubo maximalismo por parte de algunas bancadas, que se reflejaba en los artículos que nosotros nos comprometimos a corregir.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
La propuesta tiene muchos más elementos positivos que negativos. Si hubiera que destacar algunos positivos. el primero de ellos es el cambio de paradigma respecto de la función del Estado, estamos en condiciones de definir que este país va a avanzar hacia un Estado social de derechos. La paridad, la sustentabilidad, la inclusión que incorpora la plurinacionalidad, sin duda son desafíos que nuestro país tiene que enfrentar para que los ciudadanos seamos partícipes de las riquezas de nuestro país y responsables de su cuidado. Esa es la forma de tener paz social, de ser confiables para la comunidad internacional y los inversionistas y, en definitiva, para generar mayor crecimiento, mayor productividad: sentirnos parte de un país que es justo con todos sus hijos. En lo negativo, tal vez resolver de mejor manera el sistema de gobierno, clarificar algunos elementos del sistema de justicia. De todas formas, la implementación de lo constitucional corresponde a la ley, por lo que finalmente es el congreso el encargado de limitar y puntualizar este marco llamado constitución.
Vlado Mirosevic, diputado del Partido Liberal y oordinador del comando del Apruebo
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Creo que hubo un espíritu que la gente rechazó, mucho más allá del texto o de los contenidos. Fue un espíritu que impuso un grupo de constituyentes, ni siquiera el total, que fue un espíritu más sectario, que no construía mayoría y que terminó ahuyentando a las grandes mayorías porque se trataba de un tono de mucha arrogancia. La gente esperaba más y mejor comportamiento de parte de los constituyentes y de la Convención. Creo que, poco a poco, eso fue distanciando, desilusionado. Cuando ya salió el texto, la mayoría de la gente ya tenía un juicio creado respecto de la constitución. El triunfo del Rechazo, en un escenario de voto obligatorio, se explica bastante por esa lejanía que tomaron las grandes mayorías con el trabajo que vieron.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Creo que sí. La convención se dedicó a hacer su trabajo, que no era fácil por supuesto, pero una serie de errores y de discursos que dieron, no ayudaron a construir mayoría sino, por el contrario, las terminaron ahuyentando. Le faltó conexión a muchos. Esto es una generalización, porque hay gente que yo rescato y creo que hicieron un tremendo trabajo como Agustin Squella, Patricio Fernández, Jorge Abarca, que son al menos los que resultaron electos con el Partido Liberal y que hicieron un trabajo muy serio. Pero los errores o los excesos de algunos terminaron empañando el trabajo de todos.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Hay varias cosas que creo que son un avance y que la mayoría de la sociedad chilena estaba de acuerdo: paridad o derecho de las mujeres y medio ambiente. porque somos uno de los 10 países que vamos a ser más afectados por el cambio climático. En tercer lugar, derechos sociales en general y, cuarto, descentralización. Esos cuatro aspectos estoy seguro que la mayoría de la gente no rechazó. Respecto de cosas que hay que dejar afuera, en el sistema político hay hartas correcciones que hacer; la reelección presidencial creo que hay que eliminarla, que los parlamentarios tengan iniciativa presupuestaria también. La eliminación del Senado fue un error, se requiere de contrapesos. La justicia indígena también quedó tan cuestionada, creo que no logró construir mayorías.
Tomás Hirsch, diputado de Acción Humanista
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
El Apruebo perdió por una multiplicidad de factores. En primer lugar, hay que considerar, sin duda, la performance de la Convención, que generó desde el primer momento situaciones de duda, de distancia, de desafección, y eso incidió fuertemente en el resultado, más allá del contenido de la propuesta de la Convención. En segundo lugar, por temores. Creo que la propuesta de la Convención era una propuesta de transformaciones profundas y estructurales para nuestro país, y eso alentó temores que están muy instalados en la sociedad chilena. En una sociedad que es profundamente individualista, la derecha y las élites económicas aprovecharon para instalar y profundizar esos temores, que le van a quitar la vivienda, que se van a quedar sin fondos de pensiones, que no van a poder transitar por Chile, que les van aplicar una justicia diferente, todas cuestiones que son mentiras, mentiras brutales, pero se instalaron y la gente conectó eso con sus propios temores.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
No creo que la Convención perdiera contacto con la realidad del país, por el contrario. Creo que interpretó muy bien las múltiples demandas que existen en Chile y que se arrastran ya por décadas: la demanda por vivienda, la demanda por protección medioambiental, la demanda por equidad de género, la demanda de las diversidades y disidencias, las demandas de la regiones, las demandas de los pueblos originarios, las demandas de los adultos mayores, las demandas por salud, las demandas de los estudiantes, creo que estuvieron muy bien consideradas. Entonces, el problema no es pérdida de conexión. Quizás le faltó una construcción que le diera integralidad más allá de las demandas y las reivindicaciones de cada sector, porque creo que sí se conectó muy profundamente con la multiplicidad de demandas del Chile que la ha pasado muy mal por demasiado tiempo.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Creo que todas estas demandas que he mencionado tienen que mantenerse, porque son las demandas de un Chile que ha estado muy postergado, son las demandas que se expresaron en octubre del 2019, son las demandas de un país que ha vivido una inequidad muy grande. Por lo tanto, todos estos derechos sociales a mí me parece que son fundamentales de mantener. Así es que no hay que equivocarse, aquí no se trata de eliminar derechos sociales para que sea aprobada una nueva Constitución.
Tomás De Rementería, diputado del Partido Socialista
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
No existe un único factor que lo explique. Sin embargo, creo que esto es responsabilidad de lo que he denominado “izquierda boutique”: esos que se enamoraron de la estética de octubre, de las formas, y olvidaron el fondo. Junto a la romantización de los medios de comunicación, tanto de ellos mismos como del rol de la Convención. Esa suma de identidades no representó a las chilenas y chilenos, sino que redundó en el alejamiento de sectores tremendamente significativos para nosotros, cuyas luchas hemos representado y respetado históricamente. Y me duele que, por ejemplo, critiquen la decisión de rechazar de zonas tan golpeadas como Petorca o Quintero, porque ellos merecen soluciones, no shows como lo que vimos con los exconvencionales.
2. ¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
Absolutamente. La Convención generó una idea del derecho “contracultural” a lo que los chilenos querían, no consideraron a amplios sectores de la sociedad y se obnubilaron con sus propias ideas sin hacer una socialización ante la ciudadanía. Generaron iniciativas no sólo polémicas, sino que gatillaron -y con justa razón- que la gente se aleje incrédula. No era posible empatizar con quien desprecia abiertamente nuestros emblemas nacionales, con quien atacó a nuestras instituciones o se manifieste de manera irrespetuosa hacia nuestras autoridades. Incluso, se rieron de nuestro himno. Asumieron una actitud refundadora, casi mesiánica, que no era parte de su mandato inicial. No entendieron el 18-O y, en el proceso, se desconectaron. Tenían una visión del país que no podía estar más alejada de la realidad. Es más, no entendieron que octubre ya pasó y continuaron actuando como en la calle. Mientras, el Frente Amplio se tapaba la cara para no asumir esa evidente molestia en la calle, y Stingo o Baradit ninguneaban las preocupaciones diarias de la gente. El PS fue crítico del proceso y entonces nuestros convencionales fueron etiquetados como “enemigos del proceso”.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Creo que hay consenso en la idea de un Estado social y democrático de derecho. La idea de un Estado regional, junto a la ampliación de los derechos sociales son puntos que no pueden ser desechados. Ese debería ser el “desde”, no el “hasta”. Como bancada de Diputadas y Diputados del Partido Socialista no permitiremos que esta situación se repita, ni los gustitos personales, ni las performances ni los maximalismos, no sólo porque alteran la vida de las chilenas y chilenos, y la convivencia social, sino porque esta aventura de los convencionales sin ningún contrapeso nos costó demasiado caro. Necesitamos generar grandes acuerdos para avanzar y, por supuesto, invitar a la derecha a dialogar.
Jorge Ramírez, ex presidente Partido Comunes
1. ¿Por qué perdió el Apruebo?
Si bien hubo una campaña de desinformación brutal, la primera responsabilidad por esta derrota es nuestra y me parece horrible estar responsabilizando a la ciudadanía: hay que parar con el ninguneo y debemos ser mucho más autocríticos. Parte importante de la derrota es precisamente por haber elitizado el debate y las vocerías. No logramos hacerle sentido a la ciudadanía, no logramos conectar la propuesta de nueva Constitución con las esperanzas que el pueblo tenía puestas en este proceso. No creo que el triunfo del Rechazo sea un portazo a las ideas de cambio contenidas en la propuesta, pero evidentemente hay mucho que mejorar. (…) Era un buen texto con una muy mala campaña. El comando “oficial” como le llamaban los partidos de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, escondieron a la ciudadanía, pusieron de voceros a miembros de una de las instituciones peor evaluadas por la gente, no articularon con los alcaldes y concejales que son quienes realmente están en los territorios y conocen las particularidades de las comunas, hicieron hermosos recitales, mientras el rechazo recorría juntas de vecinos, clubes deportivos y sociales convenciendo por su opción. Siempre que se le entrega un rol secundario a la ciudadanía perdemos, de eso tenemos que aprender mucho.
2.¿El resultado significa que la Convención Constitucional perdió conexión con el país?
No sería tan lapidario, la Convención como institución también tuvo convencionales que hicieron campaña por el Rechazo, desde antes que estuviera escrito el texto, incluso desde mucho antes que comenzará a discutirse el texto. Y en ese sentido hay que hacer un reconocimiento a todos y todas las convencionales que dedicaron sus esfuerzos y trabajo para lograr alcanzar un texto constitucional que es un tremendo avance. Ahora, quienes no quieren que nada cambie también tuvieron cuotas de representación en la Convención, trabajando y dificultando todo. Recordemos que este proceso partió con un Gobierno que no quería cambios y por tanto no ayudó a que la Convención tuviera los recursos mediáticos y sociales que requiere un proceso histórico como el que estamos viviendo. Eso sí, y más allá de las solemnidades y performances dentro de la Convención, hubo incapacidad para establecer una relación con la ciudadanía mucho más cercana, para ir conversando artículo por artículo con la gente, para ir tomando la temperatura social de cada discusión. Tengo la impresión que hubo un sector de la Convención que sesionó más para sí que para Chile, y eso al final del día pasa la cuenta.
3. En el nuevo proceso que se inicia, ¿qué temas que se incluyeron en la propuesta rechazada deberían mantenerse y cuáles dejarse de lado?
Hay temas que son estructurales, tales como superar un Estado subsidiario, donde lo público baila al ritmo de los privados, y construir un Estado social de derechos, donde público y privado convivan bajo reglas comunes. Asimismo, es urgente sentar las bases de una vejez digna, el derecho a la salud, una educación pública y de calidad para todos, un Estado que garantice el derecho a la seguridad de manera equitativa, la justicia ambiental, entre otros. En definitiva, todos aquellos temas que supongan democratizar la sociedad para tener instituciones que funcionen bien, en beneficio de todos y no en función de los intereses de unos pocos, que es lo que sucede bajo la actual Constitución. Creo también que la Constitución no puede ser una lista de demandas, sino que un acuerdo mínimo social para pensar y distribuir el poder de manera tal que no haya privilegios para algunos ni se castigue a los últimos de la fila. Por eso no creo que se trate de poner o sacar temas, sino de cómo avanzamos en un cuerpo colectivo en vez de promover una lista de supermercado para dejar a las identidades particulares contentas.