En los últimos años se han producido progresos en los procesos técnicos para reciclar productos tecnológicos, los que han sido impulsados desde las mismas empresas muchas veces. HP es una de las compañías que ha creado métodos para reutilizar sus materiales y está intentando expandir el alcance de su programa a más países. Sin embargo, el calentamiento global plantea dudas sobre si los esfuerzos son suficientes, dada la magnitud del problema.
13,9 kilógramos de chatarra electrónica desechará cada chileno durante 2027, según un estudio publicado en enero por el Ministerio de Medio Ambiente en conjunto con Fundación Chile (FCh) y E2BIZ Consultores. Eso es un 44,8% de aumento desde los 9,6 kg que se desecharon en 2017.
A nivel mundial el problema ya alcanza alrededor de 50 millones de toneladas al año.
Las soluciones que se han planteado en gran parte de los países tienen que ver con la responsabilidad que asume el productor respecto de los desechos.
Así, por ejemplo en Perú y España, es este el que tiene que hacerse cargo de cómo reciclar sus productos por ley.
En Chile ya se promulgó la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que tiene el mismo objetivo, pero todavía no hay reglamento, que se espera sea publicado antes del fin de este Gobierno.
Mas, ¿cómo reciclan los productores los desechos electrónicos?
Proceso
Dos de las plantas más avanzadas en esta materia son las que utiliza HP en La Vergne, Tennesse, propiedad de la empresa Sims.
En una de las plantas se reciclan cartuchos y tóner proveniente de Canadá, América Latina -excepto Brasil, porque hay otra planta en Sao Paulo- y Estados Unidos.
HP impulsa el reciclaje a través del programa Planet Partners, que alcanza 76 países. En una de sus modalidades, los clientes los pueden enviar en sobres o cajas de HP, o pueden dejar sus productos en tiendas específicas.
Los cartuchos son almacenados en grandes cajas en los almacenes de la empresa y después de eso pasan a una línea de alta velocidad.
En ella, un sistema que funciona con inteligencia artificial y una cámara distingue entre 12 tipos de cartuchos, con una velocidad de 300 por minuto.
Ya clasificados, con un 98% de precisión, van cayendo en cajas. El proceso de selección es fundamental, porque los cartuchos están hechos de distintos tipos de plástico.
Después de eso una gran trituradora los destruye en pequeños pedazos. En un tanque de agua se logran clasificar los materiales: los plásticos más ligeros y la espuma flota, mientras los plásticos más pesados se hunden.
Existe un proceso que es un 50% más eficiente: desensamblar los cartuchos. Una máquina, que va girando con los distintos cartuchos, saca las etiquetas, remueve el circuito y la esponja, dejando finalmente sólo el plástico.
El problema es que por razones técnicas sólo los cartuchos más nuevos pueden pasar por este proceso.
En cuanto al hardware, este es procesado en una planta que está frente a la de cartuchos.
A simple vista se pueden ver impresoras, fotocopiadoras y computadores almacenados por decenas.
El proceso es más manual que el de los cartuchos. En las líneas van pasando las impresoras, que son desensambladas por parte por los empleados.
Una vez que se ha sacado el máximo provecho a las partes que se pueden extraer de las diferentes máquinas, también pasan a trituradoras.
Eficiencia del proceso
En la basura electrónica se pueden encontrar diferentes metales, como cobre y oro, los que tienen un alto valor y, en consecuencia, existen estímulos para extraerlos.
En cuanto al plástico, los de baja calidad pueden ser usados para diferentes productos, como para fabricar bancas y cubrepisos.
Mas la idea de HP es poder volver a utilizar el plástico en su proceso productivo.
El plástico de los nuevos cartuchos de tinta de HP incluye plástico nuevo, pero también incorpora el plástico de los cartuchos, botellas y ganchos de ropa reciclados.
En Haití la empresa emplea a mil 100 personas en el reciclaje de botellas, que recolectan los cursos de agua y el océano.
En total han reciclado 2 mil millones de botellas extraídas del mar. En abril la compañía anunció una inversión de 2 millones de dólares en una línea de lavado de plástico.
Así, produjo el primer computador portátil con plástico de desechos extraídos del océano, el HP Elite Dragonfly.
El porcentaje de plástico es menor: un 5% del parlante, que en total está hecho con un 50% de plástico reciclado de distintas fuentes. Tiene un peso de 1 kilogramo.
Pero el producto más ambientalmente amigable de HP es la impresora Tango Terra. Está hecha con un 30% de plástico reciclado y es carbono neutral.
Incluso utilizan un sistema -HP Instant Ink- en que el cliente reenvía el cartucho una vez que lo termina, y le devuelven cartuchos llenos. De esa forma se aseguran que el plástico va a ser reciclado.
En cuanto al papel, la empresa vende papel reciclado, pero considera también que la mayoría de sus clientes compran de otras fuentes. En consecuencia, aportan a ONGs que reforestan para compensar.
La Tango Terra fue lanzada en Estados Unidos y podría estar disponible en el resto del mundo el próximo año.
Recolección en Chile
Entre los países en que los esfuerzos de la empresa se expandirán está Chile.
En el país se han hecho campañas de reciclaje de hardware, como la Yo Me Sumo, que entregaba descuentos en equipos nuevos a aquellos que entregaran su equipo antiguo.
HP también se comprometía a que con lo reciclado se donarían prótesis 3D para ayudar a niños con discapacidad.
“Es una acción que tomamos para incentivar al consumidor a devolver sus equipos”, detalla Paloma Cavalcanti, gerente de sustentabilidad de HP para América Latina.
El servicio de reciclaje de tóner está disponible para clientes. Se debe rellenar un formulario online para ello. El mínimo de cartuchos a entregar para que los vayan a buscar son cinco. Entre otros, el Poder Judicial ha comenzado a reciclar sus cartuchos de tóner.
Se pretende que en el próximo año se avance para lograr que haya puntos de reciclaje para el hardware y que también se pueda devolver informando a través de internet. También, se incorporará el reciclaje de cartuchos de tinta.
¿Es suficiente?
En 2018, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU aseguró que era necesario que el calentamiento global no superara los 1,5 ºC de aumento.
Para ello, se requiere disminuir las emisiones de dióxido de carbono en un 45% para 2030.
En el caso de HP, su huella de carbono proviene fundamentalmente del uso de sus productos (53%) y de la cadena de suministro (46%). Sólo el 1% corresponde a las operaciones.
En cuanto a los productos, la meta de HP es reducir en “30 % la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero del uso de los productos para 2025, con relación a 2015”, de acuerdo a su Informe de Impacto Sustentable de 2018.
Sobre la cadena de suministros, trabajan con sus proveedores para que ellos reduzcan sus emisiones y también con el reciclaje.
HP recicla 40 millones de cartuchos al año, pero no se especifica en su Informe de Impacto Sustentable de 2018 la producción. Los mismos ejecutivos de la empresa reconocen que falta mucho.
“No estamos obteniendo suficientes cartuchos de vuelta, necesitamos trabajar con nuestros clientes”, comentó al respecto Ellen Jackowski, jefa global de Estrategia de Sustentabilidad e Innovación de HP.
Otra meta es utilizar un 30% de plástico reciclado en los productos de HP en 2025.
Serían pasos importante, que debe verse si se cumplen, porque de acuerdo al Informe del Impacto Sustentable 2018 la huella de carbono aumentó en un 9% respecto al año anterior.
Más allá de eso, se requieren esfuerzos gigantescos, probablemente incluso mayores, si quiere cumplir con las metas que fijó el informe de la ONU para detener de una forma razonable el calentamiento global.
Considerando que HP es una de las empresas más avanzadas en la materia de acuerdo a los entendidos, la tarea en el área tecnológica se ve preocupantemente lejos.
