Reino Unido aceptó recibir de vuelta los 42 contenedores de desechos de plástico exportados ilegalmente a Malasia, anunciaron funcionarios el lunes, sumándose a un movimiento de países del sur asiático que se niegan a convertirse en el vertedero del mundo.
El sureste asiático se ha visto sumergido con el plástico de países desarrollados como Estados Unidos y Australia desde que China -que desarrolló una gigantesca industria del reciclaje- decidió paralizar las importaciones hace un año.
Muchos negocios de reciclado en China se trasladaron a Malasia después de la entrada en vigor de la prohibición, por lo que recayó en manos de los funcionarios organizar la devolución de los residuos a sus países de origen.
A raíz de una visita de responsables medioambientales del Reino Unido, las autoridades británicas acordaron recibir de vuelta los contenedores que habían sido enviados al norteño puerto del estado de Penang el pasado año sin los documentos necesarios para la importación.
La ministra malasia de Medio Ambiente, Yeo Bee Yin, agradeció la decisión de Londres.
“Esta cooperación significa un reconocimiento de que la contaminación del plástico es un asunto mundial que requiere compromiso de varios países para atacar el problema”, dijo en un comunicado.
Las autoridades malasias esperan que los contenedores regresen al lugar de origen antes de que concluya el año, dijo un portavoz de la Alta Comisión Malasia.
Varios países del sureste asiático han devuelto desechos indeseados en los últimos meses. Indonesia devolvió centenares de contenedores a sus países de origen mientras que Filipinas le devolvió un gran barco de basura a Canadá.