Científicos descubren un nuevo canto de ballenas en el océano pacífico norte: lo llamaron "Biotwang"

Créditos: American Cetacean Society
Publicado por Sara Jerez
La información es de EuropaPress

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Domingo 22 septiembre de 2024 | Publicado a las 13:56

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Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Un nuevo estudio reveló que las ballenas de Bryde son la fuente de un nuevo canto, el "Biotwang", en el Pacífico Norte occidental. Utilizando inteligencia artificial (IA), se analizaron 500 TB de datos en solo horas, un trabajo que sin esta poderosa herramienta pudo haber tomado unos 23 años, informaron los expertos.

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El Departamento de Pesca de la Agencia del Clima y los Océanos de EEUU (NOAA) identificó que las ballenas de Bryde (Balaenoptera brydei) son la fuente de un nuevo canto de ballena en el Pacífico Norte occidental.

Los investigadores trabajaron con Google IA y utilizaron el aprendizaje automático para clasificar miles de horas de grabaciones acústicas e identificar cuándo y dónde se producen estos cantos.

En 2014, un estudio de planeadores marinos autónomos de la Universidad de Oregon State en el archipiélago de las Marianas escuchó un nuevo sonido: una vocalización de ballena con sonido mecánico. Lo llamaron “Biotwang”. Sin observadores visuales para identificar la fuente del sonido, supusieron que podría ser emitido por una ballena barbada, pero no pudieron determinar la especie, informa la NOAA.

En 2018, los científicos de la NOAA estaban realizando un estudio visual y acústico de mamíferos marinos en el archipiélago de las Marianas. Durante el estudio de un mes, detectaron 10 grupos diferentes de ballenas de Bryde. En nueve de esos grupos también registraron Biotwangs, resolviendo el misterio de la fuente de la llamada única.

Escuchar el nuevo canto de ballenas tomaría 23 años

Los científicos de la NOAA utilizan grabadoras acústicas pasivas de largo plazo para monitorear la salud y el estado de las poblaciones de mamíferos marinos, particularmente en lugares remotos y de difícil acceso.

En el pacífico norte, desde 2005, se han instalado grabadoras de datos montadas en el fondo en 13 lugares. Estas grabadoras han capturado más de 500 TB de datos, o casi 200.000 horas de grabaciones. Escuchar todo ese audio llevaría casi 23 años. Como el Biotwang no había sido identificado antes, los científicos no tenían idea de dónde podrían encontrarlo en este mar de datos.

Para afrontar el reto, los investigadores trabajaron con Google para utilizar la IA y el aprendizaje automático para analizar los inmensos conjuntos de datos de monitoreo acústico pasivo. Con estas herramientas, se pudo identificar dónde y cuándo se registraron los Biotwang en los datos acústicos anteriores. Gracias a la IA, se logró hacerlo en cuestión de horas, en lugar de años. Los resultados de esta investigación se publicaron recientemente en Frontiers in Marine Science.

Se utilizó un modelo de clasificación de aprendizaje automático de vocalización de mamíferos marinos de múltiples especies de código abierto. Este permitió analizar las grabaciones de manera rápida y eficiente, con un nivel de precisión mayor que el disponible con los métodos tradicionales.

El equipo identificó una presencia estacional constante de Biotwangs solo en el archipiélago de las Marianas y al este en la isla Wake. Esto sugiere que el Biotwang puede ser un llamado específico de una población de ballenas de Bryde del Pacífico Norte occidental. Saber que los Biotwangs son producidos por una población específica ayuda a monitorear la distribución de esa población.

La ocurrencia estacional de Biotwangs es consistente con la migración de estos rorcuales entre latitudes bajas y medias. Hay un pequeño pico entre febrero y abril, y un pico más grande entre agosto y noviembre, cuando las ballenas pasan por los sitios de grabación. Estos picos varían de un año a otro.

Hubo muchos Biotwangs en 2016, durante un año fuerte de El Niño, y casi ninguno se escuchó en 2021, un año de La Niña. Los investigadores creen que las ballenas pueden estar alimentándose a lo largo de corrientes oceánicas que están fuertemente influenciadas por la Oscilación Decadal del Pacífico.

A medida que avanza el cambio climático, los años más frecuentes y extremos de El Niño y La Niña pueden hacer que la corriente productiva se desplace hacia los polos y sea más variable, según el equipo. Esto significa que las ballenas tendrán que viajar más lejos y trabajar más para encontrar su alimento, lo que puede afectar la salud de la población.

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