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El Campeonato Mundial de Carreras de Caracoles se llevó a cabo en la comunidad rural de Congham, Reino Unido, donde 85 caracoles compitieron en una pista de 34 centímetros planos. El ganador, llamado "Jeff", recorrió la distancia en 4 minutos y 5 segundos.
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Sí, existe un Campeonato Mundial de Carreras de Caracoles. Este curioso evento se realiza anualmente en Reino Unido y reúne a los caracoles más audaces para recorrer los desafiantes 34 centímetros planos (13,5 pulgadas).
La carrera se llevó a cabo en la comunidad rural de Congham, como cada año desde 1960, donde se reunieron docenas de caracoles para competir.
De acuerdo con The New York Times, esta iniciativa también busca conmemorar al Cornu aspersum, el típico caracol de jardín considerado una plaga en el mundo, pero cuya existencia es clave para la salud de los ecosistemas.
A la competencia llegaron 85 caracoles, que “corrieron” divididos en ocho grupos sobre una pista hecha con una tela húmeda sobre una mesa.
Algunos caracoles incluso intentaron hacer trampa, ya que se montaron en los caparazones de sus compañeros, por lo que los organizadores tuvieron que intervenir para despegarlos.
“Es una táctica de carrera injusta. Es como si Usain Bolt empezara los 100 metros y yo le dijera: ‘Voy a subirme a tu espalda, Usain, y saltaré en los últimos 10 metros’“, comentó Nicholas Dickinson, quien organiza la carrera junto a su colega Ian Haynes.
El desafío “olímpico” tomó 2 horas, hasta que de los 85 clasificaron 8 a la final. De este grupo, el ganador fue “Jeff”, un caracol de gran tamaño que tardó 4 minutos y 5 segundos en recorrer las 13,5 pulgadas.
Tradicionalmente, el caracol ganador y su entrenador se llevan a casa un trofeo y una lechuga, pero esta última quedó en el olvido para esta ocasión, según explicó Dickinson, olvidó comprarla. “Podrían acusarme de no cumplir con mis deberes de maestro de caracoles”, bromeó.
El organizador de la competencia, concluyó: “Creo que la gente no acaba de entender si Ian y yo somos personas serias, porque nos tomamos esto muy, muy en serio, pero también reconocemos que es una locura“.