Unos investigadores de la Universidad de Antofagasta desarrollaron una tecnología para sistemas desalinizadores, que consisten en el proceso de purificación del agua. Esto es para la obtención de agua dulce y potable, a partir de agua salada en plantas desaladoras.
Este producto denominado Sobrenadante extracelular antibiofouling es de origen bacteriano y separa el líquido del material sólido que se encuentra en el agua salada, haciendo que el agua limpia flote por encima.
La creación nacional, que está disponible para compañías de tratamiento de aguas, fue desarrollada por el dr. Carlos Riquelme, director del Centro de Bioinnovación (CBIA) de la Universidad; dr. Fernando Silva Aciares, director del Departamento de Biotecnología de la misma casa de estudios; y el dr. Hernán Vera Villalobos, del CBIA.
Esta tecnología se aplica sobre las membranas de las plantas que separan el agua dulce del agua salada para limpiarlas y, al no tener químicos, puede contribuir directamente con el medio ambiente.
En comparación a otros métodos de limpieza que se usan actualmente, no se utilizan químicos, entregando una mayor vida útil a las membranas, que son los elementos que limpian el agua. De esa manera, entrega una limpieza biológica que alcanza una mayor recuperación de la producción del agua.
Comienzan pruebas a gran escala de tecnología de purificación de agua salada
La innovación surgió a través del proyecto científico Fondef ID14I10072 y ID14I20072, y pasó con éxito las pruebas realizadas en laboratorios y en Desaladoras de Aguas Antofagasta S.A, esto en una escala pequeña.
A raíz de esto, el Hub APTA -organización destinada a fomentar la innovación- realizó la transferencia tecnológica con la empresa Glauben Ecology para licenciar esta tecnología en una escala piloto. Así, en agosto se realizarán las pruebas para validar el efecto inhibe la fijación de organismos marinos en el producto.
En su periodo de pruebas a una escala pequeña (en la Desaladora de Aguas Antofagasta S.A), la solución demostró su capacidad de inhibir la fijación de organismos marinos durante el proceso de desalinización de aguas y está dirigida a plantas desaladoras, compañías mineras, entre otras aplicaciones.
Tras ello, en agosto comenzarán las pruebas de escalamiento en la Central Atacama de Enel.