Un grupo de 15 personas de 19 a 60 años conforman la red de restauradores de Mulchén, un acotado pero variado grupo que junto a Fundación El Árbol, trabajan hace más de un año en el programa “Red de Restauradores”. Iniciativa que busca combatir los efectos de la crisis climática en base a la educación ambiental.
El trabajo en Mulchén
Con soluciones basadas en la naturaleza, el grupo ha trabajado desde fines de 2022 en la conservación y protección del Río Bureo y su ribera, en la comuna de Mulchén. En base a la vinculación de la comunidad local y mediante la intervención socioambiental, se busca proyectar un cuidado que perdure en el tiempo.
El programa que cuenta con el apoyo del Gore Biobío, ha realizado mapeos colectivos, diálogos comunitarios, jornadas de restauración, junto con actividades de intercambio de experiencias y una gira tecnológica a la comuna de Llanquihue, en la región de Los Lagos.
Ahora, se ha definido los tres ejes que guiarán el trabajo en el Río Bureo a futuro; sensibilización comunitaria para su cuidado, actividades de educación ambiental en torno al ecosistema y la declaratoria del río como humedal urbano, para lo cual tienen el apoyo municipal.
Desde el Gobierno Regional, el jefe de la División de Planificación y Desarrollo, Blas Araneda, sostuvo que para ellos es “fundamental apoyar iniciativas que se dedican a mitigar los efectos del cambio climático y desarrollan estrategias de enseñanza y cuidados que involucren a la sociedad”.
El caso de Llanquihue
En la gira tecnológica realizada en la comuna de Llanquihue, la red de restauradores buscó tomar ideas para avanzar y llevar a cabo iniciativas que les permitan conservar la biodiversidad de su territorio. En dicho intercambio, destacaron una experiencia, el intercambio con la Fundación Legado Chile.
La Fundación Legado Chile, con base en la comuna de Llanquihue, región de Los Lagos, trabaja hace años por la conservación del patrimonio natural de la zona, desarrollando diversos proyectos de educación y sensibilización ambiental. Estos compartieron su estrategia de trabajo y respondieron dudas de la red de restauradores, orientando los trabajos que desean aplicar en Mulchén.
Además, se logró ver en terreno los avances realizados por esta fundación y por los habitantes de la zona, como el circuito
“Camina Llanquihue” y el Parque Humedal Baquedano. Este último destaca por estar en una zona residencial y ser los propios vecinos quienes actúan como “guardianes” del humedal, midiendo la calidad del agua entre otros parámetros.
Aplicar lo aprendido
“Aprendí principalmente el cómo vincular a la ciudadanía e incentivarlos, ya que son necesarios para las soluciones”, comenta Daniela Cádiz, perteneciente a la red de restauradores de Mulchén.
Para luego complementar que “en la praxis esto queremos implementarlo en nuestro sendero interpretativo por la ribera del Río Bureo, el cual queremos que cuente con la información que las personas necesiten para que la comunidad entienda que es nuestra fuente de agua dulce, por el cual debemos trabajar para su protección y garantizar su sostenibilidad”.
En cuanto a los avances producidos, desde Fundación El Árbol, Carolina Bravo, coordinadora territorial del programa “Red de Restauradores”, sostuvo que “el trabajo se ha centrado en la sensibilización de las comunidades que habitan aledañas al río, centrándonos en estrategias educativas y de intervención social para que las comunidades se integren activamente en este trabajo de transformación territorial”.
Si bien aseguran que el trabajo a realizar se centra en el Río Bureo, con la creación de un sendero ribereño guiado o autoguiado para cuidar este espacio través de la educación ambiental, la red de restauradores no se limita a ampliar su trabajo en un futuro.