Baobab gigante | Wikimedia Commons

Científicos resuelven misterio tras el origen del baobab, mejor conocido como "árbol de la vida"

17 mayo 2024 | 13:09

Científicos del Jardín Botánico real de Kew y la Universidad Queen Mary, en Reino Unido, resolvieron el misterio sobre el origen del árbol baobab o mejor conocido como “árbol de la vida”.

Esta especie recibe aquel nombre en algunas culturas por ser muy longevo, además adopta extrañas formas —a veces muy altas— y tiene la capacidad de almacenar agua en su interior para sobrevivir en entornos áridos.

Los baobab, crecen naturalmente en África y Australia, pero a la fecha se han introducido en diferentes partes del mundo, como India o algunos lugares de Sudamérica. Sin embargo, los científicos no tenían claro cuál era su origen.

¿De dónde viene el baobab?

Ahora, un nuevo estudio de ADN, publicado en la revista Nature, determinó que se originaron por primera vez hace 21 millones de años en Madagascar, la nación insular frente a las costas de Sudáfrica. Los expertos creen que, con el tiempo, sus semillas fueron transportadas por las corrientes oceánicas y terminaron en África y Australia.

Además, con el tiempo y las variables habrían evolucionado, convirtiéndose en diferentes especies. De acuerdo con BBC News, Ilia Leitch, del Real Jardín Botánico de Kew, y su marido Andrew Leitch, de la Universidad Queen Mary de Londres, que lideraron la investigación, estudiaron 8 especies del árbol, seis de Madagascar, una de África y otra de Australia.

“Hemos podido identificar el origen de los baobabs, que son una especie clave icónica que sustenta una amplia diversidad de animales y plantas, así como de humanos“, le dijo Leitch al medio.

Cabe mencionar que el baobab actualmente está en riesgo debido al cambio climático y la deforestación. De hecho, ya 2 especies de Madagascar están en peligro de extinción, incluyendo el “baobab gigante”, que es el más conocido de todos por su enorme tamaño.

Los científicos hicieron un llamado a tomar más medidas de protección para estas especies y esperan que su estudio sea un aporte para abordar la problemática. “Los datos nos han permitido proporcionar nuevos conocimientos importantes que informarán su conservación para salvaguardar su futuro”, concluyó Leitch.