No, no es ciencia ficción, estudios recientes están pronosticando un evento climático que podría llevar al hemisferio norte a congelarse. Esto podría ocurrir desde 2025 en adelante y afectaría progresivamente a todo el planeta.
Un estudio publicado la semana pasada en la revista Science por científicos del Institute for Marine and Atmospheric Research Utrecht (IMAU), dice que, en cuestión de años, el derretimiento de glaciares podría alterar las corrientes oceánicas y congelar gran parte del planeta.
Se trata de la Corriente del Golfo, parte de un sistema de corrientes más amplio, oficialmente llamado Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico o AMOC. Este cumple el rol de transportar agua caliente hacia la superficie del océano en el norte del planeta, desde los trópicos.
Los expertos, creen que el cambio climático, que está desencadenando en el derretimiento de los glaciares, podría producir un cierre abrupto de las corrientes del Océano Atlántico.
Con esto último en cuenta, realizaron simulaciones y concluyeron que se avecina un punto de inflexión “similar a un acantilado” en el futuro cercano.
Se cree que el último cierre total de la AMOC se produjo al final de la última Edad de Hielo propiamente dicha, hace unos 12.000 años, cuando las temperaturas en Europa occidental se desplomaron hasta 10°C.
¿Cuándo podría congelarse el hemisferio norte?
“Nos estamos acercando al colapso, pero no estamos seguros de cuánto más”, afirmó el autor principal, René van Westen, climatólogo y oceanógrafo de la Universidad de Utrecht. “Nos dirigimos hacia un punto de inflexión”, aseguró.
Según van Westen, cuándo puede ocurrir una catástrofe climática global de este tipo es “la pregunta del millón”. “Desafortunadamente no podemos responder [a eso] en este momento”, dijo el científico. “También depende del ritmo de cambio climático que estemos provocando como humanidad”.
La Tierra soportó 12 meses consecutivos de temperaturas 1,5°C más altas que las de la era preindustrial por primera vez desde que se tiene registro, según el más reciente informe del monitor climático de Europa, en lo que los científicos llamaron una “advertencia a la humanidad”.
Según los últimos informes climáticos, las temperaturas de la superficie del mar también están batiendo récords, lo que podría acelerar el calentamiento de la Corriente del Golfo, anticiparon los investigadores.
Los océanos cubren el 70% del planeta y mantienen la superficie de la Tierra habitable al absorber el 90% del exceso de calor producido por la contaminación de carbono procedente de la actividad humana desde los albores de la era industrial.
Los océanos más calientes significan más humedad en la atmósfera, lo que lleva a un clima cada vez más errático, como vientos feroces y lluvias poderosas.
Los investigadores de la Universidad de Utrecht diseñaron una simulación por ordenador en la que pudieron medir un repentino debilitamiento de la circulación oceánica. La simulación introdujo agua dulce en el Océano Atlántico y, como resultado, la fuerza de la circulación disminuyó gradualmente hasta alcanzar un “punto de inflexión” crítico y colapsó.
Según los resultados, el clima del hemisferio norte se enfriará aproximadamente 1°C por década, y algunas regiones incluso experimentarán un enfriamiento de más de 3°C por década, mucho más rápido que el calentamiento global actual de aproximadamente 0,2°C por década.
Además de hundir a los países en una congelación profunda, esto extendería el hielo del Ártico más al sur, aumentaría aún más el calor en el hemisferio sur, cambiaría los patrones globales de lluvia y perturbaría la selva amazónica.
“Hemos descubierto que una vez que se alcanza el punto de inflexión, la cinta transportadora se detiene al cabo de 100 años”, afirman los autores. “El transporte de calor hacia el norte se reduce considerablemente, lo que provoca cambios climáticos abruptos”.
Si bien teorizan que podría ocurrir a partir del 2025. En realidad no saben cuándo exactamente se alcanzará este punto de inflexión que hará al hemisferio norte congelarse, podrían faltar pocos años o décadas.
“La investigación demuestra de manera convincente que el AMOC se está acercando a un punto de inflexión basado en un indicador de alerta temprana robusto y de base física”, afirmó Tim Lenton, presidente de cambio climático de la Universidad de Exeter, que no participó en el estudio.
“Lo que no puede decir (y no dice) es qué tan cerca está el punto de inflexión, porque demuestra que no hay datos suficientes para hacer una estimación estadísticamente confiable de ese punto”.
Los autores del estudio no saben exactamente cuándo ocurrirá el colapso, aunque un estudio anterior de científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, y publicado en la revista Nature Communications explicó que podría ocurrir “en cualquier momento” a partir de 2025.
Si la AMOC colapsara, el impacto sería devastador, decía ese estudio, publicado a mediados de 2023. Europa se vería sumergida en un profundo congelamiento, mientras que la mayor parte de África, el Caribe y países sudamericanos como Colombia, Perú y Bolivia experimentarían temperaturas vertiginosas.
“El cierre del AMOC puede tener consecuencias muy graves para el clima de la Tierra, al cambiar, por ejemplo, la forma en que se distribuyen globalmente el calor y las precipitaciones“, afirmó el profesor Peter Ditlevsen, del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.
“Si bien el enfriamiento de Europa puede parecer menos grave a medida que el planeta en su conjunto se calienta y las olas de calor se producen con mayor frecuencia, este cierre contribuirá a un mayor calentamiento de los trópicos, donde el aumento de las temperaturas ya dio lugar a condiciones de vida difíciles”, anticipó.