Hace unos años los desechos de la industria de ropa terminaban en el gran vertedero textil ubicado tras la toma “El paso de la Mula”, en Alto Hospicio. Las montañas de basura se podían ver desde el espacio y se estimaba que era uno de los vertederos de ropa más grandes del mundo.
Todo esto generó una presión adicional a las autoridades para controlar el problema. En Junio 2023 hubo un incendio que duró varios días donde el vertedero se consumió. Así lo explica Rosario Hevia, fundadora de Ecocitex, que esta semana viajó al Norte para entender más del problema y grabar un documental.
“En junio 2023, se quemó el vertedero. Para esto se hicieron montañas de ropa, se quemaban, apilaban y se tapaban con arena. Hoy no es fácil cruzar a la zona y si uno lo mira de lejos parecen grandes dunas, sin embargo, si uno logra llegar, al acercarse y escarbar, uno puede evidenciar que son cerros de ropa quemada y tapada”, señala.
Dado que el comercio de ropa usada sigue siendo altamente rentable, la importación de ropa sigue aumentando, donde se importan contenedores llenos, que se abren y seleccionan aquí en Chile.
La ropa luego se va a los importadores, que después de seleccionar, filtrar y clasificar, venden fardos tanto en Chile como en países vecinos: Bolivia, Perú y Argentina. Parte de la ropa se vende en una de las principales ferias de la zona de “La Quebradilla”, donde se puede encontrar prendas tan baratas como infantil $100 y adulto a 3 prendas por $1.000.
Ahora existen mini vertederos textiles ilegales en Alto Hospicio
El gran problema es que lo que no se quiere o puede vender termina siendo botado en el desierto en mini vertederos ilegales, explica Rosario.
“Los mini vertederos están siendo dominados por personas indigentes que viven en ellos“, asegura.
“El acuerdo es el siguiente: los fleteros depositan la carga, la que va desde ropa hasta otros desechos, las personas que viven en los micro vertederos, controlan su zona, reciben la carga, seleccionan para vender lo que les sirve y queman el resto, tienen que quemar rápido, ya que si pasa el siguiente flete y aún hay carga sin quemar lo llevan a otro micro vertedero“, añade.
Rosario, quien fue a un micro vertedero y pagó para poder filmar y revisar la ropa, sacó un par de prendas para poder mostrar y luego evidenció como horas después toda la ropa que quedaba estaba siendo quemada.
“Los incentivos, son varios, los involucrados son muchos, pero básicamente se resume a que el comercio de la ropa es altamente lucrativo y que mientras no haya mucha evidencia altamente contaminante del problema, la presión a las autoridades para que se hagan cargo del problema es menor, todos pueden mirar para otro lado y el negocio sigue andando.” Comenta Rosario.
Los más perjudicados son el planeta y las personas que viven en el área de Alto Hospicio, para las cuales ver quemas ilegales y tragar el humo tóxico ya es pan de cada día.
Soluciones concretas hoy no existen. No obstante, Rosario Hevia, lleva 4 años con Ecocitex, desarrollando un modelo de reutilización y reciclaje textil con el propósito de eliminar el desecho textil de Chile, generando un gran aporte social.
Nos comenta que la venta de ropa usada es altamente rentable, el problema no es el comercio de ropa usada, es que, al no estar bien regulado, los comercios se dedican sólo a la parte que es altamente lucrativa, la venta de ropa usada de primera y botan o queman la ropa de inferior calidad. La propuesta es que parte de la utilidad que se obtiene de la ropa en buen estado sea destinada a gestionar los desechos textiles.
Ecocitex hoy vende ropa en buen estado, convierte junto a emprendedores la tela que se puede rescatar en productos y recicla en hilado y relleno textil lo que está en mal estado.
Para financiar la parte del reciclaje (que por sí sola no es rentable) destina parte de lo que gana de la venta de ropa, lo que cobra por el reciclaje a las personas y empresas y el aporte de sus socios.
Rosario reflexiona: “Si bien me duele el alma ver los basurales, logro entender, al saber lo difícil que es reciclar, que personas opten solo por hacer la parte lucrativa del negocio. Espero que cambie, que se legisle, para que el día de mañana (…) cada uno deba hacerse cargo de sus desechos (tanto empresas como personas)”.