Según datos preliminares de un estudio encargado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Chile recibió 156 mil toneladas de ropa desechada o sin usar en 2021, la cual en su gran mayoría fue a parar al desierto de Atacama. Frente a ese panorama, una iniciativa busca darle una segunda vida, transformándola en bolsos.
En esa línea, la investigadora Beatriz O’Brien, autora del informe, aseguró que Chile es el cuarto país del mundo que más textiles procedentes de marcas internacionales de ropa importa y deposita en vertederos irregulares.
Asimismo, los voluntarios de la Agencia de Ayuda Humanitaria del Centro de Innovación y Emprendimiento de ADRA, ubicado en Villa Alemana, en conjunto con un equipo franco- español de OYE (Open Your Eyes-Francia), están transformando esos desechos en bolsos para ser decorados por los niños, niñas y adolescentes atendidos por ADRA.
La organización desarrolla programas de atención a niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo social y vulneración grave de derechos, a través del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, atendiendo a 3.500 niños, niñas y adolescentes.
La ropa, una vez recogida del desierto, es sometida a un proceso de transformación en la que se lava, corta y costura para su nuevo destino. Estas también servirán para kits de higiene.
En octubre de 2023, la agrupación salió a terreno a buscar 160 kilos de prendas de ropa en Alto Hospicio, comuna de la provincia de Iquique cercana a uno de los mayores vertederos de ropa desechada -en los sectores de Mollecita; Mollecita Sur; Pampa Norte; y Pampa Sur- en una primera etapa que durará hasta marzo.
Luego de eso, los niños participan -hasta febrero de este año- de un proceso de reciclado, en talleres dirigidos por la agrupación OYE.