El Ministerio de Medio Ambiente anunció que desde este domingo entra en vigencia la segunda fase de la ley que busca reducir las toneladas de plásticos de un solo uso que se generan al año.
La ley obliga a los almacenes, minimarkets y tiendas de conveniencia –como aquellos comercios integrados a estaciones de servicio- a contar con bebidas con envases retornables y a recibir las que lleven los clientes.
El texto establece que los comercios que no cumplan, arriesgan multas que van desde $63 mil hasta $1,2 millones diarios, esto por cada día que no tengan botellas retornables a disposición.
Esta norma comenzó con su primera fase en febrero del año pasado, donde se prohibió la entrega de algunos elementos plásticos, como cubiertos, bombillas, o cualquier artículo de plumavit, entre otros, por parte de los locales de expendio de comida.
Además, se obligó a todos los supermercados a vender bebidas en botellas retornables y a recibir dichos envases.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, aseguró que la ciudadanía puede jugar un rol relevante para el cumplimiento de esta normativa y denunciar.
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El abogado y profesor de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Ezio Costa, enfatizó en la responsabilidad de los municipios sobre este tema.
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Por su parte, la exministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dijo que “la ley de plásticos de un solo uso y los avances en su implementación, son un paso más en el liderazgo de Chile en el combate a la contaminación por plástico y en impulsar un desarrollo más sustentable para Chile”.
Cambios para el 2024
Esta ley contempla que, para agosto de 2024, ningún local de comida podrá utilizar productos que no sean reutilizables para el consumo al interior de los locales.
En el caso de los servicios de delivery, solo podrán emplear utensilios y envases de plásticos certificados.