Durante la última semana de julio, el secretario general de la ONU, António Guterres, emitió un alarmante discurso sobre el cambio climático y el estado actual de la Tierra, llamando a tomar acción para cuidar el planeta y asegurando que el calentamiento global terminó, para dar paso a una nueva era: la ebullición global.
Pero, ¿qué hay detrás de este concepto? Desde que las palabras de Guterres causaron ruido, mucho se especula de la ebullición global. Que la Tierra entró en un estado de “no retorno” y que ya no hay nada que se pueda hacer para remediarlo. Sin embargo, no es como parece.
De hecho, no existe científicamente tal cosa como la “ebullición” global. Así lo explicó a BiobioChile Sergio González, ingeniero ambiental de la Universidad de Valparaíso y posgrado en meteorología y climatología de la Universidad de Chile.
“El término “ebullición global” no es un concepto científico propiamente tal. Es una expresión que fue acuñada para resaltar el momento que está viviendo el planeta. Es una expresión que tiene un fin comunicacional“, aclaró. Y es que con estas palabras, la ONU estaría invitando a los gobiernos a tomar acción.
De hecho, Guterres recalcó en que “deben acelerarse las acciones” y mencionó que “todos los actores deben unirse para una justa y equitativa transición de los combustibles fósiles a las renovables, mientras detenemos la expansión del petróleo y el gas”.
“Básicamente, la ONU acuñó el término para poner en alerta principalmente a los tomadores de decisión (políticos) acerca del escenario climático del planeta en los próximos años; temperaturas récords y eventos de precipitación extremos”, aclaró González.
El calentamiento global no ha acabado
Las palabras del mandatario de la ONU fueron: “La era del calentamiento global ha terminado, y hemos entrado en la de la ebullición global”, pero lo cierto es que el calentamiento como tal continúa agravando las condiciones del planeta. Que la “ebullición” no exista, no significa que hay que bajar la guardia.
“Este calentamiento no ha acabado. Lo que se ha observado es que los últimos años el calentamiento se ha acelerado, es decir, el incremento de la temperatura ha sido más rápido que el observado 2 o 3 décadas atrás“, enfatiza el experto en climatología.
Si la comunidad científica decidiera acuñar formalmente el término ebullición, podría hacer referencia a este aceleramiento y la cantidad creciente de récords que se han registrado durante los últimos días. Como el julio más caluroso de las últimas décadas o la Antártica con su mínimo invernal histórico de hielo marino.
“Precisamente, como el incremento de la temperatura ha sido rápido, hoy estamos viviendo un momento en el que se han roto muchísimos récords de temperatura en muchas partes del globo como resultado de la combinación del calentamiento inducido por el ser humano y del fenómeno del Niño”, señala González.
Además, de no tomar medidas serias, esto sólo iría en aumento. “Considerando que para los próximos años se mantiene un pronóstico de incremento de las temperaturas, no va a pasar mucho tiempo para que los récords de este año se rompan“, puntualiza.
Los humanos, causantes de la “ebullición” global
González dice que “si entendemos la “ebullición global” como este rápido incremento de la temperatura de los últimos años, no hay duda de que este tiene un componente antropogénico“. Es decir, que está inducido por los humanos.
Muchos atribuyen estos notables cambios a la llegada del fenómeno El Niño, relacionado con el calentamiento del Océano Pacífico, pero “incluso cuando en años pasados hemos tenido el fenómeno de la Niña (que enfría) las temperaturas han sido notablemente altas”.
“De hecho, hace muy poco tiempo se actualizaron los indicadores de cambio climático que utiliza el IPCC y las conclusiones fueron muy claras: el calentamiento inducido por el hombre alcanzó una tasa de cambio de 0,2°C por década“, resalta el experto.
“No hay mucho que hacer para detener el rápido calentamiento de los próximos años. Los fenómenos que hoy estamos viviendo son la respuesta del sistema climático a las emisiones de gases de efecto invernadero de hace un par de décadas atrás”, agrega.
Además, el sistema climático responde con años de diferencia, hasta décadas. El climatólogo explica que, aún si los humanos desaparecieran de la Tierra mañana y las emisiones pasaran a 0, el calentamiento global continuaría incrementando durante algunos años más.
Por ello, las medidas de acción deberían estar contempladas a largo plazo. “Es importante reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para que a final de siglo el calentamiento no continúe. (…)Debemos sí o sí reducir las emisiones y detener la deforestación“, apunta.
Estas medidas, que deberían ser urgentes según los expertos, serían la razón tras el alarmante discurso de la ONU. “La meta es alcanzar la carbononeutralidad entre 2050-2060 para así mantener al planeta bajo los 2°C respecto del periodo pre-industrial (1850) a fin de siglo. Todo indica que no estamos tomando las medidas para cumplir esta meta y es por eso que la ONU pone la voz de alerta“, concluye.