Pixabay

Controlar el consumo excesivo de carnes rojas sí podría ayudar a reducir las emisiones, dice estudio

15 junio 2023 | 16:47

Los expertos señalaron que la carne de rex y los lácteos fueron los que más contribuyeron al aumento de las emisiones producidas por la ganadería.

Un nuevo estudio hecho por científicos de las Universidades de Groningen y Birmingham, concluye que controlar el consumo excesivo de carnes rojas y mejorar las porciones de alimentos de origen vegetal podría reducir significativamente las emisiones.

Este trabajo fue publicado recientemente en la revista Nature y allí los expertos también exponen que el crecimiento de la población mundial y la cada vez más alta demanda de alimentos que producen grandes cantidades de emisiones, aumentarían la presencia de estos gases en la atmósfera.

Cabe recordar que, una de las urgencias climáticas más preocupantes de hoy son las emisiones de carbono, que según han apuntado los expertos, sobrecalientan el planeta progresivamente y podrían tener consecuencias fatales si no son controladas.

Asimismo, se conoce que la industria de la carne es una de las que más contribuye a las emisiones. De hecho, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ganadería emite más gases de efecto invernadero que todo el transporte mundial, alcanzando un 14,5% del total de las emisiones.

Controlar el consumo excesivo de carnes rojas no solo reduciría las emisiones

Cambiar las dientas a nivel global aportaría a reducir las emisiones, pero eso no fue lo único que se abordó en el estudio. Los científicos también puntualizaron en los efectos a la salud y también en el sector económico.

“Un cambio global en las dietas, incluida la reducción del consumo excesivo de carne roja y la mejora de la proporción de proteínas de origen vegetal, no solo reducirá las emisiones, sino que también evitará riesgos para la salud como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares“, explica Klaus Hubacek de la Universidad de Groninga, autor principal del estudio, de acuerdo con Phys Earth.

En cuanto a la economía global, el paper recoge que “un cambio en la dieta que se aleje de los alimentos de origen animal podría reducir en gran medida estos los ‘costos ocultos’, ahorrando hasta 7,3 billones de dólares en carga para la salud relacionada con la producción y la degradación del ecosistema, al tiempo que se reducen las emisiones de carbono”.

Asimismo, el Dr. Yuli Shan, de la Universidad de Birmingham, agregó que “el sistema agroalimentario impulsa el uso global de la tierra y las actividades agrícolas, lo que contribuye a alrededor de un tercio de los gases de efecto invernadero antropogénicos globales”.

“El crecimiento de la población, la expansión de la producción de alimentos y es probable que un aumento en las dietas basadas en animales aumente aún más las emisiones y reduzca el presupuesto global de carbono”, completa.

Lo dice la ciencia

Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron datos de la industria alimentaria que muestran las emisiones de carbono en relación a los consumidores entre el año 2000 al 2019.

Tras esto, reportaron que las emisiones por gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 14% durante los últimos 20 años. Mientras que estas, debido al alza en el consumo de alimentos de origen animal, aportaron en 95% al las emisiones globales.

En concreto la carne de res y los productos lácteos contribuyeron con el 32% y el 46% del aumento de las emisiones mundiales de origen animal, dicen los resultados.

Mientras que el resto de las emisiones por GEI, en menor medida, corresponde a cereales, liderando el arroz con un 40% de los alimentos de origen vegetal; y otros cultivos como la soja con un 30% y el aceite de palma con un 43%.