En el desierto de Atacama, coloridas dunas sobresalen del paisaje. Esto no se debe a algún fenómeno natural, sino porque la zona se ha convertido en el basurero clandestino de ropa más grande del mundo. Además de dejar microplásticos que se desintegran en cientos de años, las telas contienen químicos que dañan los suelos.
La situación ha llegado a tal nivel, que imágenes satelitales de SkyFi revelaron en mayo que las dunas de ropa se pueden ver desde el espacio.
¿A qué se debe esto?
Al igual que la cultura, el mundo de la moda ha evolucionado aceleradamente en los últimos años, llegando a un lucrativo modelo de negocios que se llama fast fashion.
Con esto, como indica el portal Chile sin Basura, las temporadas se van renovando de tal manera que las nuevas colecciones que en los 2000 las marcas de ropa ofrecían cada seis meses, hoy lo hacen hasta 100 veces al año, provocando que ropa relativamente nueva quede obsoleta y termine en vertederos.
Medidas de las marcas de ropa para disminuir su huella de carbono
Las compañías, conscientes de esta problemática, están tomando diversas medidas para revertirla, las que van desde tener campañas para customizar las prendas, producir ropa a partir de telas recicladas o elaborar sus productos con materiales compostables.
Si bien hay emprendimientos que han surgido para disminuir la huella de carbono de la industria textil, como Ecocitex, que elabora lana reciclada de ropa en desuso o Pagana, que crea ropa a partir de pedazos de otras prendas (upcycling), muchas compañías han renovado sus políticas en torno a eso.
La marca chilena Lippi Outdoor lanzó a fines de 2022 una línea elaborada 100% con materiales reciclados. Sumado a su campaña que busca optimizar los recursos, reducir el consumo de materias primas y gestionar residuos, anunció que, con eso, el 80% de sus prendas elaboradas el año pasado fueron a partir de materiales reutilizados.
En Taylor Shop, ubicado en la tienda de Levi’s Costanera Center, las personas disponen de materiales para personalizar y alargar la vida de sus jeans, chaquetas, poleras e incluso zapatos.
La cadena de retail Paris también instaló en sus locales espacios para actualizar artículos. Ahí, además de tener recursos para hacer bastas, remendar lo roto y cambiar botones, trabajan con artistas que pueden aplicar diseños en los productos usados.
Otra compañía deportiva que se ha sumado a la sostenibilidad es Decathlon, que el 2021 anunció que todos sus nuevos modelos se realizarían con materiales que disminuyan su huella de carbono, como plástico reciclado y algodón orgánico.
Por su lado, Columbia lanzó el año pasado Break it Down, una polera 100% compostable. Está hecha de algodón orgánico, lo que hace que al estar en contacto con tierra húmeda en un período, se degrada y convierte en composta.
Otra firma que apostó por eso es H&M, que este año anunció una línea de ropa para guagua totalmente biodegradable, incluyendo los pigmentos, y que no tienen ningún elemento que dificulte el proceso, como botones o adornos metálicos.
La marca de lujo Stella McCartney señaló que no usa ninguna fibra animal desde 2001. Además de usar materias primas recicladas e insumos orgánicos realiza campañas como la de Clevercare, donde enseña de manera creativa a las personas cómo lavar, secar y cuidar la ropa para evitar procesos que dañen el ambiente.
