Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha acordada en junio de 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Este Día Mundial del Agua se desarrolla en momentos en los cuales la sequía en Chile lleva 14 años consecutivos, luego de los números de precipitaciones registrados en 2022; y en la misma semana en la cual el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés) alertó que la ventana para evitar las peores consecuencias del cambio climático se acorta cada vez más.
Según la directora de Geología en la UNAB Concepción, la doctora Karen Correa Basilotta, el agua es un recurso limitado sobre el cual el crecimiento demográfico, el aumento en el requerimiento de recursos, la producción agrícola e industrial, entre otros, han llevado a que la demanda crezca exponencialmente poniendo en riesgo el suministro a nivel mundial.
“Se estima que para 2030 la diferencia entre la demanda prevista y el suministro de agua disponible en el mundo será del 40%”, recordó la especialista, en base a datos del Banco Mundial.
“Si bien el 71% del planeta está cubierto por agua solamente un 2,5% corresponde a agua dulce. Según datos de la ONU la escasez de agua actualmente afecta a más del 40% de la población mundial y más de 1.700 millones de personas viven en cuencas fluviales en las que el consumo de agua supera la recarga”, alertó.
En Chile, de acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA), el sector agrícola es el principal usuario de agua, con extracciones de alrededor de un 73%; la minería y los usos industriales comparten un 14% y el restante es el uso doméstico.
El mismo organismo proyecta un incremento de 4,5% del agua consumida anualmente a 2030 y de 9,7% a 2040.
“Otros factores como la variabilidad en las precipitaciones, los periodos de sequía y el cambio climático contribuyen a un panorama poco alentador de déficit a nivel nacional”, remarcó.
Industria apunta a digitalización de datos en el Día Mundial del Agua
La zona de Santiago es la que mayor cantidad de población concentra en Chile.
Desde Aguas Andinas ya confirmaron que el año pasado fue “no tan malo” en cuanto a precipitaciones, lo que al menos para esta temporada ayudó a evitar un racionamiento de agua, teniendo en cuenta que el periodo diciembre – abril es el de mayor consumo.
Pese a ello, desde la industria creen que la falta de información actualizada, veraz y las nuevas complicaciones derivadas del cambio climático requieren digitalizar los datos que se manejen del agua en Chile.
Emilio de la Jara, cofundador y gerente general de Capta Hydro, explicó a BioBioChile que digitalizar este campo significa poder llevar a internet todos los datos que haya sobre agua y centralizar esta información para contar con información de múltiples fuentes para saber realmente cuánta agua hay.
“Esto es fundamental para que con todos los efectos del cambio climático que estamos tendiendo en la zona centro, norte-centro y sur, que muestran que vamos a tener una disponibilidad mucho menor de agua, es súper importante saber cómo podemos proyectar cuánta agua le corresponde a cada uno. Inclusive no solo en las áreas productivas sino que también el agua para la bebida, el agua sanitaria en general y también el agua para la ecología”, detalló.
“¿Qué es lo que queremos para la ecología en nuestros ríos? ¿Cuál es la relación con los acuíferos? Eso es super importante”, agregó.
A su juicio, los desafíos de concretar esa tarea serían la coordinación de todos los entes interesados en la cuenca, teniendo en cuenta que el escenario hoy en día muestra una demanda más alta con una oferta más pequeña, por el cambio climático.
Por otro lado, la doctora Correa apunta en una dirección similar: “la gestión integrada y adecuada del recurso es la única vía para mantener ciudades, comunidades y regiones sostenibles y resilientes en el panorama futuro, garantizando el acceso a un recurso vital para todos”.
– Si no hay agua, ¿qué se viene a futuro? ¿Cómo cambiará la vida y nuestra relación con el agua?
“Ya lo estamos viviendo, llevamos más de 14 años con sequía. Todos los modelos del cambio climático apuntan a que vamos a tener modelos mucho más intensos de lluvia, con isoterma mucho más alta, lo que dice que vamos a tener mucho más agua bajando por los valles y menos nieve acumulada, que es nuestra reserva de agua para poder pasar los veranos. Vamos a tener que mejorar nuestra manera de relacionarnos con estos ríos, que van a subir y bajar mucho más abruptos durante el año. Acá en Chile la mayoría de las ciudades están fundadas en torno a un río, entonces nuestra relación con el río tiene que cambiar para que esta, que es nuestra principal fuente de abastecimiento de agua cruda para toda la industria y el consumo humano, sea una relación de querer saber más y que realmente como sociedad determinemos qué es lo que realmente necesitamos”, explicó.
Entre sus clientes, Capta Hydro tiene a la Junta de Vigilancia del Río Maipo, con quienes han estado trabajando en un algoritmo para que no le falte agua a Santiago.
“Acá se hizo un trato entre Aguas Andinas y todos los otros usuarios de agua del Río Maipo para que todo el resto de los usuarios del río le puedan ceder de manera voluntaria y/o obligatoria, dependiendo de cuánta agua falte, toda el agua que necesite Santiago para que toda la RM quede abastecida”, comentó.
“Eso es algo que tenemos que ir ampliándolo hacia el sur”, propuso. “Ya pudimos ver los primeros estragos del cambio climático donde todos los estancieros de la cuarta región tuvieron que emigrar. Hemos tenido una de las primeras migraciones debido a la escasez de agua”.
– ¿Qué opinan ustedes de la frase ‘no es sequía, es saqueo’? ¿Qué tanto de cierto y de falso puede tener eso?
“La afirmación ‘no es sequía es saqueo’ creo que sobre simplifica las cosas y trata de entrever algo que es súper poco claro y cierto en cualquiera de las cuencas de Chile”, zanjó de la Jara.
“Lo que sabemos climatológicamente es que existe sequía y que efectivamente hay menos disponibilidad de agua. Con respecto al saqueo ha habido casos icónicos en la cuarta y quinta región, en muchos lugares, y todo el mundo comenta que hay mucho saqueo y mucho robo de agua, pero la verdad es que hay muy poca evidencia al respecto y es eso lo que nosotros estamos atacando”, afirmó.
“Queremos tratar que haya la mayor cantidad de puntos digitalizados en línea y del agua que se está sacando en cada uno de los ríos de Chile para realmente determinar cuánto es sequía y cuánto es saqueo. Y dada la sequía que la repartamos bien”, concluyó.
“Qué tan cierto o mentira es esto… puede que sea verdad en algunos casos, pero mientras más digitalizado esté el lugar podríamos comprobar si es verdad o es mentira. Nosotros sabemos que muchos de nuestros clientes, sobre todo de las organizaciones de usuarios de las Juntas de Vigilancia como lo es la del Río Huasco, Maipo, Mapocho y Bío bío, sabemos que gracias a nuestro centro de control se han detectado excesos de extracciones con respecto a los derechos y a cuánto lleva el río. De hecho desarrollamos una herramienta que se mueve mucho más dinámicamente a partir de software y de la captación de datos de múltiples fuentes, que se llama SIRA, dentro de nuestro software Amaru que te permite determinar exactamente cuánto es el máximo que tiene que sacar cada bocatoma. De esa manera puedes saber si es mentira o verdad esto del saqueo y esa es la brecha de información que nosotros estamos tratando de acortar”, cerró.
Chile participa en Conferencia Mundial del Agua
Este miércoles, en Nueva York, se desarrolla la Conferencia Mundial del Agua en la ONU.
A la instancia acudieron la embajadora Paula Narváez, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y el director de la DGA, Rodrigo Sanhueza.
Se trata de la primera Conferencia del Agua en 46 años, en la que habrá cinco diálogos claves: agua para la salud, el desarrollo sostenible, el clima, la resiliencia y el medioambiente; la cooperación y la década de acción por el recurso.
“El resultado de la conferencia será un resumen de las actas y los nuevos compromisos, promesas y acciones de los gobiernos y todas las partes interesadas para lograr el Objetivo Desarrollo Sostenible 6 – garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos- y otros objetivos y metas relacionados con el agua, recopilados en la Agenda de Acción para el Agua”, dijeron desde el Gobierno.
“Se esperan compromisos, promesas y acciones claras en todos los sectores que puedan ampliarse y replicarse, que hagan hincapié en la aplicación acelerada y el impacto. Los retos actuales y futuros en el ámbito del agua requieren ideas innovadoras y transformadoras y un enfoque que vaya ‘más allá de lo habitual"”, señaló el ministerio.