Esta semana la Expedición Antártica Británica (BAS, por su sigla en inglés) confirmó que el domingo, entre las 22:00 y 23:00 horas, un iceberg de 1.550 kilómetros cuadrados (km2) se desprendió de la plataforma de hielo Brunt, en el lado opuesto del continente donde se ubica la península chilena.
De acuerdo a la institución, el hecho ocurrió luego de diez años después que científicos de sus propias filas advirtieran grietas a lo largo de la plataforma completa, de 150 metros de grosor.
De hecho la BAS tiene su estación de investigación Halley en esta zona, por lo cual – en 2016 – tuvo que mover sus instalaciones 23 kilómetros al interior del continente ya que la grieta que causó el iceberg, bautizada Chasm-1, comenzó a expandirse.
“Nuestros glaciólogos y equipos han estado anticipando este evento. Mediciones de la capa de hielo se hacen varias veces al día usando instrumentos de alta precisión . Estos miden cómo la capa se desforma y mueve, lo que se compara con imágenes de la ESA, NASA y un satélite alemán. Toda la información se envía a (la Universidad de) Cambridge para análisis, así que sabemos qué pasa en el invierno antártico, cuando no hay nadie en la estación, está oscuro las 24 horas y las temperaturas caen bajo los -50°C”, detalló la directora de la BAS, la profesora dame Jane Francis.
Ahora, el nuevo iceberg – más grande que el A-74 de inicios de 2021 – será monitoreado por la BAS y recibirá un nombre de parte de Estados Unidos.