Con el plan Kümelko científicos del Bío Bío, instituciones educativas y comunidades mapuches lavkenches – bajo la coordinación de National Geographic – buscaron restaurar la microcuenca hidrográfica de Pangue, a los pies de la Cordillera de Nahuelbuta, en la provincia de Arauco.
De “aprender del Agua” en mapudungún, el proyecto de restauración biocultural se instaló en el territorio llamado como el “Gran Jaguar” por los ancestros locales, con una gran diversidad natural y cultural, que actualmente se ven duramente golpeadas por la deforestación, la alta presencia de agricultura intensiva y los monocultivos forestales.
Desde la organización indicaron que esos son los factores que han potenciado la degradación de los ríos, humedales y una pérdida significativa de la cultura mapuche.
En concreto, Laguna Antihuala, Laguna de Pangue y las Dunas de Pangue fueron los lugares estratégicos que Kümelko decidió intervenir para fortalecer la conservación de la cuenca.
“A través de distintos talleres se logró trabajar junto a la escuela Las Dunas de Pangue y el liceo Orlando Delgado Zúñiga de Temuco Chico para generar un espacio de formación comunitaria e intercultural entre el equipo interdisciplinario y los estudiantes, quienes tuvieron un rol protagónico dentro de este proyecto de restauración biocultural”, detallaron.
Lo que dejó Kümelko en la zona
Monitoreo comunitario del agua, reconocimiento de fauna y avifauna, recolección de hierbas medicinales y laboratorios de restauración biocultural fueron algunos de los temas desarrollados en las jornadas de trabajo.
“La regeneración del bosque y el agua es un proceso ecológico y comunitario, donde niños y adultos confabulan junto a aves, zorritos, roedores, insectos, hongos y un gran universo de especies que conviven y son parte de la recuperación del bosque nativo y los humedales sagrados de Nahuelbuta”, destacó por su parte Jens Benöhr, antropólogo de la ONG Bestias del Sur Salvaje y uno de los coordinadores del proyecto.
“Plantar especies nativas en este contexto es un acto de resistencia a la industria forestal y su modelo extractivista, que ha destruido tanto los ecosistemas, así como el tejido sociocultural y espiritual de Nahuelbuta”, acusó.
“Nahuelbuta vive un momento emocional y político crucial. Es un territorio en conflicto, entonces poder acercarse a este espacio con un mensaje de amistad y ternura, políticamente situado en el activismo socioambiental, creo que es revolucionario”, afirmó por otro lado Nicolás Roman, encargado de vinculación territorial del proyecto y miembro de Fundación Nahuelbuta.
Iniciado en marzo de 2022, Kümelko desarrolló tres laboratorios de restauración biocultural e iniciaron la recuperación de los suelos de la Laguna de Pangue con la reforestación de alrededor de 3 mil plántulas nativas, las que permitieron regenerar parte del ecosistema.