El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió este lunes a los líderes congregados en Bali por la cumbre del G20 a que aceleren la acción climática.
Eso porque, según Guterres, “estamos peligrosamente cerca” de los puntos de no retorno”.
“Estamos peligrosamente cerca de puntos de inflexión en los que el caos climático podría ser irreversible”, avisó a los gobernantes presentes en la cumbre del G20, el foro internacional de gobernantes de las principales 20 potencias mundiales que se celebrará en Indonesia entre el martes y el miércoles.
En la víspera del foro, responsable del 80% de las emisiones globales de efecto invernadero, recordó el diplomático, Guterres pidió a los mandatarios “un nuevo enfoque” en la lucha contra la crisis climática.
“Soy de la opinión que la locura consiste en hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente”, aseveró, para advertir que el límite de contener el calentamiento por debajo del grado y medio – desde los niveles preindustriales – a fin de evitar las peores consecuencias de la crisis climática “se está escapando”.
“La ciencia nos dice que el calentamiento global más allá de ese límite supone una amenaza existencial para toda la vida en la Tierra”, subrayó.
Pacto por la Solidaridad para la acción climática
Guterres defendió de nuevo la adopción de un Pacto por la Solidaridad Climática, uno que ayude a terminar con la “dependencia de los combustibles fósiles” y a garantizar energía “universal, asequible y sostenible para todos”.
Se trata de un pacto a través del cual los países más ricos, y las instituciones financieras internacionales, den asistencia financiera y técnica a las economías emergentes para apoyarlas en su transición energética.
“Nuestro mundo se enfrenta al momento más crucial y precario en generaciones”, dijo, con un “sistema financiero internacional moralmente en bancarrota” y en que “la gente está siendo golpeada en diferentes direcciones, maltratada por un cambio climático galopante y exprimida por una crisis del coste de la vida”.
Así, urgió a los estados del G20 a crear un paquete de estímulo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (de la Agenda 2030 de la ONU) para ayudar a los países del sur global a lograr estas metas establecidas por la Asamblea General en septiembre de 2015.
El paquete, según Guterres, aportará a esas naciones “inversiones y liquidez, alivio de la deuda y reestructuración”.
Cooperación internacional y transformación digital
Por otro lado, Guterres instó a los líderes a aliviar las divisiones geopolíticas que “están desatando nuevos conflictos y haciendo que los antiguos sean más difíciles de resolver”.
En esa línea destacó el potencial de la cooperación a través de iniciativas como la Black Sea Grain Initiative, “esencial para la seguridad alimentaria global” en medio de la invasión rusa a Ucrania.
“Necesitamos una acción urgente para evitar la hambruna y el hambre en un número creciente de lugares del mundo”, aseguró, y agregó que “cada fracción de porcentaje alivia el hambre y salva vidas”.
Sobre energía, Guterres señaló que la guerra de Ucrania “nos ha demostrado los peligros de nuestra adicción a los combustibles fósiles”, y la necesidad de agilizar la transición energética a fuentes renovables.
Finalmente el secretario criticó a las “poderosas empresas tecnológicas” por “pisotear los Derechos Humanos y la privacidad personal” y por “proporcionar plataformas para la desinformación mortal, en busca de beneficios”.
“Seamos claros: la desinformación mata. El debilitamiento de la salud pública mata. Son cuestiones de vida o muerte”, zanjó Guterres.
En este sentido exigió “barreras globales para la tecnología” y un “Pacto Digital Global para una Internet abierta, libre, segura e inclusiva” que ofrezca “una conectividad universal, un espacio digital centrado en el ser humano que proteja la libertad de expresión, la privacidad y un uso seguro y responsable de los datos”.