Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, a la realidad de 2021, las industrias chilenas generaban 10,9 millones de toneladas de basura, un 55,6% del total; por sobre los 7,7 millones de toneladas de origen municipal (pymes y hogares).
De eso solo un 21% era valorizado para ahorrar costos o aumentar los ingresos.
Aunque solo parezcan desechos, la basura esconde un tesoro que puede traer réditos para las mismas industrias junto con beneficios ambientales.
Eso ya se explota fuertemente en el extranjero, pero en Chile la tendencia no tiene la misma fuerza e impulso.
“Muchas empresas internacionales han cambiado su forma de mirar la basura, considerándola como un tesoro de oportunidades financieras”, explicó Whitney Ellis, gerente de Investigación y Consultoría Corporativa de Evalueserve.
“En lugar de dejar que sus residuos fluyan a los vertederos se cuantifican los diferentes tipos generados e identifican todas las formas potenciales de monetizarlos”, agregó Ellis, cuya firma se dedica a apoyar a empresas identificando oportunidades financieras en residuos y asesorando sobre cómo integrarse en las cadenas de valor de residuos en una variedad de industrias.
Reúso de la basura en reciclaje y aviación
Una de las posibilidades existentes es vender residuos a otros actores en su cadena de valor.
¿Dónde se puede ver esto? En los principales fabricantes de bebestibles a nivel mundial, dijo la ejecutiva, que ahora tienen objetivos corporativos para alcanzar ciertos porcentajes de contenido reciclado en sus envases.
¿Qué significa eso en la práctica? Por ejemplo que una lata de aluminio puede estar hecha con un 50% de aluminio reciclado – a partir de basura de consumo o desechos industriales – y un 50% de aluminio virgen.
Eso también está comenzando a aplicar para los fabricantes de combustible de aviación.
Estos compran, por ejemplo, desechos sólidos municipales para fabricar biocombustibles, los que luego se mezclan con combustibles fósiles.
Así se ayuda a la industria a reducir el uso de combustibles fósiles y generar una fuente de ingresos relacionada con la sustentabilidad.
“Si bien esta tecnología aún es incipiente y está impulsada principalmente por las regulaciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la ventaja de ser pioneros en el espacio sostenible es fuerte si se considera la tendencia global general”, detalló Ellis.
Financiamiento de gastos operativos
Otra opción de considerar a la basura como una fuente de ingresos es que su correcto manejo puede compensar los costos operativos.
“A medida que los precios del petróleo y el gas natural continúan aumentando, junto con la creciente presión de los gobiernos, los consumidores y los inversores para cambiar a fuentes de energía renovables, una de las soluciones más rápidas que las empresas están implementando es la conversión de residuos en energía”, complementó.
De esta manera es como, previa inversión en infraestructura de bioenergía, empresas pueden crear biogás, “disminuyendo así la dependencia de las fuentes de combustible tradicionales y contrarrestando esos costos crecientes”, afirmó Ellis.
“Estos esfuerzos comienzan a formar la base para una economía circular en los espacios en los que se trabaja, a cambiar su estrategia corporativa hacia un modelo comercial sostenible y a ayudar a hacer de nuestro planeta un lugar más limpio”, concluyó.