En 2021 Brasil perdió 16.557 kilómetros cuadrados (kms2) de vegetación nativa en sus biomas, un aumento del 20% frente a 2020. La mayoría de la superficie arrasada desapareció por talas ilegales y la más afectada fue la Amazonía, según cifras divulgadas este lunes.
La más extensa selva tropical del planeta sufrió el 59% de toda la deforestación registrada, con cerca de 18 árboles devastados por segundo.
Los datos corresponden al informe anual de deforestación de la iniciativa Mapbiomas, una red en la que colaboran varias ONG, universidades y empresas de tecnología y que consolidó los datos oficiales sobre alertas de deforestación en los seis biomas del país (Amazonía, Cerrado -Sabana-, Caatinga, Bosque Atlántico, Pantanal y Pampa), los cuales refinó y analizó con la ayuda de imágenes satelitales.
El estudio, que depuró y validó 69.796 alertas de deforestación registradas en 2021 en todo el territorio brasileño, encontró evidencias de irregularidades en más del 98% de los casos.
“Solo en el 1,34 % de las alertas (que corresponden al 0,87% del área total deforestada) no se encontraron indicios o evidencias de irregularidad”, apuntó el informe.
Nula fiscalización en Amazonía
Las acciones de fiscalización de los órganos ambientales del Gobierno de Jair Bolsonaro son escasas y solo llegaron al 10,5% del total de casos registrados en el país entre 2019 y 2021, según Mapbiomas.
“Para resolver el problema de la ilegalidad es necesario atacar la impunidad: el riesgo de ser sancionado y responsabilizado por la destrucción ilegal de la vegetación nativa debe ser real y debidamente percibido por los infractores ambientales”, explicó Tasso Azevedo, coordinador de MapBiomas.
De acuerdo con el análisis, la mayor parte de la deforestación del país (96,6%) respondió a acciones causadas por actividades relacionadas con el agronegocio.
Pero eso no ocurrió en Pará, región ubicada en la Amazonía brasileña donde la minería ilegal fue la responsable de la devastación.
Destrucción constante
Los datos del estudio reiteraron el crecimiento constante de la destrucción de la Amazonía brasileña.
Este bioma concentró el 59% del área deforestada en Brasil y el 66,8% de las alertas de devastación en 2021.
Más de 9.770 kilómetros cuadrados de vegetación nativa – el equivalente a dos veces Londres – fueron destruidos el año pasado, lo que supone un aumento de casi el 15% frente a 2020, que a su vez ya había registrado un incremento del 10% en relación con 2019.
En segundo lugar apareció el Cerrado, donde predomina la vegetación de sabana tropical, cuya devastación abarcó el 30% del total registrado en el país, con más de 5.000 kilómetros cuadrados de arbustos destruidos.