La llegada de proyectos inmobiliarios a Parques Nacionales o sus inmediaciones, pone a prueba la institucionalidad medioambiental del país y exige que el sistema sea riguroso para seguir en el resguardo de las áreas protegidas en la región de Los Lagos.
Proyectos que han querido instalarse generan las siguientes interrogantes: ¿Se puede construir una casa en un predio que está adentro de un Parque Nacional? ¿Se puede vender una propiedad privada dentro de un parque?
Uno de los proyectos que pretendía instalarse en la desembocadura del Río Blanco era “Navegantes del Tronador”, a orillas del Lago Todos los Santos, en Puerto Varas.
La idea original planteaba la subdivisión predial agrícola de una propiedad de 78 hectáreas, lo que sería en principio separado en 17 lotes, pudiendo llegar incluso a 40. La finalidad, era habilitar el espacio para la construcción de viviendas con fines habitacionales, recreacionales o turísticos.
En enero de este año, el proyecto, luego de pasar varias etapas (desde 2017) en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), donde incluso se le pidió una Declaración de Impacto Ambiental a los ejecutores, éstos desistieron tras la férrea negativa de Conaf y las conclusiones emanadas desde la SMA.
Se determinó que se fusionaran los macrolotes no vendidos a la fecha, quedando solo una subdivisión de 10 espacios, sin actividades turísticas y de uso público.
Renunciaron también a la ejecución de obras que se pretendían realizar al interior del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, las que incluían: iluminación de accesos y del camino principal, instalación de 6 boyas de amarre en el Lago Todos Los Santos, construcción de una segunda casa para un cuidador e instalación de faenas comunitarias.
Finalmente, quedó el espacio con lo que originalmente tiene en sus límites desde 1930: una casa de colonos, otra de un cuidador, una antigua huella y un puente.
En la carta que envió el representante de la Inmobiliaria y Constructora Río Blanco SpA al Superintendente de Medio Ambiente, se advierte también que si los propietarios de la decena de lotes que fueron vendidos quieren hacer alguna obra, tendrán que someterse a las exigencias que la ley tiene para las intervenciones al interior de las reservas.
¿Se puede vender una propiedad privada dentro de un Parque Nacional?
Ahora, una situación similar se vive al interior del Parque Nacional Puyehue, donde comunidades indígenas dieron cuenta hace un tiempo de una tala de árboles dentro de los límites protegidos, lo que derivó en que el Club Andino Osorno, pretende construir tres torres apuntadas a servicios turísticos, lo que actualmente está siendo revisado por el SEA, donde se chequea el Impacto Ambiental que una obra de estas características puede generar en el entorno.
Con estos antecedentes, la primera duda que surge es: ¿Se puede o no vender una propiedad privada que está dentro de un Parque Nacional?
Lo que fue contestado por el Seremi de Bienes Nacionales en la región de Los Lagos, Pablo Flores, quien detalló que lo que pertenece a particulares es enajenable, no así los predios fiscales.
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¿Se puede construir una vivienda al interior de un Parque Nacional?
La siguiente pregunta es: vendido el terreno ¿puedo construir una casa en un predio que está adentro de un Parque Nacional?.
El director regional de la Conaf en Los Lagos, Jorge Aichele, aclara que sí, siempre que se pase por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
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Vivir dentro de un Parque Nacional tiene exigencias claras, como las mascotas, cada vez más habituales en el diario vivir de las personas.
El reglamento publicado por la Corporación Nacional Forestal, impide que existan dentro de las áreas silvestres protegidas animales de compañía sin que la Dirección Regional correspondiente no esté enterada de esto, permitiéndose solo el ingreso, por ejemplo, de perros lazarillo, canes de carabineros, el SAG o de rescatistas en caso de ser necesario.
Interpretaciones de la ley
Con los antecedentes en la mesa, el gobernador regional de Los Lagos, Patricio Vallespín, se mostró preocupado por las interpretaciones de la ley que se puedan estar generando, desde el punto de vista inmobiliario.
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La idea de las inmobiliarias de entrar y operar en Parques Nacionales en el sur de Chile no es nueva, basta con remontarse a 2017 para desempolvar el fin de otra iniciativa al interior del Parque Vicente Pérez Rosales.
En ese entonces, el proyecto “Puerto Esmeralda” pretendía instalar 200 parcelas, haciendo obras incluso previo a la necesaria evaluación de impacto ambiental, lo que llevó a sanciones y que después la empresa a cargo de la idea desistiera de esta como confirmó el fiscal de la Superintendencia del Medio Ambiente, Benjamín Muhr.
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La llegada masiva de proyectos inmobiliarios a estos espacios naturales protegidos, hace pensar que la institucionalidad medioambiental se verá puesta a prueba en más de una ocasión en el futuro, en ese escenario, la claridad de los límites y la rigurosidad del sistema será lo único que mantenga los equilibrios en tiempos de presión.