Un incendio forestal que se ha estado propagando durante semanas en Tierra del Fuego amenaza la tierra ancestral de un grupo indígena y destruye algunas de las mayores concentraciones de turberas en el mundo.
Los incendios, que comenzaron a mediados de enero, han quemado aproximadamente 1.250 hectáreas de bosque, turberas y pastizales en el municipio de Timaukel, acercándose al Parque Natural Karukinka en la Isla Grande de Tierra del Fuego.
“Esta es una emergencia ambiental, incluso global”, dijo a Mongabay Barbara Saavedra, directora en Chile de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), que administra el área protegida.
¿La razón de tal alarma?
“El bosque que se está quemando actualmente en Tierra del Fuego es uno de los mejores conservados del planeta y las turberas que arden con los bosques son algunas de las mayores reservas de carbono que existen”, explicó.
Importancia de las turberas para el planeta
Las turberas son un ecosistema de humedales pantanosos formado por plantas y musgo semi descompuesto.
Aunque solo cubren alrededor del 3% de la superficie terrestre secuestran más de 600 gigatoneladas de carbono.
Lo anterior corresponde a cifras entregadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La cifra corresponde a una cantidad superior a cualquier otro tipo de vegetación, incluidos los bosques.
Además, las turberas también son vitales para el almacenamiento de agua y ayudan a regular las cuencas hidrográficas de los ecosistemas regionales.
Turberas en Chile
La porción chilena de Tierra del Fuego, una isla que comparte con Argentina, tiene aproximadamente 2,3 millones de hectáreas de turberas.
Eso la convierte en una de las zonas con mayores concentraciones de estos ecosistemas en todo el planeta.
La fauna local amenazada por el fuego incluye el guanaco (Lama guanicoe) y el zorro culpeo fueguino (Lycalopex culpaeus lycoides), que es endémico de la zona.
Allí, los incendios no son parte del entorno natural como lo son, por ejemplo, en el oeste de los Estados Unidos.
El nombre Tierra del Fuego fue acuñado por los primeros europeos que llegaron luego de observar las fogatas que encendían los habitantes originarios en la orilla.
Incendio de Timaukel
El incendio se detectó por primera vez el 20 de enero.
No obstante, las autoridades que inspeccionaron el área no pudieron localizar las llamas.
Así, determinaron que se había apagado, aseguraron desde WCS.
Sin embargo, el fuego pareció regresar unos días después, esta vez con mayor fuerza, quemando rápidamente varias hectáreas.
Los incendios en los bosques de turba, a diferencia de otros tipos de bosques, pueden arder bajo tierra durante meses.
Es decir, pueden “volver a aparecer” en la superficie tiempo después incluso cuando ya se creían extintos.
El 25 de enero se anunció una Alerta Amarilla, pero cambió a Roja luego de unos días lo que indica que la situación requeriría más recursos estatales, dijo Saavedra.
“Todo el carbono que se está emitiendo hoy es carbono que debería haber quedado capturado en esos ecosistemas”, dijo.
“Ahora se está liberando a la atmósfera en cantidades gigantescas”, añadió.
Los cuidados de los selk’nam
Durante miles de años, las turberas de Tierra del Fuego fueron administradas por los indígenas selk’nam.
Pero la colonización a finales de 1800 y principios de 1900 expulsó al grupo del área.
En los últimos años, los descendientes selk’nam han solicitado al Gobierno el reconocimiento oficial como grupo indígena.
Muchos han regresado a la Isla Grande de Tierra del Fuego con la esperanza de redescubrir sus raíces.
Algunos miembros de este pueblo también han ayudado a WCS a conservar el Parque Natural Karukinka.
“Para nosotros, (el fuego) ha sido devastador en todo el sentido de la palabra, ancestral y ambientalmente”, dijo Herma’ny Molina, presidenta de la Corporación del Pueblo Selk’nam de Chile.
“Durante miles de años nuestra gente vivió allí. Fuimos expulsados violentamente hace 130 años, y ahora que estamos en proceso de regresar sucede esto. Imagínense el dolor que nos causa”, lamentó.
Los incendios de la Patagonia
La Patagonia ha experimentado varios incendios extremos en la última década.
En 2011 y 2012, el Parque Nacional Torres del Paine perdió alrededor de 17 mil hectáreas de bosque protegido.
En 2013, la Bahía El Torito en el Parque Nacional Tierra del Fuego, en la parte argentina de la Isla, perdió alrededor de 1.640 hectáreas de bosque y turberas debido a un incendio que duró más de dos semanas.
En años más recientes, el área ha experimentado sequías inusualmente prolongadas, lo que provocó que las turberas y los bosques se secaran.
Esto ha permitido que los incendios se propaguen más rápidamente, señalaron desde WCS.
Algunos estudios han atribuido la tendencia al cambio climático.
Luis Barría, alcalde de Timaukel, donde se encuentra el Parque Natural Karukinka, dijo a Mongabay que no se ha confirmado la causa del incendio, pero que probablemente esté relacionado con la actividad humana.
Este artículo fue publicado originalmente en el medio de comunicación de noticias ambientales Mongabay Latam