El Consejo de Ministros aprobó la creación del Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos en La Higuera, región de Coquimbo.
Aunque valoraron la noticia, esta no logró calmar al mundo de la conservación y el ambientalismo.
¿Por qué? A su juicio, la figura no genera una real conservación de la zona y las amenazas para este lugar siguen presentes.
“De acuerdo a lo informado por el Ministerio del Medio Ambiente, el área en cuestión no impediría la construcción de los mega puertos de Dominga y Cruz Grande, de las empresas Andes Iron y CAP, respectivamente”, alertaron a través de un comunicado.
“Esta declaración, en la práctica, no protege nada, ya que es sabido que este ecosistema tan sensible no es compatible con industrias de alto impacto”, afirmó Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana.
“Se ha ignorado el trabajo realizado por las comunidades locales que han impulsado por más de diez años la creación de un área marina protegida, y mientras exista la amenaza de Dominga y Cruz Grande, proyectos que se encuentran localizados en el corazón del archipiélago, este seguirá estando en peligro”, agregó.
El plan original trabajado por las comunidades locales y comprometido por los gobernadores de Coquimbo y Atacama, consideraba para esta área a ambas regiones.
Sin embargo, el área que presentó el ministerio solo involucra a la región de Coquimbo, dejando fuera a Chañaral de Aceituno, correspondiente a la región de Atacama.
“No podemos tapar el sol con un dedo”
Adicionalmente, desde Alianza Humboldt señalaron que se ha creado un área de espaldas de las comunidades locales.
“No podemos tapar el sol con un dedo y pretender que la declaración de esta área protegida hará desaparecer la amenaza de Dominga y Cruz Grande”, afirmó Tamara Gaymer, vocera del Movimiento en Defensa del Medio Ambiente de La Higuera (Modema).
“Seguiremos luchando por una protección real, sin letra chica y que nos permita desarrollarnos con una mirada de largo plazo, sin las amenazas de mega industrias”, sentenció.
Greenpeace Chile también salió a comentar la decisión de La Moneda en la voz de su director, Matías Asun.
“La única forma de proteger esta zona es escuchando a las comunidades y garantizando que se ponga fin a los mega puertos”, sentenció.
“Cualquier operación que no considere esto no es más que un engaño para blanquear un crimen ambiental y tapar el escándalo de los Pandora Papers”, lanzó.
Dominga y Pandora Papers
Los Pandora Papers trajeron nuevamente a la palestra la relación de la familia presidencial con Dominga.
En 2017, Radio Bío Bío dio a conocer la conexión entre Piñera y la idea del mega puerto más la mina.
Incluso reveló la existencia de las polémicas tres cuotas pactadas con el “Choclo” Délano, uno de los mejores amigos del Presidente.
En el contrato de compraventa se establecía el pago de casi US$10 millones por una última cuota condicionado a que no se decretara la protección del Archipiélago Humboldt.
Eso dependía directamente del Ejecutivo, mientras Piñera ejercía su primer mandato.
¿Qué trajo de nuevo la investigación internacional? El contrato, en inglés, firmado en Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal.
¿En qué está Dominga?
Actualmente, Dominga se encuentra judicializada y a la espera de una resolución de la Corte Suprema.
El máximo tribunal deberá fallar sobre la legalidad de los rechazos entregados al proyecto en 2017.
Por su parte, el Tribunal Ambiental de Santiago deberá resolver la caducidad del permiso de Puerto Cruz Grande.
Cruz Grande, de CAP Minería, como Dominga, de Andes Iron, son dos mega puertos que pretenden su construcción en medio del Archipiélago de Humboldt.
La zona es reconocida internacionalmente por su rica biodiversidad.
Allí transitan y se reproducen ballenas y delfines y es hogar de la población de pingüinos de Humboldt más grande del mundo.
Por eso las iniciativas han sido ampliamente cuestionadas por la comunidad científica, lo que ha derivado en un largo camino judicial.