Hasta la sede del Gobierno Regional llegó la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, y un medio centenar de vecinos, para solicitar la intervención del gobernador del Bío Bío, Rodrigo Díaz, por la compleja situación hídrica que viven cerca de mil habitantes de zonas rurales de la comuna.
Deben subsistir con apenas 50 litros de agua al día, los que son entregados por camiones aljibes.
Según informó la jefa comunal, ni la Delegación Presidencial ni la Seremi de Agricultura han respondido los oficios enviados desde el municipio sobre la insuficiente entrega de la cantidad de agua que hace la Onemi, ni tampoco sobre la ayuda que debería llegar para enfrentar la escasez hídrica.
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Son dramáticos los relatos escuchados por Radio Bío Bío y que dan cuenta de cómo vive la gente con el agua que entregan los camiones aljibes, y que debe dividirse entre las personas, los animales y la agricultura.
Incluso, subrayó el dirigente vecinal Santiago Quezada, aunque es difícil de creer, hay familias desesperadas se ven obligadas a utilizar agua no apta para el consumo humano.
“Vayan al campo a ver la realidad (…) dos personas de 80 años estaban tomando agua hedionda, cómo no vamos a querer cuidar a nuestros ancianos”, enfatizó el vecino.
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Tras conversar con la alcaldesa Albornoz y los habitantes de Santa Juana, el gobernador Díaz comprometió tres medidas que podrían paliar en el corto plazo la crisis.
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Son 1.098 vecinos de sectores rurales quienes sufren la escasez de agua, recibiendo sólo la mitad de los 100 litros que la Corte Suprema determinó como lo mínimo para que una persona pueda vivir y por eso el llamado de la alcaldesa de Santa Juana a las autoridades.