Un proceso sancionatorio fue abierto en contra de la empresa Essal por el vertimiento irregular de aguas servidas al estero Anueraque de Panguipulli, en la región de Los Ríos.
Cerca de las faenas en cuestión hay un jardín infantil, un pozo para el abastecimiento de un Comité de Agua Potable Rural y un hotel.
Una fiscalización efectuada el 2 de septiembre por parte del Servicio de Evaluación Ambiental y otras reparticiones públicas, constató la desviación de aguas servidas por parte de Essal al estero Anueraque.
De esa forma se evidenció la intervención del espacio por la construcción de un terraplén para acceder al punto de descarga, gaviones destinados a encauzar la escorrentía del río y una profundización del lecho del curso de agua.
Tras esto, el ente fiscalizador llegó hasta el curso de agua ubicado en el sector Huellahue, comprobando –el 23 de septiembre- que la empresa había desarrollado el vertimiento irregular de aguas sin tratamiento, abriendo un proceso sancionatorio en su contra.
Esto motivó que la Superintendencia de Servicios Sanitarios -después de casi tres meses- abriera un proceso sancionatorio, ya que los vertimientos solo se justifican en caso de lluvias, según explicó Guido Martínez, presidente de Lago Limpio Panguipulli, organización denunciante de los hechos.
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La medida fue notificada por la SSIS el 24 de noviembre a los denunciantes.
En un documento confeccionado en la primera fiscalización, el Servicio de Evaluación Ambiental pudo observar que en las cercanías del punto de descarga existe un hotel y a 700 metros aguas abajo, hay un pozo que abastece de agua potable al sector Huellahue.
A esto se suma un jardín infantil, emplazado a 17 metros de la planta elevadora de aguas servidas del sector.
Desde Essal informaron a Radio Bío Bío que no han sido notificados por parte de la SISS respecto a algún proceso sancionatorio en Panguipulli, por lo que declinaron referirse al tema.