El nuevo borrador de acuerdo para la cumbre del clima COP26 reduce las demandas a los países en la eliminación del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles.
El primer texto, publicado el miércoles, llamaba a los países a “acelerar el fin del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles”.
Ahora, el nuevo documento se limita a reclamar la eliminación de “los subsidios ineficientes a combustibles fósiles” y diluye esa petición en un párrafo sobre el desarrollo de nuevas tecnologías limpias.
El texto, presentado la mañana de este viernes por la presidencia británica, tenía que empezar a ser examinado a partir de las 08:00 horas de Chile por los ministros en el plenario de la COP26.
Más allá de los combustibles fósiles
En el nuevo acuerdo, la cumbre llamó a las partes a “acelerar el desarrollo, despliegue y diseminación de tecnologías y la adopción de políticas para transicionar hacia sistemas energéticos de bajas emisiones, aumentando rápido la generación de energía limpia y acelerando la eliminación del carbón y de los subsidios ineficientes para los combustibles fósiles”.
La inclusión de los combustibles fósiles por primera vez en un documento de la ONU había levantado grandes suspicacias entre los países productores y se espera que sea uno de los puntos más contenciosos en las negociaciones de hoy.
Al mismo tiempo, el nuevo borrador requiere a las partes que revisen y refuercen sus planes nacionales de reducción de emisiones (NDC) a 2030 antes que termine 2022, para hacerlos compatibles con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados para final de siglo.
Está previsto que la cumbre culmine en la tarde de este viernes, pero la cantidad de discrepancias que subsisten, sobre todo en cuestiones como la financiación a los países en desarrollo para su adaptación, hacen presumible que pueda alargarse más allá de hoy.
El laboratorio de ideas E3G destacó que el nuevo borrador contiene nuevas ambiciones en reducción de emisiones y un mayor equilibrio entre las medidas de mitigación y adaptación, aunque “puede no ser necesario para crear confianza de que habrá suficiente financiación”.
“El texto romperá las líneas rojas de muchos países, que necesitarán mirar a sus capitales para nuevas instrucciones. Ahora son los líderes quienes deben hacer el esfuerzo pesado”, consideró E3G.