Jueves 23 septiembre de 2021 | Publicado a las 18:58
· Actualizado a las 21:53
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Una dura y compleja realidad exponen distintos rincones de la región de Los Lagos respecto al manejo de los residuos sólidos domiciliarios, donde la falta de experiencias ambientales ha llevado a los municipios a sobrepasar el límite de la legalidad respecto del funcionamiento de sus depósitos o vertederos.
Una materia que sigue siendo debatida en distintos niveles tanto políticos, sociales como ambientales, y que requiere soluciones urgentes para evitar riesgos sanitarios.
Realidad regional
Un explosivo aumento en la generación de residuos domiciliarios ha generado durante los últimos años la región de Los Lagos.
Cada una de las cuatro provincias que conforman el territorio es poseedora de su propia realidad en el manejo y disposición final de sus desechos. Unas con mejores experiencias que otras. En este contexto, el reciclaje aparece como una de las herramientas para ayudar a la disminución de los volúmenes de basura.
Sólo en 2018, Los Lagos produjo 335 mil 648 toneladas de basura de acuerdo al reporte entregado por cada municipalidad en el Registro de Emisiones y Transferencias Contaminantes.
La cobertura en el tema de la recolección regional alcanza a un 88%. A su vez, el relleno sanitario de La Laja en la comuna de Puerto Varas emerge como la experiencia más acercada a una solución integral.
Allí llegan los desperdicios que producen sólo las comunas que forman parte de la provincia de Llanquihue, con 142 mil 668 toneladas anuales. Palena aparece algo mejor con una producción de 6 mil 62 toneladas al año y una valorización de un 2,5%.
El caso de la provincia de Chiloé
En la vereda opuesta, la provincia de Chiloé, está al debe en esta materia al contar cada comuna con su respectivo vertedero. El caso más dramático lo vive Ancud, cuyo relleno sanitario de Puntra El Roble cuenta con una orden judicial de cierre de aquí al mes de diciembre.
Frente a esta compleja realidad realizó una reflexión la presidente de la Asociación de Municipalidades de Chiloé, Javiera Yáñez, quien dijo que la situación que vive Ancud es “dramática”.
Por su parte, para la presidenta de la Federación de Uniones Comunales de Juntas de Vecinos Rurales, Daniel Pantoja, el manejo de residuos debe ser tratado con una visión integradora.
El dirigente agregó que el tratamiento de los desechos es un negocio y como tal deben diseñarse proyectos amplios.
Las diez comunas chilotas tienen sus respectivos vertederos, los cuales no escapan a las fiscalizaciones, sumarios y planes de cierre a corto o mediano plazo.
En tanto, en la provincia de Osorno…
La realidad no es menos compleja en el territorio de la provincia de Osorno.
Fue en 1987 cuando se dispusieron de 27,3 hectáreas a 7 kilómetros de Osorno en el sector Curaco, para que – a excepción de Río Negro – junto a otras 5 comunas aledañas, dejaran sus residuos domiciliarios y asimilables urbanos, lo que con el correr de los años tiene a toda una provincia vertiendo 540 toneladas de desperdicios diarios.
34 años después, el vertedero no da más, y tras observaciones del Ministerio del Medio Ambiente se sigue acumulando basura sobre basura, dado que no puede cerrar sus puertas por un litigio judicial.
¿La razón? La empresa Servitrans se adjudicó en 2014 el proyecto “Relleno Sanitario” por 10 mil millones de pesos, sin embargo, a poco andar las obras, acusó problemas de suelo no informadas en la licitación lo que es retrucado por el municipio de Osorno que actúa como Inspector Técnico, siendo demandada por 6 mil millones de pesos y donde un fallo de segunda instancia confirmó el pago de la mitad de esa cifra, ante lo cual el caso llegó a la Corte Suprema.
Antes de ser alcalde de Osorno, Emeterio Carrillo, fue concejal y el 2015 participó enla Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se realizó en París, desde donde regresó vislumbrado al ver que la basura deja de ser un desperdicio para transformarse en materia prima.
“Ahí yo observé el trabajo del tratamiento de basura que se hace, por lo menos en París, con planta incineradora de basura, que tiene un costo mucho menor y que el resultado final es muy positivo porque tu le sacas valor agregado a la basura, transformándolo en energía, gas y otros productos“, detalló.
Una reflexión matemática simple: En 2015 construir en Chile una planta incineradora de esas características costaba 2 mil 500 millones de pesos. El proyecto nuevo relleno sanitario de Osorno se licitó por cerca de 10 mil millones de pesos de los cuales se invirtieron 4 mil 500 hasta que se detuvo, y en caso que la justicia confirmara un sanción monetaria el municipio debería desembolsar alrededor de 3 mil millones de pesos.
Lo cierto es que la vida útil del vertedero Curaco se alargó forzosamente por 5 años, los que se convierten en la cuenta regresiva para solucionar un tema complejo sin solución en el corto plazo y donde un tranquilo alcalde de Osorno dice que recién comienza la discusión.
¿Qué depara el futuro para la región?
En medio de cifras y realidades, especial atención genera la propuesta “Luxemburgo” que promueve la separación en origen, reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización de la basura y que parte en Chiloé para replicarla luego en la provincia de Osorno.
La Unidad de Residuos Sólidos y Territorios Rezagados en Los Lagos, plantea acciones necesarias en los gobiernos provinciales para una solución viable y eficaz para el problema actual de los residuos sólidos domiciliarios antes que se vuelva un tema inmanejable en el mediano y largo plazo, asumiendo por ejemplo, que sólo el 2018, se generaron 335 mil 648 toneladas de residuos de este tipo.
Pero, ¿quién aprieta el acelerador? ¿La institucionalidad tendrá la misma premura para abordar el tema de la basura? O ¿por qué no también reflexionar en torno a la voluntad ciudadana para reciclar?.
Todas las respuestas tienen un concepto en común: “Urgencia”, antes que el problema termine realmente oliendo muy mal.