El voraz y "sucio" consumo que esconden las criptomonedas

Créditos: Jaime Silva (BBCL)

Domingo 11 julio de 2021 | Publicado a las 09:00 · Actualizado a las 09:04

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Las criptomonedas. Todos hemos escuchado hablar de ellas, pero lo más seguro es que solo una fracción del público general conozca la gran cantidad de electricidad que requiere obtenerlas.

La reina es Bitcoin, de la cual solo una unidad equivale a $25,1 millones al cierre de esta edición.

Pero detrás de este exitoso hito en innovación financiera se esconde un mundo con sus propias y crecientes necesidades.

Son justamente estas las que ya comenzaron a ganarle sus más acérrimos detractores, al menos desde el punto de vista medioambiental.

En conversación con BioBioChile, José Miguel Tobar, ingeniero civil en informática y académico de la facultad de Administración y Economía de la UTEM, explicó el origen de las criptomonedas, cómo funciona su minado y entrega preocupantes cifras en materia eléctrica, en un sector donde el secretismo impera.

– ¿Qué es una criptomoneda?

Las criptomonedas funcionan principalmente como sistemas descentralizados donde no existe una entidad, como por ejemplo un banco, que lidere o valide las transacciones.

No necesito un ente central que diga “oye, José Miguel tiene tantas criptomonedas”, sino que la misma red te permite validar esas transacciones.

Para que esas transacciones sean validadas existe un procedimiento que tiene que ver con resolver un problema matemático por los “mineros”.

Estos “mineros” principalmente lo que hacen es que tienen supercomputadores que trabajan en un problema y cuando lo resuelven les llega un “pago”.

– ¿De dónde surge el concepto de criptomoneda?

El concepto nace de un paper de una persona que no se sabe realmente su nombre: Satoshi Nakamoto.

El texto venía de un grupo de gente que estaba muy relacionada con el cyber bank. No creía mucho en una estructura con un banco manejando las monedas.

Nakamoto publica el paper y en el se hablaba de tener una moneda descentralizada (…) definió todo el protocolo que hoy en día forma las criptomonedas.

La gente se empezó a sumar y nació la primera criptomoneda (Bitcoin). Hoy hay cientos y cada una tiene su característica especial.

Bitcoin es la soberana porque tiene un porcentaje muy grande de interesados en ella, pero hay muchas más que en el tiempo fueron mejorando las debilidades.

– ¿Cómo funciona una granja de minado?

Como te decía, para que las transacciones se validen, si te transfiero un Bitcoin o tú me compras uno, eso tiene que quedar validado en un “libro”.

Para que eso quede “escrito” se necesita la validación de la transacción y eso responde a resolver un problema matemático muy complejo.

Para eso se ocupan equipos computacionales muy potentes. Estamos hablando de equipos no como el computador que ocupas para trabajar, sino equipos con tarjetas gráficas como de gamer o para investigación.

Al final los recintos donde funcionan estas máquinas se transforman en verdaderas “granjas” de servidores, con espacios gigantes con muchos supercomputadores validando transacciones, y eso hoy no solo se hace con Bitcoin, sino que en el resto de las criptomonedas también.

– ¿Cuánta electricidad ocupan estas granjas?

Mira, es bastante, porque si se mira el proceso los supercomputadores están ahí, todo el día trabajando. Y todo lo que tiene que ver con una “granja” también requiere energía.

Además, cuando tienes pcs que trabajan muy fuerte como estos supercomputadores, estos generalmente requieren que estén refrigerados.

Hay gente que se instala con sus granjas en la Patagonia o en el extremo sur de Argentina para ahorrar en refrigeración.

En Rusia también hay muchas granjas, o en China, en zonas así de frías y remotas.

Para tener una referencia, lo que se dice es que el minado de Bitcoin ocupa tanta energía como un país de tamaño medio, por ejemplo Ecuador. Solo en Bitcoin.

– Algo me dice que no hay mucha claridad al respecto, pero ¿se sabe cuántas granjas de Bitcoin hay?

No. No hay un número muy público. Generalmente hay una especie de secreto en el tema. Hay gente de la que se sabe que lo hace, pero es eso no más, así que es difícil saber cuántas “granjas” hay.

Lo que sí sabemos es que están repartidas por todo el mundo y usando energía de los países donde se encuentran.

– ¿Cuál es el futuro del sector?

El futuro de la criptomoneda es que, a pesar de la resistencia que hay tanto de gobiernos como de organizaciones que tienen sus reparos por el anonimato, mi percepción es que cada vez se va a usar más y de forma más masiva.

Si bien Bitcoin fue el punto de partida, en general estamos viendo nuevas criptomonedas de uso más general.

En algún momento van a estar más reconocidas como medio de pago y uno va a poder manejar sus pagos de forma digital con ellas.

Consumo “sucio”

Tobar afirmó que solo el minado de Bitcoin ocuparía toda la electricidad de Ecuador, de 17 millones de habitantes, pero en Europa la estimación es mayor.

En línea con el Índice de Consumo de Electricidad del Bitcoin de la Universidad de Cambridge (Cbeci), eso bordearía la mitad de la energía ocupada por el Reino Unido, de casi 67 millones de habitantes y la quinta economía del mundo en 2020, según el Banco Mundial.

Pero la consolidación de Bitcoin atrae más “mineros”, lo que lleva a la apertura de más “granjas” y a un alza del consumo eléctrico para este propósito específico.

De acuerdo al Financial Times, al máximo de la estimación de Cbeci, solo el minado de Bitcoin a nivel mundial podría consumir hasta 500 teravatios, mientras el Reino Unido usa 300.

Y el 65% de todo ese minado en particular vendría de China, país donde predomina el uso del carbón en la matriz energética.

“Debería morir”

Para el profesor Brian Lucey del Trinity College de Dublín, la cantidad de electricidad ocupada para acceder a Bitcoin es “impresionante”. “Es un negocio sucio, es una moneda sucia”, dijo al citado medio.

“Bitcoin podría ser la primera versión ineficiente de una tecnología disruptiva”, comentó al FT la doctora Larisa Yarovaya, profesora de la Universidad de Southampton.

“Debería morir por el bien común del planeta y ser sustituida por un nuevo modelo. Consume más electricidad que un país. Todo lo demás son detalles”, sostuvo.

En febrero, el Reino Unido designó a Nigel Topping para coordinar con empresas los objetivos climáticos previos a la COP26 de Glasgow.

En mayo, el high level climate action champion adelantó que, a su juicio, el Bitcoin podría destacar en los debates de la cita planetaria y que, más temprano que tarde, esta criptomoneda podría volverse un problema en las tratativas entre países.

“Se está convirtiendo en uno de los malos del clima. La gente que se preocupa por el clima está un poco consternada. Es una idea absurda. La prueba es la quema de combustibles fósiles. Va directamente en contra de lo que intentamos hacer”, argumentó.

Y entre quienes participan del minado de criptomonedas, la postura parece ser que si no les gusta la huella de carbono asociada a la actividad, simplemente no entran en ella.

Consultado por el FT sobre si a los “mineros” les preocupa el costo medioambiental, Max Boonen, en exbanquero y fundador de la plataforma de trading de criptomonedas B2C2, dice que “nada en lo absoluto”.

Tesla

En febrero, el gigante automovilístico estadounidense Tesla anunció la compra de US$1.500 millones en Bitcoin y que aceptaría esta criptomoneda en la compra de sus autos.

Pero en mayo su dueño, el multimillonario Elon Musk, se retractó y comunicó que dejaría de aceptarla debido a preocupaciones climáticas.

En junio, el mismo Musk volvió a remecer al mundo cripto cuando señaló que Tesla volvería a aceptar Bitcoin solo cuando los “mineros” logren acreditar que usan al menos 50% de energía renovable en sus labores.

Y con eso concuerda Tobar, para quien el futuro no tiene que ver con consumir menos energía, sino que la que se ocupe sea limpia y venga de fuentes renovables.

“Si fuera por ese razonamiento, entonces apaguemos el internet, porque ocupa mucha energía y parte de ella sale de combustible fósil. No va por ahí, va porque la matriz sea limpia”, cerró.

Ciberseguridad

El avance de plataformas como Bitcoin y la aparición de otras criptomonedas preocupan al mundo de la ciberseguridad Mientras más de desarrollan, más crecen las vulnerabilidades.

“Te diría que un 40% de ellas son por softwares mal actualizados, pero un 60% de la vulnerabilidad es humana”, dijo a BioBioChile Sebastián Espinosa, country manager de Illumant en el país.

“Es decir personas que tienen una contraseña básica muy poco elaborada, fácil para que un hacker entre a tu cuenta únicamente probando combinaciones en una app de replicación”, explicó.

¿Cómo se arma una contraseña robusta? El especialista recomendó usar ocho caracteres o más con una variedad de elementos, mezclando letras mayúsculas con minúsculas junto a números y caracteres.

“Idealmente que esa contraseña no se guarde en el mismo pc, aprendérsela de memoria o si se necesita un ayuda memoria anotarla en un papel, fuera de la vista de otros”, detalló.

Adicionalmente, Espinoza mencionó que el mal uso de un computador o hacer transacciones en lugares públicos como un ciber café o un work café también pueden causar problemas.

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