Esta semana, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) comenzó a realizar un monitoreo permanente, especialmente en la región de Magallanes.
¿La razón? La flota pesquera china, que estaba capturando calamar gigante en el océano Atlántico, ahora necesita volver al Pacífico, por lo que debe ingresar a nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) por el Estrecho de Magallanes.
Las leyes marítimas internacionales ni ninguna otra normativa prohíben el tránsito por las ZEE de algún país. No obstante, unidades extranjeras no pueden pescar allí: esa actividad solo queda en manos del país anfitrión.
De acuerdo a datos de Sernapesca, hasta el jueves, la entidad vigilaba el “paso inocente” de 144 naves chinas por aguas jurisdiccionales.
49 de ellas estaban en el sector de Bahía Posesión (boca oriental del Estrecho de Magallanes) esperando poder ingresar a esta vía natural, diez navegaban por el estrecho hacia el Pacífico y 32 se desplazaban por dentro de la ZEE nacional.
A las anteriores sumaron otras 32 que se encontraban en los alrededores del archipiélago de Juan Fernández, 13 en la ZEE de las Islas Desventuradas y ocho que estuvieron cerca de la ZEE de Rapa Nui.
A modo de asegurar que las embarcaciones solo transiten por la ZEE y no pesquen, aparte de Sernapesca, la Armada también despliega unidades y equipos fiscalizadores.
En tanto, los track de navegación, que indican la trayectoria, posición y velocidad de las naves, permiten seguir los movimientos de los pesqueros, no importa su nacionalidad.
Cualquier pesquero foráneo puede recalar en algún puerto chileno habilitado para ello, ya sea para abastecerse (avituallamiento), desembarcar o realizar reparaciones.
En esos casos se activa el Acuerdo de Medidas de Estado Rector del Puerto y la nave es fiscalizada en el terminal por las autoridades chilenas.
Ejemplo de ello es el Annelies Ilena, un barco pesquero polaco que recaló en Iquique el lunes para desembarcar jurel, caballa, alfonsino y calamar.
Al momento de su arribo, personal de Sernapesca Tarapacá lo abordó para verificar sus bodegas, el track de navegación, el equipo satelital, las artes de pesca y certificar su desembarque.
¿Y si faenan en aguas chilenas?
¿Qué haría la Armada si encontrara a naves extranjeras depredando nuestros recursos naturales mientras navegan por la ZEE o atraviesan el Estrecho de Magallanes?
En septiembre, el jefe del departamento de comunicaciones de Directemar, teniente primero Simón Stuven, explicó a BioBioChile que una transgresión de este tipo gatillará la aplicación de los artículos 115 y 124 de la Ley General de Pesca y Acuicultura.
Es decir, se apresará a la o las unidades infractoras para derivarlas hasta un puerto estipulado por el mismo cuerpo legal.
Allí se incautará todo lo explotado, se notificará del hecho a las autoridades correspondientes y los antecedentes serán remitidos al Poder Judicial a modo de dar paso a los procesos sancionatorios respectivos.
En el periodo entre mayo y junio, la Armada estima que un número cercano a las 200 naves cruzarán desde el Atlántico hacia el Pacífico.
En los últimos años, el promedio anual de embarcaciones extranjeras que cruzan el Estrecho de Magallanes es de 2 mil naves provenientes de distintos rincones del mundo.
“La Armada de Chile seguirá manteniendo una estricta vigilancia de la flota pesquera internacional con el propósito de detectar tempranamente cualquier anomalía en el comportamiento de las naves y combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en alta mar”, dijo al respecto el subdirector de Seguridad y Operaciones Marítimas, capitán de navío litoral Carlos Fredes.