«La ciencia nos está diciendo que esta década es clave y tenemos que tomar decisiones para poder evitar las graves consecuencias del cambio climático», dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante la sesión inaugural de la Cumbre de Líderes sobre el Clima que se realizó el jueves 22 de abril, en el Día Mundial de la Tierra.
Presidentes y líderes de 40 países de todos los continentes participaron en la reunión virtual –debido a la pandemia del COVID-19– convocada por el mandatario norteamericano para fortalecer y acelerar los compromisos adoptados por los países para alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono hacia el 2050, decisiones que se discutirán en la COP 26 que se realizará en Glasgow, en el Reino Unido.
En ese sentido, el presidente Biden elevó el compromiso de Estados Unidos para reducir «las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para fines de esta década», es decir, Estados Unidos estableció una nueva meta de reducir sus emisiones en 50% a 52% para el 2030, tomando como base los niveles del 2005. Un ofrecimiento que es prácticamente el doble del compromiso asumido en el acuerdo de París, cuando Estados Unidos ofreció bajar entre 26% a 28% sus emisiones al 2025.
Para Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente de Chile, el anuncio de Estados Unidos «es un tremendo avance, más cercano a las metas del Acuerdo de París para evitar el calentamiento extremo», dijo a Mongabay Latam y agregó que este compromiso «significa que se agotan las excusas de otros países para no actuar».
En la Cumbre también participó el papa Francisco y la joven activista mexicana y representante de Fridays for Future, Xiye Bastida, quien dijo «no podemos seguir teniendo cumbres y conversaciones de lo que queremos cambiar, porque ya sabemos lo que necesitamos. Lo único que tenemos que hacer ahora es implementarlas».
Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados de Estados Unidos, dijo que «Xiye es una inspiración para trabajar juntos y dejar un mejor planeta a las generaciones que nos sucedan».
El compromiso mundial
Biden recordó a todos los líderes mundiales que los incendios forestales, las inundaciones y las olas de calor están ocasionando destrozos en muchas partes del planeta. «Esto es grave para nuestra salud pública, es una realidad innegable y tenemos que tomar acción todos nosotros».
El presidente de Estados Unidos también comprometió un financiamiento de 100 mil millones de dólares anuales para los países en desarrollo y aseguró que se trata de «una inversión que va a rendir dividendos para todos». De esta forma, el presidente de Estados Unidos reafirma el compromiso adoptado desde que ganó las elecciones en noviembre de 2020.
Manuel Pulgar-Vidal, líder de Clima y Energía para World Wildlife Fund (WWF), destaca el anuncio del presidente Biden como «una meta valiosa» y mencionó que los compromisos de los países presentes en la cumbre es «una señal clara de que la transformación de los diversos sectores [de la economía] está en marcha».
En la conferencia inaugural de la Cumbre de Líderes sobre el Clima que se transmitió desde la Casa Blanca, los líderes mundiales de China, Rusia, Reino Unido, India y Brasil —entre los países que más emisiones generan en el mundo, así como del resto de países de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía— hablaron de sus compromisos para reducir las emisiones, lograr el cambio de matriz energética y desarrollar tecnologías limpias.
Entre los países que anunciaron un mayor compromiso en la reducción de las emisiones estuvo Canadá que fijó entre un 40% a 50% la disminución de sus gases de efecto invernadero para 2030; mientras que Japón mencionó que bajará hasta el 46% de sus emisiones durante esta década.
La Unión Europea se sumó al ofrecimiento de fondos con 1.3 mil millones de euros (alrededor de 1.6 mil millones de dólares). En tanto, Nueva Zelanda llamó a los países a eliminar los combustibles fósiles y los subsidios a los mismos, mientras que el Banco Africano de Desarrollo fue reconocido como el primer banco multilateral en cumplir y superar el objetivo del 50% de financiación para la adaptación climática.
En conversación con Mongabay Latam, Mena, exministro de Chile, recordó que el planeta está muy cerca de alcanzar el aumento de 1.5 grados Celsius, una meta señalada por los científicos y establecida en el Acuerdo de París. «Está agotándose el tiempo, prácticamente quedan ocho años para que se empiece a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad».
¿Cuál es el mensaje para los países de Latinoamérica? ¿Cuáles son los compromisos que se esperan?
La presencia de América Latina
«Para los países de América Latina, al igual que para el resto del mundo, esta reunión es un ‘parteaguas’ [un punto de inflexión] que cambia positivamente la acción climática global», señala Adrián Fernández, de la Fundación Iniciativa Climática de México.
Fernández recordó que Estados Unidos «siempre ha jugado el papel de catalizador para el resto de países sobre este tema», a excepción de los cuatro años del gobierno de Donald Trump.
En la cita inaugural participaron los presidentes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y México.
Durante su intervención, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que su país «esta en primera fila en la lucha contra el cambio climático», mostrando un giro en su posición sobre este tema con relación a intervenciones en anteriores cumbres mundiales.
Bolsonaro dijo también que el país espera alcanzar la neutralidad de las emisiones de carbono para el 2050, adelantando así en una década el compromiso adoptado anteriormente. «Entre las medidas que se requieren para lograrlo quisiera recalcar nuestro compromiso para eliminar la deforestación ilegal en Brasil para el año 2030».
El presidente de Brasil también mencionó que el objetivo es reducir en 40% las emisiones al 2030 y recordó que el país tiene una de las «matrices energéticas más limpias del mundo», con inversiones en energía eólica, solar y etanol.
En otro momento Bolsonaro se refirió a la Amazonía y dijo que uno de los desafíos del país es «mejorar la vida de más de 23 millones de brasileños que viven en Amazonía», en un país rico en recursos naturales pero con los peores índices de desarrollo humano.
Fernández, de la Fundación Iniciativa Climática de México, consideró que Bolsonaro ha dejado «entrever que estará atento a buscar apoyo financiero a gran escala», luego del anuncio de Biden sobre el financiamiento anual de cien mil millones de dólares para que los países en vías de desarrollo puedan enfrentar el cambio climático.
Sin embargo, el analista mexicano agregó que se espera de Bolsonaro una mayor claridad en sus políticas para que sean compatibles con el cuidado de la Amazonía. «Para que Brasil logre recursos a cambio de resultados deberá demostrar que se esta conteniendo la deforestación».
La lideresa indígena Sonia Guajajara, coordinadora de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), dijo, a través de sus redes sociales, que las políticas y órganos ambientales del Estado brasileño están siendo desmantelados y paralizados. «Luego va una y otra vez, miente y miente», comentó sobre el discurso de Bolsonaro en la reunión de líderes mundiales.
La participación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue la que menos interés produjo entre los países Latinoamericanos. «López Obrador no tiene conocimiento del cambio climático. No hubo una confirmación del compromiso de México con el Acuerdo de Paris y faltó muestras de una política climática bien articulada», comenta el analista mexicano Fernández.
López Obrador abrió su participación mencionando que en México se han encontrado, recientemente, tres yacimientos de hidrocarburos. «Este petróleo cubrirá el mercado interno y se acabará la compra de gasolina. Ayudaremos a reducir el uso excesivo de combustibles fósiles, modernizando hidroeléctricas para reducir el uso de carbón», dijo el mandatario de México antes de referirse a su programa de reforestación Sembrando Vida, que presentó como una alternativa también para Centroamérica y sugirió que se ejecute con financiamiento de Estados Unidos.
«No todos los países de América Latina se están alineando con los compromisos. Algunos, como México, no han querido tener un mayor porcentaje en la reducción de sus emisiones», comenta Mena, el exministro de Chile.
La apuesta de Chile, Colombia y Perú
Desde Chile, el presidente Sebastián Piñera hizo los anuncios más progresistas y de mayor ambición de la región, según el análisis de Fernández desde la Fundación Iniciativa Climática de México. El especialista destacó la propuesta del país no sólo para generar electricidad, sino para convertir a Chile en líder del hidrógeno verde.
«Estamos comprometidos a tener un impacto positivo y hacer contribuciones para el desarrollo en nuestra lucha en contra del cambio climático», dijo Piñera, y planteó como un aporte el aprovechamiento del hidrógeno que se encuentra en el sur del país.
«Producir hidrógeno ayudará a otros países a descarbonizar sus propias matrices energéticas a medida que nosotros nos acercamos a energías más limpias», adelantó durante la cumbre en la que se comprometió a descarbonizar la matriz energética antes del 2040.
Piñera también habló sobre los océanos como «las zonas más vulnerables y explotadas de nuestro planeta». En ese sentido mencionó que Chile ya estableció más del 43 % de su zona marina como áreas protegidas e invitó al resto de países a avanzar en ese camino. El mandatario también hizo un llamado para establecer una «zona de protección de todo el mar alrededor de la Antártida donde hay una increíble biodiversidad», así como crear la primera zona de protección en alta en alta mar, especialmente en la zona de Nazca.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, presentó sus propuestas para enfrentar el cambio climático. La primera fue la reducción de las emisiones en Colombia hasta un 51% para 2030 y lograr convertirse en un país con carbono neutral para el 2050.
Duque también habló de la transformación energética para agosto 2022, cuando espera que Colombia alcance un 14% de esta transición, así como avanzar hacia un transporte mas limpio con una flota de vehículos urbanos eléctricos más grande en la región.
Duque también mencionó que es muy importante promover herramientas que financien las políticas encaminadas hacia la neutralidad del carbono y la reducción sustancial de gases efecto invernadero, así como la urgencia de tener mecanismos innovadores para lograr canjes de deuda por la protección efectiva del clima.
«Hay una deuda de los países desarrollados con respecto al financiamiento climático. En Centroamérica hay países muy endeudados por los constantes embates de huracanes. Esto nos pone frente a la justicia climática porque esos países no son los que causaron mas daños, pero son los mas afectados», comenta Mena, quien espera un mayor aporte financiero de Estados Unidos.
Para el exministro del Ambiente de Perú, Pulgar-Vidal, las próximas cumbres del G7 y del G20 ofrecen importantes oportunidades a las economías industrializadas, «donde podrían acordar medidas estructurales para la descarbonización, como la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y el aumento de los impuestos sobre el carbono, entre otras medidas».
Pulgar-Vidal también señala que los países con mayores emisiones deben considerar los compromisos financieros bilaterales y multilaterales como una pieza esencial y complementaria de sus nuevos compromisos nacionales.
Desde Cusco, en Perú, el ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, señaló que para Perú «es fundamental la utilización sostenible de los bosques en una visión integral, por su contribución como fijadores de carbono, reguladores del ciclo hídrico y generadores de condiciones para la biodiversidad y otros recursos ecosistémicos».
Hasta ahora Perú se ha comprometido a reducir sus emisiones hasta en un 40% para el 2030. En ese sentido, Quijandría dijo que el país ha reforzado su estrategia nacional para «alcanzar la carbono neutralidad y la resiliencia del país a mediados del presente siglo».
Los jóvenes: el futuro del planeta
La presentación de Xiye Bastida significó un remezón para todos los mandatarios que participaban de la reunión virtual. La joven de origen mexicano que migró junto con su familia a Estados Unidos luego de una gran inundación que afectó a su comunidad de San Pedro Tultepecla, de la nación indígena otomí-tolteca, participó al final de la primera reunión como representante de Fridays for Future.
Bastida criticó la industria de los combustibles fósiles y los sistemas que han dado lugar a esta crisis climática en la que las comunidades más pobres del planeta sufren los efectos de los países industrializados.
«Una economía verde haciendo las cosas como siempre afectará enormemente a estas comunidades. Necesitamos una transición justa a combustibles renovables para reducir el carbono pero más importante aún es que todas esas soluciones se implementen con la voces de las comunidades indígenas y oprimidas, junto con la de los líderes y los tomadores de decisiones», dijo la joven activista.
Para Adrián Fernández no sólo la participación de los pueblos indígenas es importante, sino que se trata más bien de un tema amplio de los diversos grupos de la sociedad.
«Ella [Xiye Bastida] es un gran ejemplo de la movilización de los jóvenes en el mundo, que surgieron por iniciativa propia en escuelas publicas y privadas. Es una tremenda revolución silenciosa de los jóvenes que cuestionan el modelo económico, los patrones de consumo que tienen fallas y no permiten la participación de la población vulnerable, incluyendo los grupos indígenas», comenta el analista de México.
Fernández considera que los movimientos como el iniciado por Greta Thunberg «van a crecer como la espuma y exigir con mucho conocimiento a las generaciones de adultos que no les roben el futuro». No es un reclamo visceral —continúa Fernández— hay mucho conocimiento sobre las causas de la crisis climática.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista internacional de conservación natural Mongabay Latam.