En línea con las necesidades de la industria, la idea de aumentar la seguridad vial y las nuevas tendencias energéticas, alrededor del mundo los semáforos comenzaron a cambiar la forma en la que se producen y las funcionalidades que traen.
Tras años de implementación en otras parte del mundo, especialmente en Europa, la empresa chilena Alyplas comenzó a producir en nuestro país semáforos de plástico, que al mismo tiempo son reciclables y modulares, de los cuales ya se han instalado más de mil en distintas partes del país.
El proyecto comenzó en 2019, con un plan piloto en la intersección de Lyon con Pocuro en Providencia.
Dados los resultados este se expandió a Las Condes, Lo Barnechea, San Bernardo, Padre Hurtado, Peñaflor y Puente Alto, en la región Metropolitana.
Fuera de la capital, el producto ya funciona en Iquique, Coquimbo y Temuco.
Beneficios
Desde la compañía aseguran que las funcionalidades de un semáforo plástico “constituyen un importante beneficio” en la seguridad para transeúntes, ciclistas y conductores.
Lo anterior porque pesan cerca de un 70% menos que los tradicionales, hechos de acero y aluminio, lo que los hace un potencial peligro cuando hay accidentes de tránsito por su alto peso.
Asimismo, este producto utiliza tecnología LED, lo que reduce el consumo de energía en un 90% en comparación a los tradicionales.
Estos semáforos cuentan con Protección IP65, lo que permite una mayor durabilidad, sin sufrir deterioros por polvo o agua. En zonas costeras, esto evitar la oxidación.
Al ser modulares, estos instrumentos permiten crear combinaciones distintas y separarlos o desmontarlos para eventos masivos, o de alto potencial de daño.
