Martes 20 octubre de 2020 | Publicado a las 09:56
· Actualizado a las 10:17
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Las redes de pesca abandonadas son la forma más letal de los desechos plásticos para la vida marina: no solo contaminan los océanos, sino que también matan a numerosas especies como tiburones, rayas, aves, mamíferos marinos y tortugas.
En esa misma línea, estas “artes de pesca” han contribuido a que la vaquita y otras especies de pequeños cetáceos se encuentren al borde de la extinción, advirtió WWF.
En su informe “No más redes fantasmas”, la ONG señaló que aunque, esta crisis se agrava, “los gobiernos y la industria no le están prestando suficiente atención”.
Por ello, WWF lanzó una campaña para reunir 100 mil firmas a modo de contar con dos millones de personas que apoyen el Nuevo Tratado para Combatir la Contaminación Marina por Plásticos. Al cierre de esta edición, la propuesta cuenta con 1.952.232 firmas.
Nefastos efectos
De acuerdo a WWF, los artes de pesca abandonados son responsables de lesionar y matar a más de 557 especies marinas, incluyendo un 66% de los mamíferos marinos, 50% de las aves marinas y todas las tortugas marinas.
“También dañan hábitats marinos vitales como los arrecifes de coral y los manglares y amenazan las fuentes de alimentos y los medios de vida de las comunidades costeras y los pescadores”, indicaron.
Los perjuicios de esta contaminación no solo afectan especies y ecosistemas, sino que también afectan la salud humana.
Los artes de pesca están hechos con polímeros y otros materiales contaminantes que, al ser tragados por especies de consumo, se convierten en nocivos para los humanos.
Yacqueline Montecinos, encargada de Biodiversidad Marina de WWF Chile, reforzó el llamado a cubrir las brechas de información en cuanto a las redes fantasma y su impacto a nivel nacional, así como a impulsar acciones para su control.
“Este es un problema que es de especial preocupación para nuestro país, que tiene una de las mayores superficies marítimas de Latinoamérica y el mundo, por tanto debemos buscar fórmulas que permitan cuantificar y frenar la pérdida de artes de pesca, lo que implica medidas de control y monitoreo y también innovación en su diseño y reutilización”, comentó la ambientalista.
Un estudio reciente sobre las tasas mundiales de pérdida de artes de pesca, elaborado a partir de fuentes principalmente del hemisferio norte, estimó que el 5,7% de todas las redes de pesca, el 8,6% de las trampas y nasas y el 29% de todas las líneas de pesca utilizadas a nivel mundial se abandonan, pierden o descartan en el medio ambiente.
En América Latina, cuya actividad pesquera representa el 15% de la producción mundial y en donde tres millones de personas dependen directa o indirectamente de la pesca, se desconoce la magnitud del problema.
“La falta de un diagnóstico regional sobre el abandono y pérdida de redes contrasta con los datos que, a nivel mundial, señalan que cada año se pierden en los mares hasta un millón de toneladas de artes de pesca”, señaló por su parte Aimée Leslie, Directora del Programa Océanos y Vida Silvestre de WWF.