De acuerdo a información obtenida en monitoreos, la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar) estima que la gran flota pesquera china llegaría al frente de nuestras aguas durante noviembre.
Desde la Cuarta Zona Naval precisaron que se trata de 367 embarcaciones, diez de las cuales son de apoyo logístico, como frigoríficos y petroleros. Una “ciudad flotante”, afirmaron.
Según recordó el contraalmirante Alberto Soto, esta aventura no es nada nuevo y se viene repitiendo desde hace al menos 30 años.
“China y Chile son signatarios del convenio de regulación de la pesca del Pacífico sur (…) del cual Chile es fundador y que, en la práctica, regula la pesca de calamar y otras instancias en todo el Pacífico sur”, dijo.
El uniformado también aseveró que el seguimiento y monitoreo de las naves, especialmente para asegurar que exploten aguas internacionales y no las jurisdiccionales, se está haciendo con radares e incluso con información triangulada con Nueva Zelanda.
La semana pasada, desde el Departamento de Estado de Estados Unidos indicaron que ellos no quieren detener al grupo de naves mientras este se apegue a las normas.
“Estados Unidos no busca detener la flota china que está pescando fuera de las costas de América del Sur mientras siga las reglas, pesque donde se deba y esté autorizado”, dijo David Hogan, director interino de Conservación Marina de la Oficina de Océanos y Asuntos Científicos y Ambientales Internacionales.
Tarde o temprano, parte de ese grupo atravesará nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) por el Estrecho de Magallanes para seguir sus faenas en el océano Atlántico.
¿Qué hace la Armada para impedir que la flota deprede nuestros recursos naturales mientras cambia de océano? El jefe del departamento de comunicaciones de Directemar, teniente primero Simón Stuven, detalló que en ese periodo “intensifican” sus procesos de vigilancia y control “para evitar que se desarrollen faenas”.
De sorprender a alguna nave transgrediendo la norma se aplica lo establecido en los artículos 115 y 124 de la Ley General de Pesca y Acuicultura.
Es decir, se apresa a la unidad, que es llevada a un puerto estipulado por el mismo cuerpo legal; se incauta su contenido, se notifica del hecho y todos los antecedentes son remitidos al Poder Judicial.