Greenpeace dispara contra Blumar y desliza que mentirían en caso de salmones escapados

Créditos: CONTEXTO | Blumar

Domingo 28 junio de 2020 | Publicado a las 17:37

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La tarde de este sábado, Greenpeace salió a criticar el manejo de la masiva fuga de salmones que sufrió la empresa Blumar en uno de sus centros de cultivo en el Seno del Reloncaví debido a malas condiciones climáticas y deslizó la posibilidad que la compañía esté mintiendo en los números entregados.

Desde la gerencia, Gerardo Balbontín señaló que la unidad afectada contaba con 875.144 peces en etapa de engorda, los que tenían un peso promedio de 3,828 kilos y que estaban distribuidos en 18 jaulas, desconociéndose por el momento la magnitud exacta del escape.

Ese punto fue el fustigado por la ONG ambientalista, desde donde dispararon dardos en contra de la pesquera y la industria en general, acusando una posible manipulación de los datos para bajar el perfil de la crisis.

“Es impresentable que la propia empresa no sepa la magnitud del escape. El permiso de siembra era para un total de 1.009.474 salmones y en este evento se hundieron prácticamente todas las jaulas, por lo que al menos estamos hablando de 1 millón de salmones escapados”, lanzó Estefanía González, coordinadora de campañas.

“Sabemos también que la industria sistemáticamente falsifica los datos sobre siembras y mortandades, así lo demostró el caso de Nova Austral donde el ex gerente Nicos Nicolaides presenta diferentes denuncias y querellas por ocultar las cifras”, añadió.

“Para el caso de este centro, el representante legal de la empresa Blumar al momento de la tramitación de los permisos para aumentar la capacidad de cultivo es el mismo Nicos Nicolaides, por lo que no extrañaría que la cantidad realmente sembrada en este centro sea aún mayor de lo autorizado”, agregó.

A su juicio, se debe investigar a fondo las causas del hundimiento de las jaulas que contenían salmones del Atlántico, fuga confirmada por parte del Sernapesca y que ocurrió en las cercanías del lugar donde se registró el escape de Marine Harvest (Mowi), en 2018.

El hecho se reportó a la Superintendencia de Medioambiente y los próximos días serán claves para la fiscalización de la recaptura de los salmones que debe hacer la propia empresa.

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