La CNA acreditó la mañana de este miércoles a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso por siete años.
La máxima acreditación fue en todas las áreas: Gestión, Docencia de Pregrado y Postgrado, Investigación y Vinculación con el Medio.
Con esto, la institución integra el grupo de universidades de excelencia de acuerdo a los nuevos indicadores que estableció la Ley de Educación Superior y se suma a otros cuatro planteles con siete años: la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Santiago y la Universidad de Concepción.
“Este es un logro de toda la comunidad universitaria. Estamos muy contentos porque esto responde a años de mejoramiento continuo, que seguiremos realizando. Con este logro ingresamos al muy reducido grupo de universidades chilenas con 7 años de acreditación”, destacó el rector Claudio Elórtegui.
La única con máxima acreditación en la región de Valparaíso
La PUCV se transforma así en la única con la máxima acreditación en la región de Valparaíso. Además, es la que alcanza un mayor nivel de certificación, lo que la posiciona aún más en el liderazgo alcanzado.
“Reafirmamos nuestro compromiso de seguir contribuyendo con la región, con nuestro país para seguir formando profesionales y continuar en la línea de generación de conocimiento para contribuir en la construcción de un país más desarrollado, más justo y más solidario”, indicó la autoridad universitaria.
El 1 de junio de 2021 la PUCV entregó oficialmente a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) su Informe de Autoevaluación, que da cuenta del sostenido desarrollo académico e institucional que ha experimentado la institución durante el período 2015-2020.
Luego, a fines de noviembre del año pasado, la Universidad Católica de Valparaíso cumplió de excelente forma con la visita de los pares evaluadores externos que desarrollaron el proceso de manera online.
Fortalezas institucionales
El rector Elórtegui señaló que la capacidad de respuesta que ofreció la universidad durante los últimos seis años se basó tanto en la dedicación de las personas como en las fortalezas institucionales que se han ido desarrollando (…) tanto respecto del desempeño general de la institución como del desarrollo del proceso de autoevaluación.
“La evaluación interna que desarrollamos durante los últimos años trasciende las contingencias que se han debido enfrentar por la pandemia, y nos permite comprobar que hemos sido fieles con la misión de servicio a las personas y a la sociedad (…)”, complementó.
“Esperamos seguir trabajando para llegar a nuestro primer siglo de existencia como una institución fuerte y madura, capaz de seguir realizando una contribución significativa al desarrollo de Chile y de proyectarse más allá de sus fronteras. Los avances alcanzados, gracias al aporte de cada uno de los miembros de nuestra Comunidad Universitaria y las fortalezas desarrolladas a través del tiempo, nos permiten enfrentar con orgullo y optimismo el futuro de la universidad, en miras al centenario de la PUCV”, concluyó el rector.