Viernes 06 marzo de 2020 | Publicado a las 23:26
· Actualizado a las 23:37
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Casos como el de “La Manada” en España o las denuncias en el marco del movimiento #Metoo, han dejado en evidencia durante los últimos años que para algunos no está tan claro de qué trata el consentimiento sexual.
Para muchos, la ausencia de un “no” explícito como respuesta ante una insinuación sexual es sinónimo de consentimiento, pero no siempre es así. Esto es sumamente importante, porque tal como expone la Organización Mundial de la Salud (OMS) si la relación no es consensuada entonces constituye una agresión sexual.
Tal como explicamos en un artículo anterior, el Centro Nacional de Recursos sobre la Violencia Sexual (NSVR, por sus siglas en inglés), indica que el consentimiento de una víctima puede estar ausente ya sea por miedo, edad (menores), alguna enfermedad que la incapacite mentalmente, influencia del alcohol u otros estupefacientes, o incluso por estar dormida. En estas situaciones, una mujer puede que no pronuncie una negativa verbal explícita, pero eso no quiere decir que este consintiendo.
Por ejemplo, a menudo la visión que se tiene sobre la reacción ante una inminente violación es la lucha o huida de la víctima para evitar a toda costa que el acto sexual ocurra, sin embargo, el paralizarse o quedarse pasmada también es una actitud bastante común que experimentan algunas mujeres.
Pese a que estas definiciones pueden ser muy claras para muchos, la verdad es que existen situaciones en que incluso la propia víctima se confunde al no saber si realmente fue víctima o no de abuso o violación y, por lo mismo, no se atreven a denunciar.
Para que la situación quede clara para aquellos que aún no lo comprenden, hay algunos videos que de manera didáctica lo han explicado.
El primero, realizado por la columnista feminista Emmeline May y el canal de Youtube Blue Seat Studios, usa una taza de té como analogía.
Asimismo, hace 4 años, la ONG Project Consent creó una campaña que buscaba educar respecto al tema. “Si no es sí, es no”, decía el título de la iniciativa realizada por la productora Juniper Park/TBWA, que buscaba romper con creencias que fomentan el abuso sexual o la violación. Que ella se lo buscó, que estaba provocando, o que parecía querer algo más, son algunos de los pensamientos a los que este proyecto quiso poner fin.
Para ello, la entidad difundió tres videos que retratan el mensaje con curiosos personajes. Se trata de animaciones de una vagina, un pene, un pecho, un trasero y una mano parlantes, desenvolviéndose en situaciones cotidianas.
Asimismo, el año pasado el banco HSBC presentó una campaña en Argentina, donde usó uno de sus cajeros automáticos para llevar a cabo una analogía relativa al consentimiento sexual.
El dispensador instalado en pleno Buenos Aires se negaba a aceptar un no como respuesta cuando preguntaba al usuario si deseaba “otra operación”.