El 24 de febrero pasado, Harvey Weinstein fue declarado culpable de dos delitos de agresión sexual y violación. El juicio duró casi un mes y la deliberación se tomó en cinco días.
Los medios de comunicación y las redes sociales siguieron paso a paso cada detalle del caso, donde más de 80 mujeres presentaron denuncias contra el ex “titán” de Hollywood.
El estallido del escándalo impulsó la creación de un movimiento que cambió para siempre la historia de la lucha contra el acoso y abuso contra las mujeres: #MeToo.
Luego que el diario New York Times expusiera el caso de Weinstein, miles de mujeres de todo el mundo comenzaron a compartir sus propias experiencias en redes sociales utilizando el hashtag #MeToo.
La primera en hacer el llamado fue la actriz de Charmed Alyssa Milano, quien invitó a otras mujeres a alzar la voz usando dicha etiqueta.
“A sugerencia de una amiga: Si todas las mujeres que han sido acosadas o agredidas sexualmente escribieran ‘Yo también’ en su estado, podríamos darles a las personas una idea de la magnitud del problema”, tuiteó.
Y aunque fue el mensaje de Milano el que tuvo mayor repercusión, 11 años antes la activista Tarana Burke, ya había iniciado el movimiento en Myspace, para ayudar en el “empoderamiento a través de la empatía” a mujeres de color víctimas de abusos sexuales.
En cuestión de horas tras el mensaje de Milano, fueron miles las mujeres quienes contaron sus historias e hicieron sus denuncias en Twitter, Facebook e Instagram.
24 horas después, el hashtag se volvió universal y más de 4,7 millones de personas lo usaron en Facebook. Además varios países crearon sus propias versiones en sus idiomas. En Francia fue #balancetonporc, en España #YoTambien, en China #我也是 y en Finlandia #memyös.
Celebridades e incluso algunos hombres también se unieron al movimiento y contaron sus experiencias. Entre ellas, Patricia Arquette, Björk, Gretchen Carlson, Sheryl Crow, Viola Davis, Rosario Dawson, Felicia Day, Ellen DeGeneres, Laura Dreyfus, America Ferrera, Lady Gaga, Heather Graham, Sarah Hyland, Debra Messing, Anna Paquin, Christina Perri, Busy Philipps,Emily Ratajkowski, Jenny Slate, Gabrielle Union, Evan Rachel Wood y Reese Witherspoon.
Por su parte, los actores Terry Crews y James Van Der Beek también expusieron los acosos de los que fueron víctimas. Mientras que otros hombres reconocieron haber sido victimarios.
Gracias al fenómeno que se comenzó a crear, pronto salieron a la luz denuncias en diferentes áreas e industrias como la música, los medios, la ciencia y la política.
Incluso en Chile se dieron algunos casos emblemáticos como el del director de teleseries Herval Abreu y el director de cine Nicolás López, que recibieron varias acusaciones de parte de diferentes mujeres.
Los artículos que cambió todo
Fue una investigación realizada por dos mujeres, Jodi Kantor y Megan Twohey, y publicada en el diario The New York Times el 5 de octubre de 2017, la que cambió las cosas.
En el artículo se habla de tres décadas de hostigamiento sexual de Weinstein contra mujeres que trabajan con él, aspirantes a actrices o asistentes. Además se denuncia el pago de acuerdos económicos para que mantuvieran silencio.
Paralelamente, la revista The New Yorker también publicó un reportaje escrito por Ronan Farrow, donde se revela el caso de 13 mujeres agredidas y/o acosadas sexualmente por el productor, tres de las cuales habían sido violadas, siendo una de ellas la actriz y directora Asia Argento.
La publicación además hace eco de una grabación policial donde el hombre admite haber “manoseado” sin su consentimiento a una mujer.
Farrow también menciona a 16 ejecutivos o asistentes que fueron testigos o denunciaron los delito.
La valentía de una rosa
La primera actriz en denunciar al magnate por violación fue Rose McGowan, conocida entre otras por su rol en la serie Charmed.
En su libro Brave, la artista narró que durante el Festival de Sundance en 1997, cuando ella tenía 23 años, tuvo una supuesta reunión profesional con Weinstein para hablar de “la proyección de su carrera”.
El encuentro sería en el restaurante del hotel donde se alojaba él, pero la recepcionista le dijo que el hombre estaba en un llamado importante y que subiera directo a su suite.
Tras 30 minutos de conversación, él la llevó hasta el jacuzzi del baño, la desnudó y la sentó en el borde de la bañera. “Estaba con la cara del Monstruo entre mis piernas, atrapada por una bestia. En aquella pequeña habitación con aquel hombre enorme, mi mente se quedó en blanco”, aseguró. “Me congelé, como una estatua”, agregó también.
Ella quería denunciarlo, pero no lo hizo por consejo de un abogado que le aseguró que nadie le creería, mientras que otras personas le recomendaron pensar en ello “como algo que a la larga podría ayudar a mi carrera”.
Weinstein pagó a Rose 100.000 dólares para mantener su silencio, pero en 2017 decidió hacer todo publico.
“Yo era tan nueva en el escalón superior de la industria. No sabía lo que tantos sabían, que él era un depredador y yo caminaba hacia su trampa”, relató.
Gracias al testimonio de Rose, muchas otras mujeres comenzaron a hablar e hicieron caer a poderosos hombres como Roger Ailes de Fox News, el actor Kevin Spacey, el comediante Louis C.K. y el cineasta Brett Ratner.
El movimiento cobró fuerza en todo el mundo e incluso fue nombrado por la revista Time como “interruptoras del silencio”.