Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo. Herramienta desarrollada por BioBioChile
Isabel Allende, senadora del PS, emocionada y entre lágrimas, se despidió tras ser cesada por el Tribunal Constitucional por la fallida venta de la casa de su padre, Salvador Allende. En su último discurso en el Senado, criticó la decisión como injusta y vulneradora de principios democráticos. Reconoció su error, pero acusó al gobierno de no advertirle sobre la restricción constitucional. La tensión crece en el oficialismo, con presiones para la salida de Francisca Moya. La ministra Lobos defendió a Moya y Elizalde valoró su labor.
“No es fácil dirigirme a ustedes. Probablemente, sea mi última intervención en esta sala”, dijo entre lágrimas Isabel Allende (PS), quien entregó un discurso en el Senado tras haber sido cesada de su cargo por el Tribunal Constitucional, en medio de la polémica por la fallida compra por parte del Estado de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
La militante socialista tomó la palabra al inicio de la sesión de sala del Senado y por cerca de 16 minutos, en el podio de la Cámara alta, con una declaración escrita por su puño y letra, abordó el fallo del TC.
“Es uno de los momentos más duros y difíciles de mi vida. Me resulta más difícil la manera tan abrupta en la que terminan más de treinta años de servicio a mi país”, planteó en un tono pausado .
Asimismo, Allende expresó su profundo dolor con la decisión del tribunal, tildándola como una injusticia que vulnera principios de justicia, proporcionalidad y sentido democrático.
Junto con lo anterior, criticó que el fallo se revelara sin conocer formalmente su texto ni argumentos, aclarando que aún no es notificada oficialmente de su cese en el cargo.
El dardo contra La Moneda de Isabel Allende (PS)
Por otra parte, Isabel Allende realizó una autocrítica y reconoció su error por no considerar la inhabilidad que establecía la Constitución, pero defendió que actuó “de buena fe”, confiando en la institucionalidad y bajo la idea de preservar la memoria histórica de su padre.
En la misma línea, lanzó dardos en contra del gobierno, acusando que ninguna autoridad involucrada en el proceso le advirtió la existencia de una restricción constitucional para realizar la operación.
Su intervención fue seguida por los parlamentarios presentes en la sala, en una jornada que contó con la presencia de diferentes autoridades de militancia socialista, o con cercanía hacia la colectividad en el Congreso.
De esta manera, tras culminar su alocución, sus pares oficialistas la correspondieron con aplausos y abrazos de despedida. Al salir, sus compañeros del Partido Socialista la escoltaron por los pasillos del Congreso Nacional en lo que fue una caótica salida de la sala.
Sin embargo, hubo una autoridad del Ejecutivo que no pudo ingresar al pleno. Se trata del subsecretario de Defensa, Ricardo Montero, quien no pudo estar presente, ya que el senador Fidel Espinoza (OS) no dio unanimidad para permitir su asistencia, lo que le valió el reproche interno de la bancada.
Así, el caso sigue sacudiendo al Partido Socialista, al impactar directamente al legado del expresidente Salvador Allende, una de las figuras más importantes de la tienda y del país.
Por su parte, el Presidente Gabriel Boric, volvió a abordar la polémica, evitando nuevamente una autocrítica, y reiteró su apoyo a la senadora Allende.
Tensión en el oficialismo
En paralelo, ha aumentado la presión en contra de la abogada y jefa de la División Jurídica de la Segpres, Francisca Moya.
Cabe mencionar que durante su comparecencia a la Comisión Especial Investigadora en la Cámara de Diputados, Moya reconoció que no advirtió de la inhabilidad para concretar la ejecución de la compra, pese a estar en conocimiento de la restricción, aludiendo a que no era su atribución alertar la complicación.
Esto le valió diferentes reproches en el mundo político, siendo apuntada directamente por sectores del oficialismo y la oposición. De hecho, en la sesión de la comisión de Constitución del senado, el senador Alfonso de Urresti (PS) interpeló a la ministra de la Segpres, Macarena Lobos, solicitando explicaciones por las acciones de Moya.
Así, hubo parlamentarios del Partido Socialista y de la derecha que presionaron al Ejecutivo solicitando la salida de Moya de su cargo en el gobierno, acusando un actuar negligente de la abogada.
De todas formas, en La Moneda blindaron a Francisca Moya, descartando su salida del Ejecutivo.
Ante las interpelaciones, la ministra Lobos aclaró que, al ser un proceso de etapas, la inhabilidad correspondía al momento de suscribir la compraventa, proceso radicado en Bienes Nacionales.
A la defensa se sumó el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, quien, ante los cuestionamientos de parlamentarios socialistas a Moya, valoró la labor que la abogada ha realizado en el gobierno.
PS y Ejecutivo
Pese a los desencuentros por la permanencia de Francisca Moya, en el Partido Socialista reconocieron que se logró limar asperezas con el Ejecutivo.
Pero, en la tienda, reiteraron el llamado a que el Presidente Boric haga valer las responsabilidades políticas y administrativas.
Así lo planteó la senadora y timonel de la colectividad, Paulina Vodanovic, quien aseguró que en el encuentro que sostuvo la mesa directiva del PS con el mandatario, este reconoció la existencia de desprolijidades en el proceso que culminó con la destitución de la senadora Allende.
En medio esta polémica, el Presidente Gabriel Boric dio pie atrás en la nominación de la abogada y antropóloga frenteamplista, Antonia Rivas, para ser parte del consejo del Servel, en reemplazo del consejero Alfredo Joignant.
Recordar que el nombre de Rivas generó rechazo en el PS, tienda en la que apelaban por concretar una nominación que respete el cupo de la tienda con el consejero saliente.
De esta manera, en la bancada socialista aseguraron no estar disponibles para avanzar en la nominación de Rivas. Por lo mismo, el retroceso en la propuesta fue interpretado como un guiño, en medio del delicado momento por el que pasa la colectividad tras la destitución de la senadora Allende.
Ante este escenario, el senador Juan Ignacio Latorre (FA) desdramatizó el cambio en la decisión del Ejecutivo, asegurando que si la modificación obedece a reparar la relación gobierno-PS, se allanarán a la determinación.
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Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo. Herramienta desarrollada por BioBioChile
Isabel Allende, senadora del PS, emocionada y entre lágrimas, se despidió tras ser cesada por el Tribunal Constitucional por la fallida venta de la casa de su padre, Salvador Allende. En su último discurso en el Senado, criticó la decisión como injusta y vulneradora de principios democráticos. Reconoció su error, pero acusó al gobierno de no advertirle sobre la restricción constitucional. La tensión crece en el oficialismo, con presiones para la salida de Francisca Moya. La ministra Lobos defendió a Moya y Elizalde valoró su labor.
“No es fácil dirigirme a ustedes. Probablemente, sea mi última intervención en esta sala”, dijo entre lágrimas Isabel Allende (PS), quien entregó un discurso en el Senado tras haber sido cesada de su cargo por el Tribunal Constitucional, en medio de la polémica por la fallida compra por parte del Estado de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
La militante socialista tomó la palabra al inicio de la sesión de sala del Senado y por cerca de 16 minutos, en el podio de la Cámara alta, con una declaración escrita por su puño y letra, abordó el fallo del TC.
“Es uno de los momentos más duros y difíciles de mi vida. Me resulta más difícil la manera tan abrupta en la que terminan más de treinta años de servicio a mi país”, planteó en un tono pausado .
Asimismo, Allende expresó su profundo dolor con la decisión del tribunal, tildándola como una injusticia que vulnera principios de justicia, proporcionalidad y sentido democrático.
Junto con lo anterior, criticó que el fallo se revelara sin conocer formalmente su texto ni argumentos, aclarando que aún no es notificada oficialmente de su cese en el cargo.
El dardo contra La Moneda de Isabel Allende (PS)
Por otra parte, Isabel Allende realizó una autocrítica y reconoció su error por no considerar la inhabilidad que establecía la Constitución, pero defendió que actuó “de buena fe”, confiando en la institucionalidad y bajo la idea de preservar la memoria histórica de su padre.
En la misma línea, lanzó dardos en contra del gobierno, acusando que ninguna autoridad involucrada en el proceso le advirtió la existencia de una restricción constitucional para realizar la operación.
Su intervención fue seguida por los parlamentarios presentes en la sala, en una jornada que contó con la presencia de diferentes autoridades de militancia socialista, o con cercanía hacia la colectividad en el Congreso.
De esta manera, tras culminar su alocución, sus pares oficialistas la correspondieron con aplausos y abrazos de despedida. Al salir, sus compañeros del Partido Socialista la escoltaron por los pasillos del Congreso Nacional en lo que fue una caótica salida de la sala.
Sin embargo, hubo una autoridad del Ejecutivo que no pudo ingresar al pleno. Se trata del subsecretario de Defensa, Ricardo Montero, quien no pudo estar presente, ya que el senador Fidel Espinoza (OS) no dio unanimidad para permitir su asistencia, lo que le valió el reproche interno de la bancada.
Así, el caso sigue sacudiendo al Partido Socialista, al impactar directamente al legado del expresidente Salvador Allende, una de las figuras más importantes de la tienda y del país.
Por su parte, el Presidente Gabriel Boric, volvió a abordar la polémica, evitando nuevamente una autocrítica, y reiteró su apoyo a la senadora Allende.
Tensión en el oficialismo
En paralelo, ha aumentado la presión en contra de la abogada y jefa de la División Jurídica de la Segpres, Francisca Moya.
Cabe mencionar que durante su comparecencia a la Comisión Especial Investigadora en la Cámara de Diputados, Moya reconoció que no advirtió de la inhabilidad para concretar la ejecución de la compra, pese a estar en conocimiento de la restricción, aludiendo a que no era su atribución alertar la complicación.
Esto le valió diferentes reproches en el mundo político, siendo apuntada directamente por sectores del oficialismo y la oposición. De hecho, en la sesión de la comisión de Constitución del senado, el senador Alfonso de Urresti (PS) interpeló a la ministra de la Segpres, Macarena Lobos, solicitando explicaciones por las acciones de Moya.
Así, hubo parlamentarios del Partido Socialista y de la derecha que presionaron al Ejecutivo solicitando la salida de Moya de su cargo en el gobierno, acusando un actuar negligente de la abogada.
De todas formas, en La Moneda blindaron a Francisca Moya, descartando su salida del Ejecutivo.
Ante las interpelaciones, la ministra Lobos aclaró que, al ser un proceso de etapas, la inhabilidad correspondía al momento de suscribir la compraventa, proceso radicado en Bienes Nacionales.
A la defensa se sumó el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, quien, ante los cuestionamientos de parlamentarios socialistas a Moya, valoró la labor que la abogada ha realizado en el gobierno.
PS y Ejecutivo
Pese a los desencuentros por la permanencia de Francisca Moya, en el Partido Socialista reconocieron que se logró limar asperezas con el Ejecutivo.
Pero, en la tienda, reiteraron el llamado a que el Presidente Boric haga valer las responsabilidades políticas y administrativas.
Así lo planteó la senadora y timonel de la colectividad, Paulina Vodanovic, quien aseguró que en el encuentro que sostuvo la mesa directiva del PS con el mandatario, este reconoció la existencia de desprolijidades en el proceso que culminó con la destitución de la senadora Allende.
En medio esta polémica, el Presidente Gabriel Boric dio pie atrás en la nominación de la abogada y antropóloga frenteamplista, Antonia Rivas, para ser parte del consejo del Servel, en reemplazo del consejero Alfredo Joignant.
Recordar que el nombre de Rivas generó rechazo en el PS, tienda en la que apelaban por concretar una nominación que respete el cupo de la tienda con el consejero saliente.
De esta manera, en la bancada socialista aseguraron no estar disponibles para avanzar en la nominación de Rivas. Por lo mismo, el retroceso en la propuesta fue interpretado como un guiño, en medio del delicado momento por el que pasa la colectividad tras la destitución de la senadora Allende.
Ante este escenario, el senador Juan Ignacio Latorre (FA) desdramatizó el cambio en la decisión del Ejecutivo, asegurando que si la modificación obedece a reparar la relación gobierno-PS, se allanarán a la determinación.