El lado B de la tramitación exprés: Senado aprueba reforma previsional bajo críticas transversales

Isabel Hodge

Periodista de BBTV

28 de enero | 08:55
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Tras más de 10 horas de debate en la sala, 14 solicitudes de votaciones por separado y un amplio respaldo -pese a voces disidentes-, el Senado aprobó con 40 votos a favor y 7 en contra y despachó a la Cámara de Diputados la reforma previsional, quedando en la recta final y a un paso de poder ser despachada a ley.

La discusión fue seguida desde las tribunas por diversas organizaciones sociales y, al consumarse la aprobación de la reforma, se escuchó un aplauso cerrado y sonrisas de lado a lado.

Aprobación de la reforma de pensiones

Ni siquiera la solicitud de votaciones separadas empañaron la jornada. Y es que las peticiones, que iban en la línea de analizar el aporte del 1,5% de cotización con cargo al empleador; bajar la exigencia a las mujeres por años de cotización para acceder a beneficios y las normas de licitación de stock, se mantuvieron.

Con amplia satisfacción, aunque al mismo tiempo manteniendo la mesura, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, que ha tenido que ordenar las filas oficialistas para garantizar su respaldo a la reforma y evitar descuelgues con intensas reuniones, sumó un nuevo triunfo, porque ningún senador del oficialismo se descolgó.

Lo que no es para menos, considerando que desde el oficialismo e inclusive el mismo Ejecutivo han dicho que en marzo insistirán en la creación de un inversor estatal que compita con las AFP, y de hecho desde su mismo partido han sostenido que esta reforma es parte de un proceso de transformación que continúa en desarrollo, donde el PC insistirá en poner fin a las AFP.

Al respecto, Jara y Marcel se refirieron fieles a su estilo. Mientras Jara expresó que “lo que venga después lo decidirá el pueblo de Chile”, Marcel expuso que el debate “no se cierra por decreto”.

Además, y en el punto de prensa posterior, Jara relevó el acuerdo alcanzado, acotando que “habrán más actores, no solo las AFP” y colocando el énfasis en la relevancia del seguro social.

Las discusiones que marcaron pauta

La discusión venía precedida de unas últimas semanas bastante intensas y donde no hubo tregua, desde el momento en que Chile Vamos y el Gobierno lograron un acuerdo con la propuesta y despacharon luego de meses de discusión; hasta que llegó a la comisión de Hacienda, donde durante 5 días el foco estuvo puesto en la sostenibilidad fiscal y financiera, y en los 11 riesgos y recomendaciones que realizó el Consejo Fiscal Autónomo.

Donde el Gobierno acogió las sugerencias manteniendo el impuesto corporativo que pagan las pymes en 12,5% que el aumento de la cotización adicional con cargo al empleador no tenga un impacto significativo y la mayor gradualidad para el aumento del 7% de cotización adicional con cargo al empleador en caso de que la Ley de Cumplimiento Tributario no recaude lo esperado, con una progresividad de 11 años.

Tras la aprobación de la reforma, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mencionó que el sistema de pensiones ahora será mixto; que es una propuesta pro crecimiento y ojo, porque sobre el final vuelve a decir que para el futuro “quedarán muchas oportunidades para seguir mejorando el sistema”.

Con todo, hubo descuelgues que, si bien no pusieron en entredicho el piso mínimo con el que contaba la reforma, sí provocaron roces.

Roce transversal provocado durante la discusión

Por ejemplo, en las oposiciones, los senadores Carmen Gloria Aravena (Partido Republicano), Rojo Edwards (PSC), Carlos Kuschel (RN), José Miguel Durana (UDI), Kenneth Pugh (RN) y Alejandro Kusanovic (indep. RN) terminaron rechazando, mientras la senadora de RN, María José Gatica, también terminó votando en contra, aunque respaldó artículos relativos al aumento de la PGU.

Esta situación es curiosa, porque la rebeldía terminó llegando por parte de senadores, en su mayoría, de Chile Vamos que expresaron su disconformidad por la iniciativa y por la celeridad con la que se tramitó, y no por las fuerzas oficialistas.

Pese a ello, Juan Antonio Coloma (UDI) y Felipe Kast (Evópoli), -quienes presidieron las comisiones que fueron protagónicas en las últimas semanas- buscaron remarcar que la cotización adicional irá directo a las cuentas individuales de los trabajadores, sin dejar espacio a un reparto.

Una de las senadoras más duras con lo que ha sido la tramitación de la reforma, sobre todo por la sostenibilidad fiscal y por la celeridad con la que se ha tramitado en las últimas semanas, ha sido la presidenta de Demócratas, Ximena Rincón.

Si bien optó por no votar, se retiró visiblemente molesta y dejó en claro en sala su descontento con las medidas acordadas en Hacienda.

Desmarcándose de esa postura y reiterando que es un buen acuerdo, el senador y vicepresidente de la Cámara, Matías Walker, puntualizó que no comparte la postura de Rincón, y que su partido debe estar con los cambios.

Rojo Edwards, uno de los senadores más críticos con la propuesta, hizo una advertencia: esta votación divide profundamente a la oposición, debilitando las opciones presidenciales.

Pero hizo otro punto que ha sido respaldado por otros legisladores: que es imposible leer las 600 páginas del informe de Trabajo y las más de 500 de Hacienda, y que se legisló a matacaballo.

En el oficialismo también hubo voces disonantes. Si bien el senador PPD Pedro Araya terminó votando a favor, dijo que se tenían que tomar el tiempo necesario para analizar la reforma, calificando de irresponsable el ritmo de tramitación.

También apuntó que los grandes ganadores de este proyecto no son los actuales y futuros jubilados, sino que las AFP.

Ahora, el Gobierno continúa las intensas gestiones para lograr que el amplio apoyo con el que contó la reforma en el Senado se confirme en la Cámara de Diputados este miércoles, momento en que la reforma previsional vivirá su prueba más compleja, y la que mayores dolores de cabeza podría generarles.

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Tras más de 10 horas de debate en la sala, 14 solicitudes de votaciones por separado y un amplio respaldo -pese a voces disidentes-, el Senado aprobó con 40 votos a favor y 7 en contra y despachó a la Cámara de Diputados la reforma previsional, quedando en la recta final y a un paso de poder ser despachada a ley.

La discusión fue seguida desde las tribunas por diversas organizaciones sociales y, al consumarse la aprobación de la reforma, se escuchó un aplauso cerrado y sonrisas de lado a lado.

Aprobación de la reforma de pensiones

Ni siquiera la solicitud de votaciones separadas empañaron la jornada. Y es que las peticiones, que iban en la línea de analizar el aporte del 1,5% de cotización con cargo al empleador; bajar la exigencia a las mujeres por años de cotización para acceder a beneficios y las normas de licitación de stock, se mantuvieron.

Con amplia satisfacción, aunque al mismo tiempo manteniendo la mesura, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, que ha tenido que ordenar las filas oficialistas para garantizar su respaldo a la reforma y evitar descuelgues con intensas reuniones, sumó un nuevo triunfo, porque ningún senador del oficialismo se descolgó.

Lo que no es para menos, considerando que desde el oficialismo e inclusive el mismo Ejecutivo han dicho que en marzo insistirán en la creación de un inversor estatal que compita con las AFP, y de hecho desde su mismo partido han sostenido que esta reforma es parte de un proceso de transformación que continúa en desarrollo, donde el PC insistirá en poner fin a las AFP.

Al respecto, Jara y Marcel se refirieron fieles a su estilo. Mientras Jara expresó que “lo que venga después lo decidirá el pueblo de Chile”, Marcel expuso que el debate “no se cierra por decreto”.

Además, y en el punto de prensa posterior, Jara relevó el acuerdo alcanzado, acotando que “habrán más actores, no solo las AFP” y colocando el énfasis en la relevancia del seguro social.

Las discusiones que marcaron pauta

La discusión venía precedida de unas últimas semanas bastante intensas y donde no hubo tregua, desde el momento en que Chile Vamos y el Gobierno lograron un acuerdo con la propuesta y despacharon luego de meses de discusión; hasta que llegó a la comisión de Hacienda, donde durante 5 días el foco estuvo puesto en la sostenibilidad fiscal y financiera, y en los 11 riesgos y recomendaciones que realizó el Consejo Fiscal Autónomo.

Donde el Gobierno acogió las sugerencias manteniendo el impuesto corporativo que pagan las pymes en 12,5% que el aumento de la cotización adicional con cargo al empleador no tenga un impacto significativo y la mayor gradualidad para el aumento del 7% de cotización adicional con cargo al empleador en caso de que la Ley de Cumplimiento Tributario no recaude lo esperado, con una progresividad de 11 años.

Tras la aprobación de la reforma, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mencionó que el sistema de pensiones ahora será mixto; que es una propuesta pro crecimiento y ojo, porque sobre el final vuelve a decir que para el futuro “quedarán muchas oportunidades para seguir mejorando el sistema”.

Con todo, hubo descuelgues que, si bien no pusieron en entredicho el piso mínimo con el que contaba la reforma, sí provocaron roces.

Roce transversal provocado durante la discusión

Por ejemplo, en las oposiciones, los senadores Carmen Gloria Aravena (Partido Republicano), Rojo Edwards (PSC), Carlos Kuschel (RN), José Miguel Durana (UDI), Kenneth Pugh (RN) y Alejandro Kusanovic (indep. RN) terminaron rechazando, mientras la senadora de RN, María José Gatica, también terminó votando en contra, aunque respaldó artículos relativos al aumento de la PGU.

Esta situación es curiosa, porque la rebeldía terminó llegando por parte de senadores, en su mayoría, de Chile Vamos que expresaron su disconformidad por la iniciativa y por la celeridad con la que se tramitó, y no por las fuerzas oficialistas.

Pese a ello, Juan Antonio Coloma (UDI) y Felipe Kast (Evópoli), -quienes presidieron las comisiones que fueron protagónicas en las últimas semanas- buscaron remarcar que la cotización adicional irá directo a las cuentas individuales de los trabajadores, sin dejar espacio a un reparto.

Una de las senadoras más duras con lo que ha sido la tramitación de la reforma, sobre todo por la sostenibilidad fiscal y por la celeridad con la que se ha tramitado en las últimas semanas, ha sido la presidenta de Demócratas, Ximena Rincón.

Si bien optó por no votar, se retiró visiblemente molesta y dejó en claro en sala su descontento con las medidas acordadas en Hacienda.

Desmarcándose de esa postura y reiterando que es un buen acuerdo, el senador y vicepresidente de la Cámara, Matías Walker, puntualizó que no comparte la postura de Rincón, y que su partido debe estar con los cambios.

Rojo Edwards, uno de los senadores más críticos con la propuesta, hizo una advertencia: esta votación divide profundamente a la oposición, debilitando las opciones presidenciales.

Pero hizo otro punto que ha sido respaldado por otros legisladores: que es imposible leer las 600 páginas del informe de Trabajo y las más de 500 de Hacienda, y que se legisló a matacaballo.

En el oficialismo también hubo voces disonantes. Si bien el senador PPD Pedro Araya terminó votando a favor, dijo que se tenían que tomar el tiempo necesario para analizar la reforma, calificando de irresponsable el ritmo de tramitación.

También apuntó que los grandes ganadores de este proyecto no son los actuales y futuros jubilados, sino que las AFP.

Ahora, el Gobierno continúa las intensas gestiones para lograr que el amplio apoyo con el que contó la reforma en el Senado se confirme en la Cámara de Diputados este miércoles, momento en que la reforma previsional vivirá su prueba más compleja, y la que mayores dolores de cabeza podría generarles.

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