El cinematográfico atraco a la empresa de valores Brinks, en Rancagua, tuvo diversas repercusiones. Algunas de ellas son la vinculación de una de las armas utilizadas con el atentado contra la exministra Izkia Siches y la eventual omisión de denuncia y obstrucción a la investigación por parte de la Policía de Investigaciones.
La Fiscalía Regional de O’Higgins lidera una indagatoria de grandes proporciones, luego del cinematográfico robo que sufrió una sucursal de la empresa de valores Brinks, el pasado viernes en Rancagua. Este hecho delictual está teniendo múltiples efectos, como los vínculos con otros sucesos criminales y los cuestionamientos contra una institución policial, entre otros.
Este martes, 18 personas fueron formalizadas por su presunta participación en el millonario robo, cuya cuantía asciende a más de $12 mil millones, cifra que podría subir con el paso de los días, dado que aún no se cuenta con el arqueo completo que debe realizar Brinks para determinar la cantidad exacta de dinero faltante de sus bodegas.
De ser correcta o superior ese monto, ya que en un comienzo se hablaba de $25 mil millones, este atraco se posicionaría como uno de los más grandes en la historia de nuestro país.
Arma de robo a Brinks habría sido utilizada contra Izkia Siches
Uno de los puntos que marcó el desarrollo de la formalización, fue el antecedente de que una de las armas incautadas durante los operativos de detención, se trataría de una pistola que estuvo involucrada en el ataque que sufrió la exministra del Interior, Izkia Siches, el 15 de marzo de 2022, en Temucuicui.
Se trata de una pistola Glock con su número de serie borrado y que, adicionalmente, también estaría presente en al menos cuatro hechos de similares características en la macrozona sur, uno de ellos ocurrido el 1 de enero de 2021 en Collipulli.
Dicha arma fue incautada al imputado de iniciales M.N.V.B., de 32 años, quien, tras las pericias para corroborar su participación en el ilícito, arrojó que mantenía residuo de pólvora en su ropa, dado que disparó en reiteradas oportunidades en contra del personal policial.
El fiscal de la causa, Aquiles Cubillos, indicó que, si bien a esta persona se le incautó el arma dentro de sus pertenencias, hasta el momento no se ha podido corroborar si esta proviene de contrabando o si el sujeto estuviese involucrado en el ataque a la exministra Siches.
De esta forma, la Fiscalía imputó siete delitos a los 18 sujetos, todos en calidad de autor y en grado de consumado. Entre ellos, está el de robo con intimidación, porte ilegal de armas, porte ilegal de elementos incendiarios, 19 delitos de receptación y 7 de incendio. Sin embargo, el que más notoriedad tuvo fue el de asociación criminal ilícita.
Según la Fiscalía, la banda se concertó hace dos meses aproximadamente, momento en que distribuyó funciones para la obtención de información interna de Brinks, lugares para reunirse, obtención de armas de fuego, vehículos robados para movilizarse y llevar el dinero, datos para la obtención de acelerante para quemar vehículos y miguelitos para bloquear calles.
Dos de los imputados fueron fundamentales para entender la dinámica de los hechos. El guardia de seguridad de la empresa de valores, identificado con las iniciales O.O.O, y la cajera de la bodega de la empresa de valores, X.F.Ñ. Ambos entregaron la información esencial a la banda para concretar el delito con mayor facilidad.
Según los persecutores, se reunieron con los demás imputados dos días antes del cinematográfico robo. Además, hubo un testigo protegido que entregó una fotografía donde se observa a ambos compartiendo con el resto de la banda.
Se sospecha de ellos también, puesto que cuando comenzó el atraco, la cajera imputada salió del recinto de Brinks a fumar con sus compañeras, justo cuando llegó el grupo de delincuentes, dejando así el camino libre para el ingreso.
Pese a que fue reducida por el grupo de sujetos que portaba un fusil de guerra AK47, la cómplice solo simulaba ser una víctima más.
Dentro de las instalaciones, el guardia de seguridad imputado abrió las compuertas del lugar donde se guardaba el dinero para que la banda tomara posesión de las cajas de billetes, las cuales cargaron en los cuatro vehículos en que se movilizaban, una Maxus Deliver, una Hyundai H1, una Chevrolet Silverado y una Ford Expedition.
Fueron seguidos por funcionarios de Carabineros hasta un terreno ubicado en el Sector de La Estrella, lugar donde fueron capturadas 12 personas, incautadas una serie de armas y munición -incluida la Glock usada para el ataque a la exministra Siches-, pero solo dos vehículos, la Ford Expedition y la Hyundai H1.
El resto de los automóviles desapareció y, junto con ellos, el dinero, del cual hasta el momento nada se sabe.
Todo esto ocurrió en el contexto de la quema de siete vehículos en diversos puntos estratégicos de la ciudad de Rancagua. Según la Fiscalía, estos fueron quemados por 4 personas que fueron detenidas en las cercanías de un Fiat Fiorino en el Camino San Ramón, vehículo en donde se encontró residuos de disparos, pasamontañas, cuerdas y un bidón de bencina de color amarillo.
Sonia Ramírez, es esposa de uno de estos cuatro imputados capturados en la Fiat Fiorino. Ella indicó que, junto con su esposo, llevó bencina al sobrino de su pareja, también detenido, puesto que estas personas se habían quedado en pana de combustible.
“Fuimos con mi marido, estábamos en la casa, (ellos) quedaron en pana de bencina. Nosotros fuimos a socorrerlos a ellos. Mi marido sacó la camioneta, y esa bencina nunca estuvo en la camioneta. Yo llevé la bencina, porque la camioneta se calentaba”, dijo.
El abogado Leonardo Díaz, Defensor Penal Público, sostuvo que estas dos personas jamás tuvieron participación en esta red criminal, puesto que habrían sido capturados lejos de donde ocurrieron los hechos principales.
“Está grabado con una cámara de seguridad y efectivamente, en ese video, se desplaza al lugar en que estaba el vehículo de su sobrino, en pana de bencina. Los dos imputados trabajan en minería”, argumentó.
PDI bajo la lupa por robo a Brinks
En la audiencia de formalización, el persecutor también se refirió al comunicado emitido por la Policía de Investigaciones (PDI), que fue revelado de manera exclusiva por La Radio, donde se da cuenta de que la institución policial habría recibido información respecto del robo que afectó la empresa Brinks. Ante ello, ordenó la apertura de una investigación por los delitos de omisión de denuncia y obstrucción a la investigación.
Asimismo, el Prefecto General Hugo Haegger, subdirector de investigación policial y criminalística de la PDI, anunció que se había dado de baja al provecto provincial de Cachapoal, Alex Zuñiga Castañeda, “por su eventual responsabilidad en la dilación de la entrega de los antecedentes al Ministerio Público”.
“Se instruyó además la apertura de un sumario administrativo para establecer fehacientemente las causas y circunstancias de estos hechos”, agregó.
Así, en total, tras los operativos policiales, se concretaron 21 hallazgos de vehículos, 19 que tenían encargo, 7 de ellos que fueron quemados y 16 fueron robados en la Región Metropolitana, 2 fueron robados en la Región de O’Higgins.
Por otro lado, hasta el momento no se tiene el paradero del dinero. También, de momento, no hay una querella de la empresa Brinks, desde donde tampoco ha entregado el arqueo final del monto sustraído.
En tanto, durante esta jornada de miércoles se sabrá finalmente si los 18 imputados quedarán en prisión preventiva, ya que continuará la audiencia de formalización desde las 10 de la mañana.