En la discusión por la creación del Ministerio de Seguridad Pública, propuesto desde La Moneda, hay incertidumbre por el rol con el que quedaría la cartera de Interior, en caso de aprobarse el proyecto. Asimismo, hay dudas sobre en qué figura quedarán las labores de coordinación de orden y seguridad en las regiones.
La polémica por la construcción del Ministerio de Seguridad Pública, uno de los proyectos clave del gobierno, continúa generando debate en el mundo político. En medio de su discusión en una comisión mixta, los aspectos que causan mayor controversia son cómo será su representación regional y cuál será el rol político del Ministerio del Interior.
Para llevar a cabo la conversación y definir todos los aspectos que rodearán a este nuevo ministerio, se creó una mesa técnica y se acordaron dos sesiones a la semana, donde debería asistir la ministra del Interior, Carolina Tohá.
De esta forma, las competencias que quedarán en manos del Ministerio del Interior es uno de los puntos que más ruido ha generado, ya que las tareas de seguridad quedarían en manos de un nuevo representante.
Rol del Ministerio de Interior y representación regional de Seguridad Pública
En cuanto a la representación regional que debería tener este ministerio, desde el Senado se propuso la creación de un comisionado/a de Seguridad Pública, quien debería coordinar las labores de orden y seguridad. Por su parte, desde la Cámara de Diputados se planteó que estuviera en manos de una Secretaría Regional Ministerial (Seremi).
En tanto, la ministra Tohá apuntó a que esas labores podrían quedar a cargo de los delegados presidenciales de cada región.
Por su parte, sobre el rol que adoptaría la cartera de Interior, la jefa ministerial sostuvo que “dentro de las modificaciones que se quieren hacer dentro de esta-readecuación del Ministerio del Interior, que es parte de las materias de la ley, es que las tareas de estudios, coordinación interministerial y coordinación de auditorías estén en Interior y que Segpres sea un ministerio exclusivamente legislativo, que es realmente lo que es”.
El senador Iván Flores (DC) señaló que “el propósito de esta mixta, y así lo he planteado, es, primero, que el Ministerio del Interior no puede perder relevancia ni autoridad dentro del gabinete ministerial. Alguien tiene que coordinar el gabinete, lo ha hecho de facto y hoy queremos que quede expresado en la ley”.
“Como no va a tener una de sus principales funciones, que es la seguridad interior del Estado, lo que necesitamos entonces es tener un Ministerio de Seguridad muy potente, no cualquier institución”.
Al interior del Partido Socialista, algunos militantes apuntan a que el diputado Raúl Leiva (PS) se convierta en el nuevo ministro de Seguridad Pública.
El propio Leiva, en cuanto al Ministerio del Interior, explicó que “lo que se hace no es generar un mayor poder político, en mi opinión. Lo que se pretende es generar y fortalecer las instancias y rol de coordinación que tiene que tener el Ministerio del Interior. En tanto, su rol fundamental es coordinar las políticas públicas que emanan de la Presidencia de la República, por eso la coordinación interministerial es fundamental”.
En la misma línea, su par en la Cámara Baja, Lorena Fries (FA), argumentó que “claramente se trata de un ministerio evidentemente político y que está debajo del presidente. En ese sentido, las labores que tienen que ver con el seguimiento del programa, con apuntar evaluaciones de políticas públicas, la posibilidad de coordinar a todo el gabinete, me parece que son aspectos fundamentales”.
Por otro lado, al senador José Durana (UDI) le preocupa “la expresión regional”. En ese sentido, sostuvo que “hay algunas regiones que son chicas. Entonces, ¿cómo finalmente va a sumir estas atribuciones el seremi de Seguridad, en relación a la figura del delegado presidencial, a la figura de un gobernador regional?”.
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