La instalación de estos inhibidores significó un gasto de más de $5 mil millones. Asimismo, en el tiempo que lleva operando, se habrían bloqueado 11 mil teléfonos móviles, 15 mil chips de telefonía y mil redes wifi.
Han pasado casi tres meses desde que comenzaron a funcionar los inhibidores de señal de celulares en algunas cárceles de nuestro país. Sin embargo, la eficiencia de este sistema sigue generando cuestionamientos, ya que reos seguirían accediendo a internet.
La instalación de estos inhibidores significó un gasto de más de $5 mil millones. Asimismo, en el tiempo que lleva operando, se habrían bloqueado 11 mil teléfonos móviles, 15 mil chips de telefonía y mil redes wifi.
Pese a ello, se ha constado que algunos celulares requisados siguen operativos, con señal, y son utilizados para coordinar crímenes desde el interior de las cárceles.
Frente a esta situación, Mario Benítez, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios, sostuvo que “nosotros como gremio no tenemos la capacidad técnica para saber si el sistema está funcionando en un 100%, las 24 horas. Pero, sí hay estas observaciones,, que hace el propio personal, y sería bueno transparentarlas”.
Por su parte, el ministro de Justicia, Luis Cordero, señaló que “este es el primer esfuerzo que ha tenido efecto. Su tasa es altísima. Los funcionarios penitenciarios no están informados sobre su uso y su localización, por razones de seguridad”.
En tanto, el senador Iván Flores (DC) llamó al jefe ministerial a dar “una información completa y amplia de lo que está pasando en los recintos penales”.
En la misma línea, la Asociación de Municipalidades de Chile ofició a Contraloría para que se investigue si los inhibidores de señal funcionan realmente, o no.