Según informó Radio Bío Bío, esta medida fue tomada después que los internos llevaran a cabo ataques contra funcionarios de Gendarmería y destrozos en el penal.
El traslado de algunos internos que realizó Gendarmería, desde el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), conocida antes como la Cárcel de Alta Seguridad, hasta otros recintos penales causó diferentes interrogantes.
Según informó Radio Bío Bío, esta medida fue tomada después que los internos llevaran a cabo ataques contra funcionarios de Gendarmería y destrozos en el penal.
Cabe mencionar que el Repas fue reinaugurado durante el inicio de este año, casi cuatro años después de su cierre. Los gastos para lograrlo habrían ascendido a 3.756 millones, producto del encarecimiento de los materiales y las herramientas de seguridad con las que fue equipado.
En específico, cuenta con con capacidad para 296 reclusos de alta y máxima seguridad, 387 cámaras, incluidas algunas térmicas, sistemas anti drones, puertas de barrido, entre otros elementos, los que hicieron que fuera reconocida, incluso, en medios internacionales como una de las mejores cárceles de Latinoamérica.
Ataques y destrozos en Repas
Después de 65 días desde su reinauguración, los presos y líderes vinculados a peligrosas bandas criminales, como el Tren de Aragua y Los Gallegos, ocasionaron desastres en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad.
El 6 de junio se registró un enfrentamiento entre funcionarios de Gendarmería y los internos, dejando a varios gendarmes con lesiones e, incluso, licencias médicas.
Asimismo, los reos provocaron destrozos al interior de la cárcel. Rompieron los vidrios y los lavamanos, creando proyectiles para atacar a los gendarmes. Hasta utilizaron los fierros de una meda de ping pong como armas.
Dentro de los internos involucrados en estos hechos se encuentra Hernán David Landaeta Garlotti, también conocido como “Satanás”, un reconocido sicario del Tren de Aragua
Durante los días posteriores, los ataque continuaron, motivo por el que los funcionarios de la institución de Gendarmería amenazaron con una movilización. Ante ello, la autoridades debieron revisar las condiciones del recinto, evaluando que 47 de las celdas estaban dañadas.
Este escenario motivó a trasladar a 17 reos venezolanos desde el Repas a diferentes recintos penales de Rancagua, Valdivia y Antofagasta, los que no cumplen con las mismas condiciones de seguridad.
“Es un caldo de cultivo bastante peligroso”
El tercer director nacional de la Asociación Nacional de suboficiales de Gendarmería, Carlos Fernández, acusó que esta situación “es un caldo de cultivo bastante peligroso, porque se puede replicar en otras unidades penales donde tienen este tipo de población específica”.
Por ello, hizo un llamado a la autoridades para que “pongan atención a los hechos que están sucediendo dentro de las cárceles chilenas”.
Asimismo, el diputado republicano, Cristián Araya, quien asistió el 11 de junio al recinto penal, señaló que “esto escapa de lo que se conocía como comportamiento delictual al interior de las cárceles. Esto es un grave atentado al orden de los centros penitenciarios”.
Por otro lado, este escenario, según información de La Radio, tuvo consecuencia en procesos penales, ya que se habría aplazado el juicio oral contra algunos internos, miembros de Los Gallegos.
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