Massa logró aprovechar el miedo que generaban los otros candidatos en el sector público de Argentina

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El candidato de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), Sergio Massa, enfrentará al aspirante de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, con quien competirá en segunda vuelta por la Presidencia argentina el próximo 19 de noviembre.

Se trata de unos comicios donde la primera opción la tendrá Massa, que fue una especie de disidente, el “niño malo” del peronismo, que no es amigo de Cristina Fernández, ni tampoco del presidente Alberto Fernández.

Y pese a las terribles cifras económicas de la economía argentina, logró ganar esta elección por una razón muy simple, porque mientras Patricia Bullrich pedía una reforma del Estado y Javier Milei proponía una dolarización; sin embargo, el abanderado oficialista se mostró totalmente en desacuerdo, logrando capitalizar el miedo que generaban las propuestas de sus contendores.

A esto se suma que en Argentina 18,7 millones de personas reciben dinero del Estado, entre jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales y pensiones especiales. Asimismo, hay un universo de 3,8 millones de empleados públicos, quienes no iban a estar ni con Bullrich, ni con Milei. De hecho, en las pantallas de los trenes se publicaron letreros donde se comparaba el precio de los pasajes, en el caso de que los candidatos de oposición consiguieran el triunfo.

Así las cosas, con todas las incertidumbres que hay en el país trasandino y en la política argentina, da la impresión que Massa tiene la primera opción de ser el presidente hoy día, pese a no tener la “bendición” del kirchnerismo.

Cristina Fernández siempre fue muy crítica del candidato de su coalición, por lo que le hizo a Daniel Scioli en las últimas campañas. Entonces, evidentemente, hay una tensión ahí dentro entre el peronismo y el kirchnerismo que probablemente Massa va a aprovechar para dejar fuera a Cristina Fernández.

En los debates presidenciales, asimismo, estuvo muy bien, a diferencia de Milei, donde el candidato oficialista se demostró como un político profesional para contestar pese a todos los problemas que tiene Argentina en materia económica y donde él es el responsable.

Así, por ahora Javier Milei es el que tiene el camino más complicado, ya que tuvo prácticamente los mismos votos de agosto pasado. Necesita urgentemente dar un espacio y una señal clara a los votantes de Patricia Bullrich, pese a haberse puesto como un outsider fuera de la política.

Aunque, muchos sostienen que tiene problemas de estabilidad emocional, que no es una persona que tenga el talante para sacar adelante Argentina.

Revisa la nota completa con la información de Néstor Aburto desde Buenos Aires.

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El candidato de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), Sergio Massa, enfrentará al aspirante de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, con quien competirá en segunda vuelta por la Presidencia argentina el próximo 19 de noviembre.

Se trata de unos comicios donde la primera opción la tendrá Massa, que fue una especie de disidente, el “niño malo” del peronismo, que no es amigo de Cristina Fernández, ni tampoco del presidente Alberto Fernández.

Y pese a las terribles cifras económicas de la economía argentina, logró ganar esta elección por una razón muy simple, porque mientras Patricia Bullrich pedía una reforma del Estado y Javier Milei proponía una dolarización; sin embargo, el abanderado oficialista se mostró totalmente en desacuerdo, logrando capitalizar el miedo que generaban las propuestas de sus contendores.

A esto se suma que en Argentina 18,7 millones de personas reciben dinero del Estado, entre jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales y pensiones especiales. Asimismo, hay un universo de 3,8 millones de empleados públicos, quienes no iban a estar ni con Bullrich, ni con Milei. De hecho, en las pantallas de los trenes se publicaron letreros donde se comparaba el precio de los pasajes, en el caso de que los candidatos de oposición consiguieran el triunfo.

Así las cosas, con todas las incertidumbres que hay en el país trasandino y en la política argentina, da la impresión que Massa tiene la primera opción de ser el presidente hoy día, pese a no tener la “bendición” del kirchnerismo.

Cristina Fernández siempre fue muy crítica del candidato de su coalición, por lo que le hizo a Daniel Scioli en las últimas campañas. Entonces, evidentemente, hay una tensión ahí dentro entre el peronismo y el kirchnerismo que probablemente Massa va a aprovechar para dejar fuera a Cristina Fernández.

En los debates presidenciales, asimismo, estuvo muy bien, a diferencia de Milei, donde el candidato oficialista se demostró como un político profesional para contestar pese a todos los problemas que tiene Argentina en materia económica y donde él es el responsable.

Así, por ahora Javier Milei es el que tiene el camino más complicado, ya que tuvo prácticamente los mismos votos de agosto pasado. Necesita urgentemente dar un espacio y una señal clara a los votantes de Patricia Bullrich, pese a haberse puesto como un outsider fuera de la política.

Aunque, muchos sostienen que tiene problemas de estabilidad emocional, que no es una persona que tenga el talante para sacar adelante Argentina.

Revisa la nota completa con la información de Néstor Aburto desde Buenos Aires.