Pese a que esto recién comienza y el Plebiscito de Salida es en diciembre, posiblemente todo se acabe mucho antes.
Las elecciones de consejeros constitucionales del pasado domingo provocaron un cambio en todo el panorama político en nuestro país, lo que tendrá también efecto en la aprobación de las reformas del Gobierno.
Este cambio se produce por varias razones. Primero, por el triunfo del Partido Republicano, que incluso reconoció el propio presidente Gabriel Boric en la misma noche del domingo, en su discurso que realizó en el Palacio de la Moneda.
Tras corregirse un error de tipeo, la colectividad liderada por José Antonio Kast llegó a los 23 consejeros, una cifra que no estaba en ninguna proyección.
Lo segundo, es el vaciamiento del centro hacia los extremos, lo que viene a constatar la polarización que se vive en nuestro país entre derecha e izquierda.
La recomposición de fuerzas en el oficialismo
Pero, por otro lado, también está la recomposición de la fuerza del interior del oficialismo, luego del mal desempeño que tuvo Socialismo Democrático.
El PPD, por ejemplo, terminó sin escaños. Mientras que el Partido Socialista fue superado por el Partido Comunista y Convergencia Social, un partido nuevo que es el partido del presidente de la República, que prácticamente tiene los mismos votos del PS.
Entonces, aunque había cierto alivio en la tienda encabezada por Paulina Vodanovic, porque en medio de esta especie de debacle se mantiene en juego con prácticamente el seis por ciento de los votos, en el fondo “salvó los muebles” solamente.
Si bien con eso se contentan, la verdad es que haya sido un partido minoritario frente al Partido Comunista es un dato muy complejo para el oficialismo.
El PPD, además, fue a competir con socios que quedaron en la total intrascendencia, como los radicales y la DC. Aunque, estos últimos tienen muchos alcaldes y concejales elegidos, pese a lo cual es evidente que es un partido que va a la baja, lleno de confusiones, de inestabilidades internas, con una fuga de militantes importantísima en los últimos tiempos, como Claudio Orrego, Matías Walker y Ximena Rincón.
Asimismo, es necesario mirar con atención el éxito que tuvo el Partido Comunista, y cómo Convergencia Social cobra importancia tras estas elecciones, despegándose de cierta forma del resto de las colectividades del Frente Amplio, pese a no tener una gran votación, pero que le sirve para afirmarse.
El nuevo mapa político en el Congreso
Pero lo otro que se produjo es que la realidad electoral no está representada en el Congreso, donde por ejemplo solo tiene un senador, ni está representada en la comisión experta, donde los republicanos tienen apenas un solo representante.
Sin embargo, lo sucedido el domingo va a provocar cambios en el Congreso, en cómo van a comenzar a votar los parlamentarios, pese a las declaraciones de la ministra Vallejo sobre que todo va a seguir de la misma manera.
Los políticos son sensibles al electorado, viven de eso. No hay político, a menos que no pueda ir a la reelección, que no piense en ser elegido nuevamente y, por lo tanto, votará teniendo en mente el éxito que lograron los que fueron elegidos para el Consejo Constitucional.
Y para el próximo año hay elecciones parlamentarias, municipales, de consejeros regionales. A eso se suma el Plebiscito de Salida del 17 de diciembre.
Esto pondrá a prueba principalmente a los parlamentarios de derecha, donde hay partidos en crisis, como la UDI y Renovación Nacional, que juntos no lograron sumar más que republicanos.
De hecho, en RN van a llamar a elecciones a diferencia de los otros partidos, mientras en la UDI se mantienen pasmados, en medio de la indefinición respecto a si irán por los votantes del centro o intentarán unirse a la colectividad de Kast.
El poder de veto del Partido Republicano
Tras lo sucedido el domingo, el Partido Republicano consiguió además el poder de veto respecto del anteproyecto que entregará la comisión experta al Consejo Constitucional, en junio próximo.
Con estos 23 de 50 consejero constitucionales, solo y por sí solo, el Partido Republicano tiene poder de veto, si se le suman además los escaños de la derecha, con lo que pueden hacer y deshacer entre ellos, sin consultarle a nadie lo que quieran ejecutar con la Constitución.
De ahí que ayer adquirieron mayor relevancia sus declaraciones, en relación con no hacerle mayores cambios a la Constitución existente.
Recordemos que el quórum de mayoría que se acordó para el Consejo Constitucional es de tres quinto, algo que ya tiene asegurado el Partido Republicano con Chile Seguro.
Y si quisieran hacer un contrapeso a la colectividad liderada por Kast, necesariamente Chile Vamos tendría que aliarse con el Frente Amplio, el Partido Comunista y lo que queda de Socialismo Democrático, algo que en el papel es prácticamente imposible.
De hecho, sería una negociación muy compleja, tomando en cuenta que en el fondo no hay puntos de acuerdo, ni cercanía en ciertas posiciones, por las diferencias de principios.
¿Y dónde quedan los Amarillos? Ya que si bien no podían presentar en esta elección por no estar constituidos como partidos, era claro que apostaban por un electorado de centro, que prácticamente desapareció después del domingo.
Aunque, aseguran que el centro no compitió, puesto que no pudieron presentar candidatos, tal como lo han señalado desde Demócratas, liderados por Ximena Rincón.
Así las cosas, la pregunta es si todos quienes conforman el Consejo Constituyente podrán llegar a acuerdos para aprobar normas constitucionales, todo esto contra el tiempo.
Pese a que esto recién comienza y el plebiscito es en diciembre, posiblemente todo se acabe mucho antes.