Un llamado amplio al Gobierno, a implementar ayudas económicas para la llamada clase media, formularon senadores de oficialismo y oposición, que se preparan para tramitar el paquete anunciado por el Ejecutivo a inicios de enero.
En el Senado lo plantean -además- como una forma de frenar la eventual discusión de un nuevo retiro de fondos de pensiones, aunque en la Cámara sectores de derecha aseguraron que esta opción es una realidad.
El proyecto de seguridad económica presentado por el Gobierno no es controversial. Elevar al doble el bono marzo y ampliar la Asignación Familiar y el Subsidio Único Familiar, son medidas que están bien evaluadas en el Congreso.
Hay algunas dudas. La principal, el funcionamiento operativo del llamado Bolsillo electrónico, el sistema a través del cual Banco Estado hará un depósito de 13.500 pesos a la cuenta RUT por carga familiar de un millón y medio de hogares, pero que viene con algunas limitaciones.
La principal es el uso de hasta un 20% que podría hacerse en alimentos en compras de supermercados y almacenes, y también si esto debe obligatoriamente efectuarse en una sola compra o de manera fraccionada. Esto llevará al Ejecutivo a tener que modificar o a los senadores a tener que rechazar esta parte, el próximo lunes.
El senador UDI, Juan Antonio Coloma, presidente de la comisión de Hacienda, explicó la principal inquietud del trámite.
El problema de este proyecto es más bien lo que no hace y el contexto en el que se tramita. El argumento repetido de parlamentarios de diversos bloques es que estas ayudas también deben alcanzar a la llamada clase media, y no solamente a los grupos más vulnerados.
El momento es uno en el que ya hemos estado antes, en la víspera de que un proyecto de retiro de fondos de pensiones puede volver a ser tramitado desde el 18 de abril. Voces como la del DC, Iván Flores, o el senador PS, Gastón Saavedra, plantean que esta iniciativa solo se frena con políticas públicas robustas. E incluso el legislador falangista dijo que el Gobierno era amarrete.
El senador ex DC, Matías Walker, afirmó que es cierto también que el debate se va a cruzar con la elección de consejeros y consejeras constituyentes del próximo 7 de mayo, pero afirmó que la ciudadanía entiende que esta medida ya no se justifica.
El Gobierno señaló que ha habido un aprendizaje. La ministra vocera Camila Vallejo indicó que hay un buen manejo macroeconómico para disminuir la inflación, advirtiendo que los resultados del Imacec y la baja del IPC en doce meses son señales de que están en la dirección correcta.
Vallejo indicó que los retiros hacen retroceder este esfuerzo y dañan la reforma previsional.
Este último tema que apunta la secretaria de Estado, es otro de los caminos que para varios parlamentarios podría destrabar el debate: El autoprestamo que ya fue rechazado en comisión y que tenía condiciones que sus propios autores reconocieron, más que autoprestarse, era esconder un retiro.
En Renovación Nacional han tenido posturas dispares en sus filas desde el primer rescate de fondos y la historia podría repetirse. En solo unos días Frank Sauerbaum asumirá como jefe de bancada y dijo que la única fórmula que tiene el Gobierno para competir con estos proyectos son ayudas robustas a la denominada clase media.
Sauerbaum sostuvo que aún no tienen una conversación de bancada, pero si no llegan a acuerdo, cada parlamentario votará en conciencia.
El Ejecutivo espera que la inflación baje a una cifra durante este año y confía en avances concretos de la reforma de pensiones y el avance de medidas de apoyo a las familias vulneradas.
En fuerzas oficialistas del Congreso esperan una reacción mayor y rápida. En los pasillos hablan de que antes de que termine marzo debiese haber nuevos anuncios en término de apoyos, a medida que envían un mensaje de confianza de que el Gobierno entiende que en este momento se juega paliar la crisis y evitar nuevamente un proyecto que perciben, hará más daño a las familias.