Luego de más de 20 horas de debate, la Cámara de Diputadas y Diputados terminó de votar, aprobar e indicar, las 32 partidas de la primera Ley de Presupuesto del Gobierno de Gabriel Boric, despachando el erario al Senado.
La Corporación dejó sin fondos al INDH y al Museo de la Memoria, pero el oficialismo logró mantener el Plan Buen Vivir y declarar inadmisible un aumento de la PGU, en una sesión marcada por la creciente tensión entre el Presidente, Vlado Mirosevic, y la oposición.
La última votación controversial fue la número 15 de la glosa del Tesoro Público. La oposición, logró dejar sin financiamiento al Instituto Nacional de Derechos Humanos, removiendo un presupuesto de casi 15 mil millones de pesos.
En una situación llamativa, al mismo tiempo aprobó que la institución rinda cuenta trimestral del uso de recursos, que en este momento no tiene. También se rechazó el programa de Patrimonio Cultural: Aquí están organizaciones como el Museo de la Memoria y una serie de programas, Villa Grimaldi, Londres 38, Fundación Frei, Fundación Salvador Allende.
Fue de claros y oscuros para el ejecutivo: Los ministerios de Justicia y Transporte fueron menos problemáticos de lo esperado, y se mantuvo el dinero para el Plan Buen Vivir, pero la secretaria general de gobierno se quedó sin recursos para personal y asesorías comunicacionales.
Una de las controversias fue la partida número 6 del ministerio del Trabajo, la que proponía elevar la Pensión Garantizada Universal a 250 mil pesos, descartando el camino de la Reforma previsional y tributaria del Gobierno.
Tal como pasó en el rechazo de la partida de interior, la ausencia de parlamentarios fue factor. La propuesta alcanzó los 64 votos, faltándole solo un voto para llegar al 50 más 1: Esto considerando que había 129 diputados en sala.
Hubo ausencias en sala de la oposición, votos en contra como el del UDI, Juan Antonio Coloma, y más notoriamente, los casos de Carla Morales de RN y Flor Weiss de la UDI, que estaban en la sala y no alcanzaron a llegar a su pupitre para votar.
La tesis de la oposición está planteada: El Presidente Vlado Mirosevic, lo hizo intencionalmente para que la indicación fuera desechada.
El diputado RN, Frank Sauerbaum, dijo que hubo ‘una intención mañosa’ de la mesa de no dejar votar a las dos parlamentarias.
La vicepresidenta de la república y ministra del Interior, Carolina Tohá, generó rápidas reacciones luego de apuntar que el rechazo de la partida del interior, incluyendo recursos para el combate contra el crimen organizado y la política de migraciones, había sido una ‘buena noche para las bandas criminales’.
El diputado de Amarillos, Andrés Jouannett, dijo estar sorprendido por los comentarios y planteó que el problema de fondo, es que simplemente se destinaron recursos insuficientes a este ítem.
En la partida de salud, hubo una indicación que pedía aumentar a $10.135 el per cápita de atención primaria, pero fue declarada inadmisible por un problema técnico.
El Presidente de la Comisión de salud, el radical, Tomás Lagomarsino, dijo que respaldan la solicitud de la CONFUSAM, de nivelar los recursos y a la proyección de la inflación de diciembre al 12%. Lagomarsino dice que ahora todo está en manos del Senado.
Este despacho al Senado, que reinicia su trabajo el martes, dejó la partida de Interior rechazada, el aumento del per capita de salud pendiente, y el aumento del ruido de una posible moción de censura contra el nuevo Presidente, Vlado Mirosevic.
El diputado RN, Miguel Mellado, dijo derechamente que la idea de la censura ‘está conversada’, pero que van a esperar ‘unas semanas más’ para evaluar el desempeño del diputado liberal, a quien le enrostran haber salido electo sin mayoría absoluta y tener un manejo poco ecuánime.
También la oposición y la decisión de obrar con libertad de acción en una serie de temas trajo resultados dispares, y no fueron pocos quienes viraron los ojos hacia la UDI, bancada que en reiteradas ocasiones no votó coordinada y más crucialmente, tuvo votos contra el aumento de la PGU.
Existe una sensación de que el protocolo de acuerdo de la comisión mixta jugó un rol, y se repitió constantemente el nombre del senador UDI, Juan Antonio Coloma, como una suerte de aliado circunstancial del Gobierno, para que la Cámara alta deshaga lo que el Gobierno entiendo como errores, que pueden terminar en el Tribunal Constitucional.