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El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, presentó el "Plan Maestro de Infraestructura Carcelaria", que incluye 6 obras en funcionamiento, 14 proyectos financiados en desarrollo y 11 iniciativas en evaluación, con una inversión de 1,2 billones de pesos para crear 28 mil 850 plazas nuevas o rehabilitadas. Según la investigadora Pilar Lizana, la alta ocupación carcelaria, como en Taltal con más de 400%, es un desafío pues dificulta el control y la rehabilitación de los reclusos. Destacó que el plan aborda el problema del espacio, pero enfatizó la necesidad de una política penitenciaria integral que considere la segregación de los reclusos según sus características para promover su reinserción. Lizana advierte que la construcción de cárceles lleva tiempo y que se deben considerar múltiples factores en la planificación.
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El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, presentó el “Plan Maestro de Infraestructura Carcelaria”, que contempla 6 obras en operación, 14 proyectos financiados en desarrollo y 11 iniciativas en evaluación.
Se desglosó que el plan contempla una inversión de 1,2 billones de pesos, lo que permitiría la creación de 28 mil 850 plazas nuevas o rehabilitadas para enfrentar el déficit penitenciario.
En conversación con Podría ser Peor, la investigadora de Seguridad Pública en AthenaLab, Pilar Lizana, ahondó sobre esta materia.
“La propuesta en general es buena. Sobre todo porque busca abordar uno de los problemas que tenemos, que es del espacio”, adelantó la experta.
Ampliación de cárceles
Según detalla Lizana, hoy existe más de 130% de ocupación y, por ejemplo, la cárcel de Taltal con más de 400% de ocupación.
“La verdad es que es un desafío y un tremendo problema que tiene el desarrollo de política penitenciaria, que es el del espacio. Si no tenemos la capacidad para segregar la población penal, es difícil que podamos tener el control dentro de las cárceles”, explicó.
Además, agregó que medidas como este plan presentado son algo “bueno”, ya que se estaría haciendo cargo de este problema, el espacio.
“Pero, no solamente necesitamos más espacio. Necesitamos una política penitenciaria que nos permita segregar para identificar la calidad de ese reo para saber, por ejemplo, las capacidades que puede tener para rehabilitarse y reinsertarse”, dijo.
Lizana detalla que construir una cárcel no es algo “de la noche a la mañana”, pero ese tiempo es el que juega en contra porque se siguen llenando las cárceles.
“Si no tenemos espacio, es difícil que tengamos el control completo”, manifestó.
Para finalizar, explicó que no es ampliar por ampliar y construir por construir”, hay muchos factores los que se deben considerar al planificarlo.
Revisa todos los detalles en la entrevista completa.